Alimentación

El estudio español que confirma qué provoca el ayuno intermitente en tu cuerpo

Una investigación 'made in Castilla-La Mancha' pone de relieve los efectos sobre el apetito, el peso corporal y la diabetes de la restricción temporal o ayuno intermitente

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La dieta del ayuno intermitenteFreepik

El ayuno intermitente no es una dieta por sí misma, así que los efectos que provoca en el cuerpo humano son dignos de estudio. A grandes rasgos, el ayuno no implica variar el tipo de alimento o restringir la cifra de kilocalorías que consumimos al día. Por el contrario, consiste en establecer periodos de tiempo entre comidas, en los que, por lo general, no podemos comer nada de nada. ¿La recompensa? Fundamentalmente, es que cuando ingerimos, podemos comer (casi) de todo. Y aun así, perder peso.

La finalidad de estos de estos tramos de ayuno es obligar al cuerpo a que recurra a los nutrientes almacenados en forma de grasas o tejidos adiposos. Esto nos permitiría adelgazar. Pero no solo eso. Además, varias investigaciones científicas relacionan el ayuno intermitente con una reducción en el riesgo de sufrir patologías asociadas a la edad. Estas incluyen: enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer e, incluso, demencia o deterioro cognitivo.

Ahora, un estudio español ha logrado confirmar qué efectos o beneficios provoca el ayuno intermitente en nuestro cuerpo. En concreto, como una forma de afectar positivamente a nuestros procesos inflamatorios. Y es que esta modalidad de restringir la ingesta de alimentos de forma diaria, en una ventana temporal, resulta efectiva para reducir la inflamación. Es decir, que pone freno al proceso que se encuentra detrás de enfermedades como la diabetes tipo 2, la artritis reumatoide, la obesidad y hasta la depresión.

Así lo constata el primer metaanálisis -un estudio de estudios- realizado sobre la materia, liderado por un equipo de investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).

Qué tipo de ayuno intermitente ha demostrado ser eficaz

Cabe destacar que hay varios tipos de ayuno intermitente, pero el más sencillo y el más común es el que restringe el consumo de alimentos a un período de tiempo que generalmente oscila entre las seis y las diez horas. En los últimos años, han visto la luz muchos estudios que atribuyen beneficios muy positivos para la salud de optar por esta estrategia dietética. Entre ellos se encuentran los que han demostrado un aumento de la longevidad o un retraso de la aparición de enfermedades neurodegenerativas.

Pero de las investigaciones llevadas a cabo en personas humanas, se han constatado esencialmente que mejora la salud cardiometabólica. Es decir, que ayuda a reducir la obesidad, la hipertensión, el asma y la artritis reumatoide. El nuevo descubrimiento surge a raíz de que, por primera vez, se hayan sintetizado y agrupado los efectos de estudios previos para concluir cómo el ayuno reduce marcadores asociados con la inflamación y, por tanto, podría ser beneficioso. Rubén Fernández Rodríguez, profesor de la UCLM, ha liderado esta investigación, que ha recuperado 25 trabajos previos con aproximadamente un millar de participantes.

«Las modalidades de restricción de la ventana de ingesta han demostrado beneficios comparables y algunas veces superiores a la restricción calórica continua para la pérdida de peso y la mejora cardiometabólica. No obstante, hasta la fecha no se había determinado su efectividad en la inflamación. Nuestros hallazgos sugieren que la restricción de la ventana de ingestas reduce biomarcadores inflamatorios como el factor de necrosis tumoral, mostrando también una disminución de la leptina, una adipoquina clave», especifica Fernández Rodríguez.

Es decir, que el ayuno reduce la TNF-α o factor de necrosis tumoral, que afecta la excreción de colesterol y la respuesta celular a la insulina. O, lo que es lo mismo, reduce el riesgo de diabetes y otras enfermedades metabólicas. Por su parte, la leptina es una hormona involucrada en la regulación del peso corporal que el ayuno vendría a rebajar. Como curiosidad, viene de la raíz griega leptos, que se traduce como "delgado", poniendo de relieve su función en el control del peso corporal a través del control del apetito y la termogénesis (quema de grasas corporales).

El trabajo en cuestión ha sido publicado por la revista American Journal Of Clinical Nutrition. Su publicación ha sido posible con la colaboración del también profesor de la UCLM, Vicente Martínez Vizcaíno, y de cuatro investigadores de la Universidad de Adelaida (Australia) y el Instituto de Investigación Médica y de Salud de Australia Meridional.