Las listas de espera baten todos los récord en las regiones del PSOE

El PSOE está dejando la Sanidad pública hecha unos zorros. Las listas de espera, una de las mejores herramientas para medir el buen o mal funcionamiento de un sistema sanitario, se han disparado en toda España hasta niveles récord. Bajo el mandato de Salvador Illa, y con la pandemia de por medio, los enfermos se vieron obligados a aguardar la friolera de 148 días –el equivalente a casi cinco meses–para operarse. Son los datos oficiales a cierre de 2020, un año especialmente duro por la Covid en el que la demora media llegó incluso a alcanzar los 170 días allá por el mes de junio.

Se trata de una consecuencia hasta cierto punto lógica originada por el coronavirus. En la primera ola, la mayor parte de los hospitales del país tuvo que suspender las intervenciones quirúrgicas programadas no urgentes para destinar los quirófanos a la atención de los pacientes Covid. Muchos enfermos libres del virus también desistieron de acudir a los centros por temor a contagiarse. Sin embargo, esta crisis no es la única causa del desastre. La Sanidad española arrastra una infrafinanciación que perdurará hasta 2050, al incumplir el Gobierno su promesa de destinar a ella el 7% del PIB a finales de la legislatura, y sin dinero no hay gestión posible.

Otro dato que ilustra la nefasta gestión socialista del sistema que tanto dice defender es el del tiempo que deben aguardar los pacientes para pasar por el quirófano en las autonomías en las que gobierna. En Castilla-La Mancha han de hacerlo 286 días; en Aragón, 180, y en Extremadura, 175. En Madrid, tan criticada por los mismos sanitarios progres que callan ante lo que ocurre en dichos feudos, la demora es de 80 días, muy por debajo de la media nacional.