Estudio

¿Puede el cáncer ser una enfermedad estacional?

Un estudio español prueba que en enero hay un pico de leucemia mieloide aguda, lo que implica que factores de riesgo temporales, como agentes infecciosos o medioambientales, influyen en el desarrollo de la enfermedad

Células de leucemia
Células de leucemialarazon

¿Podría el cáncer ser una enfermedad estacional como el caso de la gripe o la alergia? Así lo sostiene un estudio -liderado la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y con la participación de la Universidad de Bristol (Reino Unido)- que ha demostrado que, en el caso concreto de la leucemia mieloide aguda (LMA), un tipo de cáncer de la sangre que se produce en la médula ósea, hay un incremento en su diagnóstico en el mes de enero.

La idea de realizar esta investigación surgió bajo la hipótesis defendida por varios hematólogos de que los casos diagnosticados de LMA tienden a ocurrir agrupados. “Por ese motivo, decidimos evaluar la distribución temporal de los casos diagnosticados de LMA en España entre los años 2004-2015″, explica Juan Manuel Alonso Domínguez, especialista del Servicio de Hematología y Hemoterapia en el hospital madrileño y uno de los autores principales del trabajo, realizado en el marco del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD), y cuyos hallazgos se han publicado en la revista científica“British Journal of Haematology”.

El objetivo del estudio fue investigar el patrón temporal del diagnóstico de casos de leucemia mieloide aguda en la población en general y por estratos de edad y sexo. De esta manera, se encontró una agregación temporal en el diagnóstico de este tipo de leucemia que “podría indicar la existencia de un factor etiológico estacional que explicara esta asociación temporal”, detalla el Dr. Fernando Sánchez-Vizcaíno, profesor de Salud Pública Veterinaria en la Universidad de Bristol y primer firmante del estudio.

16% más casos que en agosto

Para realizar la investigación, se utilizaron datos anónimos de pacientes ingresados en hospitales españoles con este tipo de leucemia entre los años 2004 y 2015, obtenidos del Ministerio de Sanidad. Además, se estimó la población de riesgo a partir del censo registrado por el Instituto Nacional de Estadística en el mismo periodo. “Se derivó la incidencia mensual de LMA para el periodo de estudio, que fue analizada a través de modelos multivariables lineales generalizados de Poisson, que tienen en cuenta la dependencia temporal de las observaciones mediante la introducción de componentes autorregresivos y de promedio móvil”, explica Sánchez-Vizcaíno, añadiendo que se analizaron 26.472 casos, lo que supuso “la serie más grande de casos de leucemia mieloide aguda jamás analizada para este propósito”.

Según los resultados del trabajo, en enero aumenta la incidencia de casos de LMA, “con una diferencia media mínima del 7% cuando es comparada con febrero, y con una diferencia media máxima del 16% cuando se compara con noviembre y agosto”, detalla el Dr. Sanchez- Vizcaíno. El hecho de que el diagnóstico de leucemia mieloide aguda sea estacional implicaría que factores de riesgo estacionales, como agentes infecciosos o medioambientales, influyen en el desarrollo y/o en la proliferación de la enfermedad.

“Nuestros resultados mostraron un pico anual, que sería más consistente con la exposición a un agente viral que con la exposición a un factor ambiental”, señala el Dr. Alonso. En este orden, continúa “el mecanismo etiológico debería ser diferente al ejercido por una presión viral crónica, ya que se trata de una enfermedad agresiva y aguda que probablemente requiera de un corto período de incubación. El mecanismo alternativo y más plausible sería que un agente viral estimulase la proliferación rápida de células madre leucémicas preexistentes y quiescentes”, explica.