Alimentación

¿Cuál es más saludable, la comida caliente o la comida fría?

Explora el impacto que la temperatura de tus alimentos puede tener en tu bienestar y salud

Familia comiendo durante el confinamiento | Fuente: Frederic Cirou / Freelance
Familia comiendo durante el confinamiento | Fuente: Frederic Cirou / FreelanceFrederic CirouGTRES

La comida caliente posee ciertas ventajas para nuestra digestión debido a la temperatura constante de alrededor de 37 grados Celsius que se mantiene en nuestro estómago y en todo nuestro organismo. Cuando se ingieren alimentos calientes, estos ya están próximos a la temperatura de nuestro cuerpo, facilitando así el proceso digestivo.

En contraste, cuando consumimos alimentos fríos, nuestro estómago tiene que emplear tiempo y energía para calentar dichos alimentos hasta alcanzar la temperatura corporal. Este esfuerzo adicional puede ralentizar la digestión, generando en ocasiones una sensación de pesadez o incomodidad. De este modo, los alimentos cocidos o calientes son digeridos con mayor facilidad, lo que podría ser especialmente beneficioso para aquellas personas que padecen de digestiones pesadas.

Otro aspecto relevante a considerar es que el consumo de comida caliente puede influir en la cantidad que comemos. Según un estudio llevado a cabo por la Western Washington University, en el que se examinaron a 120 participantes a quienes se les sirvió dos veces el mismo sándwich, una vez frío y otra caliente, se descubrió un resultado interesante: aquellos individuos que consumieron el sándwich frío experimentaban una sensación de no haber comido lo suficiente. Como consecuencia, estos sujetos tendían a solicitar más comida de la que inicialmente habían recibido.

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Los alimentos fríos suelen permitirnos comer a un ritmo acelerado, mientras que los alimentos calientes nos hacen comer más despacio, lo que sin duda favorece el proceso de saciedad y nos ayuda a tener un mayor control sobre la cantidad que comemos. Sin embargo, es esencial recordar que, a pesar de que la comida caliente pueda hacernos sentir más saciados, esto no significa automáticamente que sea una opción más saludable. En absoluto.

Cuando la calidad de los platos fríos que consumimos es alta, no es necesario regular tanto la cantidad de alimentos que ingerimos. Por ello, es importante que incluyamos alimentos realmente saciantes, nutritivos y, preferiblemente, que nos hagan masticar más, para así comer más despacio, tal como lo haríamos con un plato caliente de verduras o legumbres. En resumen, si preparamos alimentos fríos, es crucial incluir más alimentos ricos en fibra, como verduras, legumbres o granos enteros, que nos aporten sensación de saciedad.