Cáncer

Impulsar la investigación, vital para la cura del cáncer

La Fundación Mutua Madrileña financia proyectos de investigación en salud desde 2003

La doctora Noelia Tarazona, beneficiaria de una ayuda de la Fundación Mutua para estudiar el cáncer de colon / INCLIVA
La doctora Noelia Tarazona, beneficiaria de una ayuda de la Fundación Mutua para estudiar el cáncer de colon / INCLIVALa RazónLa Razón

Sentarse frente a un paciente con un cáncer que no ha respondido a ningún tratamiento y explicarle que no hay nada más que hacer es desolador para el médico. «Que una persona se vaya a su casa pensando que se va a morir es muy duro. Y no poder ofrecer nada más es frustrante, por eso investigo», afirma Noelia Tarazona, oncóloga del Hospital Clínico de Valencia e investigadora Joan Rodés del Grupo de Investigación en cáncer colorrectal y nuevos desarrollos terapéuticos en tumores sólidos de Incliva.

Tarazona lleva a cabo un proyecto para intentar recuperar la pérdida de la expresión del gen CDX2, que se asocia a la recaída de la enfermedad y a un mal pronóstico. La doctora ve pacientes en consulta y luego investiga las muestras de sus tumores en el laboratorio, en el edificio situado enfrente del hospital. Lo hace en colaboración con biólogos y facultativos de otras especialidades, incluso de otros centros, porque «uno solo no avanza», señala. «En la enfermedad sea cual sea, las células son mucho más listas que todos nosotros. El conocimiento unido es lo que permite que estemos progresando», explica. De momento, hace unos meses ha presentado resultados prometedores en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO).

Convocatoria de ayudas

Esta oncóloga valenciana accedió a la financiación para abordar este proyecto a través de la convocatoria de Ayudas a la Investigación en Salud de la Fundación Mutua Madrileña, que cada año concede dos millones de euros para poner en marcha proyectos de investigación en distintas especialidades, entre ellas oncología.

Dada la amplitud y complejidad de la especialidad, el comité científico de la fundación, que preside el doctor Rafael Matesanz, selecciona en cada convocatoria un tipo de tumor. En 2020, cuando la doctora Tarazona recibió su ayuda se dedicó al colorrectal; en 2021, al de páncreas; en el 2022, al de pulmón, y en 2023, en la vigésima convocatoria ininterrumpida de estas ayudas, que se lanzará el próximo mes de febrero, se otorgará a la inmunoterapia.

A punto de cumplir 20 años –el aniversario se celebrará el próximo 2023- de ayudas ininterrumpidas, la Fundación Mutua Madrileña mantiene su compromiso de «apoyar la investigación médica y aumentar su compromiso social», recuerda su presidente y del grupo asegurador, Ignacio Garralda. «Queda mucho campo por pensar, colaborar, investigar y descubrir…» para encontrar fármacos que aporten a los pacientes algún beneficio, concluye Tarazona.

Resultados esperanzadores

En estos últimos años, algunas de las investigaciones financiadas en el campo de la oncología han logrado resultados esperanzadores en la identificación de dianas terapéuticas para atacar determinados subtipos tumorales o de mecanismos y moléculas candidatas para bloquearlos o activarlos. Por ejemplo, en 2016, la doctora Houria Boulaiz recibió una ayuda para investigar una molécula candidata contra el cáncer ginecológico. Además de ser catedrática de la Universidad de Granada y miembro del grupo de investigación «Terapias avanzadas: Diferenciación, Regeneración y Cáncer», también pertenece al Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (IBS Granada) y a la Unidad de Excelencia «ModelingNature: from nano to macro» de la UGR.

Con la ayuda de la Fundación Mutua Madrileña, logró desarrollar un sistema de terapia génica para el cáncer capaz de frenar la proliferación de células de diferentes tipos de tumores, tales como el colorrectal, el de cérvix y el de mama, tanto in vitro como in vivo, deteniendo su crecimiento. El sistema, basado en la toxina LdrB, fue patentado y descrito en la revista científica «Cancers».

Los proyectos que financia la Fundación Mutua suelen estar fuera del circuito de proyectos que asume la industria farmacéutica, bien por estar en sus primeras fases, bien por tratarse de temas que no implican moléculas, tales como la cirugía, o bien porque son más experimentales, en cualquier caso, imprescindibles.

Así, otro ejemplo reciente de éxito es el proyecto de la doctora Marina Paradela, del Instituto de Investigación Biomédica de La Coruña y cirujana torácica del Centro Hospitalario Universitario de La Coruña (Chuac). Su investigación persigue profundizar en el conocimiento de las mejores técnicas quirúrgicas para extirpar un tipo de tumor pulmonar.

El estudio, además, es colaborativo entre hospitales de varias comunidades autónomas españolas; por un lado, para lograr una muestra lo suficientemente grande como para que los resultados sean relevantes y, por otro, «para evitar que la variable “cirujano” sea un factor de confusión», explicaba la doctora.