Salud cardiovascular

Ablaciones efectivas sin frío ni calor para la arritmia más común

El campo pulsado es una técnica idónea frente a la fibrilación auricular desde fases tempranas

Un millón de personas sufre esta arritmia en España
Un millón de personas sufre esta arritmia en EspañaQUIRÓNSALUDLA RAZÓN

La fibrilación auricular es una de las arritmias cardíacas más frecuentes. En muchos pacientes, empieza con episodios cortos que van aumentando con el paso del tiempo hasta que se hacer permanente. Se trata de un tipo de latido cardíaco irregular y por lo general muy rápido. Aunque a veces cursa sin síntomas, su detección y abordaje precoces resultan fundamentales, ya que incrementa el riesgo de embolias o ictus.

«El diagnostico, que ha de ser validada idealmente por un cardiólogo, se realiza siempre y únicamente por un trazado de electrocardiograma (ECG), ya sea en un ECG realizado en una consulta médica o en un preoperatoria, en un ECG ambulatorio (Holter), en un registro correcto y del que quede constancia de un monitor en urgencias o en un quirófano o incluso en un registro con un sistema de autorregistro (no vale un pulsómetro)», explica el doctor Ángel Moya, director de la Unidad de Arritmias del Instituto del Corazón Quirónsalud Dexeus.

Una vez confirmada la fibrilación auricular en los pacientes en los que considera indicado intentar eliminarla y recuperar el ritmo sinusal, hay varias opciones de tratamiento: fármacos antiarrítmicos, cardioversión eléctrica o la ablación. Y dentro de esta última la ablación por campo pulsado.

Así, cuando los medicamentos no logran controlar el ritmo cardíaco o cuando los pacientes no desean o no pueden tomar medicamentos antiarrítmicos o en aquellos con mayor riesgo de complicaciones, se suele optar por la cardioversión o la ablación.

La cardioversión, como precisa el doctor, es un tratamiento «puntual que elimina la fibrilación auricular» en la mayoría de los pacientes, pero «no es capaz de mantener el ritmo sinusal, de forma que en la mayoría de ocasiones los pacientes vuelven a presentar fibrilación al cabo de poco tiempo». Es decir, suele ser «un tratamiento que se usa como puente, pero no como tratamiento definitivo», precisa.

La ablación de fibrilación auricular por campo pulsado (PFA) es una técnica de ablación con catéter que utiliza pulsos eléctricos de alto voltaje para destruir el tejido cardíaco responsable de la arritmia. La PFA se considera una alternativa a las ablaciones que se realizaban aplicando radiofrecuencia (calor) o crioterapia (frío).

Así, esta técnica, «cuyo uso clínico fue aprobado en Europa a partir de 2021 (en España desde 2023)», consiste en hacer «unas lesiones controladas en la zona de la aurícula izquierda en la que se suele originar la fibrilación auricular, con el objetivo de, no solo eliminar la fibrilación, sino además evitar que vuelva a presentarse», detalla.

«En el momento actual –prosigue– es el tratamiento más efectivo, pero ni está indicado en todos los pacientes ni tiene una efectividad del 100% en todos ellos. Por ello debe de realizarse una selección cuidadosa de qué pacientes pueden beneficiarse o no de la ablación, y tener una idea de la probabilidad de éxito que se le puede ofrecer según lo evolucionada que esté la afectación, del tiempo que lleve el paciente con fibrilación auricular y de si esta es paroxística (intermitente) o ya persistente, así como de la edad del paciente...».

De modo que los mejor candidatos y con posibles mejores resultados serán aquellos que «tengan la fibrilación auricular en fases iniciales y con una aurícula izquierda que no esté muy lesionada ni muy dilatada. A medida que la fibrilación auricular esté más evolucionada, la efectividad de la ablación será menor», añade el doctor.

Y todavía así, la ablación por campo pulsado tiene la ventaja de ser más segura y más selectiva que la ablación convencional, ya que al usar energía eléctrica, no térmica, minimiza el daño a estructuras cercanas, lo que reduce el riesgo de complicaciones graves como la estenosis de las venas pulmonares, la parálisis del nervio frénico o la lesión esofágica.

Además, permite que los procedimientos sean más eficientes y más rápidos, así como una mayor durabilidad y eficacia a largo plazo de la técnica, ya que al no basarse en el calor o frío extremos, las lesiones son más duraderas y menos propensas a la reconexión. Además, su selectividad tisular mejora la predictibilidad de las lesiones y simplifica la técnica al requerir menos precisión en el contacto y la presión del catéter.

Un mal en auge

►La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente entre la población general. «Se estima que en España y en general en Europa, un 1% de toda la población puede sufrir esta patología, por lo que en España «hay por lo menos 1 millón de personas con fibrilación auricular», afirma el doctor Moya.

Esta arritmia aumenta con la edad, de ahí que ese porcentaje llegue al 8% en personas de más de 80 años. Pero no solo se debe a la edad.

La hipertensión arterial, la obesidad y el sobrepeso, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la diabetes, la apnea del sueño o el sedentarismo aumentan el riesgo de sufrir esta arritmia.

De ahí que se estime que «en 2060 el 9,5% de las personas mayores de 65 años podría tener fibrilación auricular», concluye Moya.