Dermatología

Una de cada 3 alergias al frío afecta a la piel y otros órganos

El tiempo de exposición y el umbral de temperatura determinan su gravedad

Alergia al frío
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Se conoce como alergia, pero lo correcto es hablar de urticaria inducida por el frío, señala Ana María Giménez-Arnau, dermatóloga del Hospital del Mar de Barcelona y profesora de la Universidad Pompeu Fabra. Las lesiones que produce son habones, ronchas, manchas rojas que pican, que pueden llegar a hincharse y que desaparecen cuando se deja de estar en contacto con una fuente de frío, sólida, líquida o aire.

La sensación es muy incómoda pero, además, quien la padece puede asumir situaciones de riesgo en las que la exposición de todo el cuerpo hace posible que, aparte de las manchas, haya una afectación sistémica, advierte. «Podría dar lugar a desvanecimiento o también –detalla-, en una persona con una urticaria muy importante, dificultar al tragar a la hora de ingerir un helado, por ejemplo».

La prueba del cubito de hielo

«La alergia al frío se considera una urticaria crónica pues dura más de seis semanas, pudiendo las crisis desarrollarse durante meses y años. Se diagnostica tras escuchar al paciente y provocándola sobre la piel aplicando una bolsa con un cubito de hielo. Cuando este se empieza a deshacer se mantiene unos cinco minutos y después de retirarlo, pasados otros diez minutos, suele observarse el habón», detalla. También se usan otros aparatos para medir la temperatura de umbral.

Un cubito de hielo al deshelarse tiene una temperatura de 4ºC y tradicionalmente se ha identificado la urticaria por frío con la exposición a esta temperatura, sin embargo, «esto no es real -afirma Giménez-Arnau–. La mayoría de las personas que la padecen la tienen a temperaturas de 16ºC, 18ºC y hasta con 20ºC e incluso 22ºC». Es decir, que según que tipo de urticaria por frío se tenga, el aire acondicionado podría ser una causa de su aparición en algunas personas.

La gravedad de esta patología va en función del tiempo que tardan en manifestarse las ronchas así como de a qué temperatura lo hacen. «No es lo mismo quien se expone a 4ºC y en un minuto le salen habones, que quien entra en contacto con esa temperatura y no es hasta media hora después cuando empieza a notarse las manchas. Si la piel reacciona a los 20ºC, la enfermedad será mucho más incapacitante», detalla.

Giménez-Arnau llama la atención sobre el hecho de que hay pacientes que están años sin diagnosticar. «Muchas veces lo saben pero, si no es muy grave, se abrigan y no van al médico porque en el momento que alcanzan la temperatura normal las ronchas desaparecen de su piel».

No obstante, «en algunas ocasiones –advierte–, puede ser grave. Es el caso de una persona con una fuerte urticaria a la que se le enfría todo el cuerpo, por ejemplo, mientras la operan en un quirófano con un ambiente frío. La reacción cutánea con habones podría llevar al equipo médico a pensar que se trata de otra cosa». También le puede pasar a un submarinista o a un profesional que trabaja con congeladores industriales. En estos casos la enfermedad tiene un impacto en su profesión.

Tiene cura

Hay muchas personas que no son conscientes de que padecen esta enfermedad hasta que se bañan en el mar de una zona más fría a la que están acostumbrados pero en otros casos es tan evidente como no poder poner las manos en la nevera. Cerca de un 30% de las urticarias por frío tienen afectación no solo en la piel sino en otros órganos, señala. Por eso es tan importante acudir a un médico, recomienda esta doctora: «Hay por toda la geografía española especialistas, normalmente dermatólogos, que se dedican a las urticarias inducibles, que no solamente son las inducidas por el frío. También hay centros de referencia».

La urticaria por frío no se cura espontáneamente y no solo se tiene que tratar cuando haya una exposición al frío, recalca. «El tratamiento con antihistamínicos de segunda generación a dosis adecuadas, que no dan sueño, ha de ser continuo, merece la pena y hay un alto porcentaje de éxito», señala. «Una vez hecho el diagnóstico y establecido el umbral, es fundamental –subraya–, continuar con el tratamiento el tiempo que haga falta, a veces más de un año, para llegar a eliminar la enfermedad y que se pueda hacer una vida normal mientras tanto».

Son pocos las casos en que esta medicación no da resultado. Entonces se puede recurrir a un anticuerpo monoclonal, Omalizumab, que se administra por vía subcutánea una vez al mes pero que todavía no está indicado para urticaria inducible por frío salvo para su uso compasivo.