Fertilidad

A partir de los 40 años es muy difícil ser madre con óvulos propios, aunque no puede afirmarse que sea imposible

La tasa de embarazos exitosos en estos casos es muy baja, esto es lo primero que informa el médico a aquellas mujeres que quieren intentarlo

La colonización oral de C. albicans comienza al nacer, pero el alcance de la participación de la madre en su transmisión a sus hijos no está claro
La colonización oral de C. albicans comienza al nacer, pero el alcance de la participación de la madre en su transmisión a sus hijos no está claroPixabayLa Razón

Ya hemos hablado en numerosas ocasiones que uno de los grandes retos de la medicina reproductiva es lograr que las mujeres de más de 40 años puedan ser madres con sus propios óvulos, es decir, que no tengan que renunciar a su herencia genética. Lo cierto es que en España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), ya existen más madres que tienen hijos a los 40 que a los 25 años. Y es en este punto donde nace un gran dilema. Cuando estas mujeres de edad madura preguntan cuál es el tratamiento de reproducción asistida con mayor tasa de éxito, la respuesta es aceptar una donación de óvulos, aunque si es deseo de la paciente, y su reserva ovárica lo permite, se puede plantear una fecundación in vitro con óvulos propios. La elección es muy compleja e implica una tormenta de emociones en la mujer.

Recientemente, una revista médica británica, EC Gynaecology, ha publicado un interesante artículo sobre este tema. El artículo recoge la experiencia e investigaciones de un reputado científico francés residente en Granada desde hace más de 30 años, el doctor Jan Tesarik, actualmente director de Clínica MARGen (la cual fundó junto a la doctora Carmen Mendoza) junto a la también doctora y embrióloga Raquel Mendoza Tesarik. Se titula «Motherhood at Age Over 40: Personal Experience». Nos hacemos eco de su valioso contenido científico.

Según el doctor Tesarik, hay muchas mujeres que, aun conscientes de las pocas probabilidades de éxito con sus propios óvulos (se necesitan al menos 4 intentos en mujeres de 44 años para lograr un 20% de pronóstico favorable, frente al hasta 80% por un solo intento con ovocitos de donantes), prefieren intentarlo con sus propios óvulos. Teniendo en cuenta esta situación, muchos especialistas, entre ellos el doctor Tesarik, se centraron en mejorar las posibilidades de embarazos exitosos en estos casos.

La historia e investigaciones del doctor Tesarik, junto a la doctora Carmen Mendoza, comenzó a finales de la década de 1990 y principios de la de 2000. El primer ensayo controlado aleatorio que evaluó las posibilidades de mejorar la tasa de nacidos vivos en mujeres mayores de 40 años se publicó en 2005 («Improvement of delivery and live birth rates after ICSI in women aged > 40 years by ovarian co-stimulation with growth hormone». Human Reproduction), en él se demostró que la adición de hormona de crecimiento durante la estimulación ovárica aumentó significativamente las tasas de parto y de nacidos vivos después de la ICSI en mujeres mayores de 40 años. Sus estudios posteriores confirmaron esto, encontrando y explicando algunos de los mecanismos implicados en esta acción («Editorial: Growth hormone in fertility and infertility: Physiology, pathology, diagnosis and treatment». Frontiers in Endocrinology). Además, demostraron que la hormona del crecimiento también mejora la receptividad uterina en mujeres con fallas de implantación repetidas, independientemente de la edad («New criteria for the use of growth hormone in the treatment of female infertility: Minireview and a case series». EC Gynaecology).

El doctor Jan Tesarik, además de la hormona del crecimiento, usa otros tratamientos de apoyo que ha constatado científicamente. Uno de ellos es la repetición de la inyección de la gonadotropina coriónica humana (HCG) inyección antes de la recuperación de ovocitos. Ha demostrado que, además de desencadenar la maduración final del ovocito, la HCG también sirve para aflojar la unión de los complejos de cúmulos de ovocitos a la pared de los folículos ováricos («Double HCG trigger improves recovery of oocytes in women with a paucifollicular response to ovarian stimulation: A pilot study». Gynecology and Obstetrics). No tiene dudas de que el uso de dos inyecciones de HCG —el primero para sincronizar los eventos de maduración final en el ovocito con el tiempo esperado de aspiración del ovocito y el segundo, administrado al día siguiente, para permitir la aspiración de ovocitos de pequeños folículos, si están presentes— mejora los resultados en esta categoría de pacientes.

En el futuro, según este pionero de la reproducción asistida, el problema del envejecimiento de los ovocitos probablemente se resolverá, en el contexto de los tratamientos de reproducción asistida, con la creación de ovocitos a partir de células somáticas de la propia paciente, pero esta técnica aún se encuentra en una fase de desarrollo y evaluación («Human artificial oocytes from patients’ somatic cells: Past, present and future». Reproduction and Fertility).

En conclusión, las investigaciones del doctor Jan Tesarik en mujeres mayores de 40 años para lograr una maternidad con óvulos propios afirman que, además de la técnica altamente eficiente mediante donación de ovocitos, ha conseguido una mejoría sustancial en los intentos tradicionales de fecundación in vitro con ovocitos de las propias pacientes, aunque la tasa de porcentaje de éxito aún está lejos de la alcanzable con el uso de ovocitos donados. Sin embargo, la mejora de las posibilidades con sus propios ovocitos anima a muchas mujeres mayores de 40 años a probar sus últimas oportunidades. Otro dato a tener en cuenta es que la receptividad uterina para los embriones no manifiesta una disminución relacionada con la edad similar a la de la calidad de los ovocitos.

Independientemente de la técnica utilizada, los enfoques diagnósticos y terapéuticos adaptados al paciente, incluidos la condición de la pareja masculina en el caso de que la haya, son necesarios a nivel de asesoramiento, diagnóstico y tratamiento para dar la mayor posibilidad de lograr el nacimiento de un niño sano («Patient-tailored reproductive health care». Frontiers in Reproductive Health). Sin duda, podemos afirmar que las numerosas investigaciones y estudios realizados en Clínica MARGen ( clinicamargen.com) por el doctor Jan Tesarik, la doctora Carmen Mendoza y la también doctora Raquel Mendoza Tesarik reflejan que con tratamientos personalizados se pueden aumentar las tasas de éxito de embarazos exitosos en mujeres de más de 40 años con óvulos propios. Como decíamos al principio, probar con óvulos propios o donados es una compleja decisión en mujeres de más de 40 años, y si la elección es intentarlo con óvulos propios, es aconsejable ponerse en manos de especialistas de estos casos.