Utiliza esta técnica para desconectar del trabajo y mantener tu productividad

Hace unos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el ‘burnout’ o desgaste profesional como enfermedad. Este se produce como consecuencia de un estrés laboral crónico, caracterizado además por la incapacidad para desconectar del puesto de trabajo. Los pensamientos de desmoralización o de que no vamos a llegar a todo tienen un impacto muy grande en nuestro estado de ánimo, provocando sentimientos de tristeza, ansiedad y desánimo.

Además, cuando nuestro cerebro se encuentra acosado por una ansiedad constante, como la provocada por el estrés laboral crónico, provoca un desgaste físico terrible. Uno de los efectos más notorios del estrés en nuestro organismo se debe a un aumento en la producción de cortisol, la llamada “hormona del estrés”, que es una hormona que nuestro cuerpo produce de forma natural como respuesta al estrés… como respuesta a un estímulo que nuestro organismo interpreta como una amenaza.

Cuando sufrimos ansiedad y síntomas crónicos de estrés, nuestro organismo genera dosis extra de cortisol (o excesiva noradrenalina, adrenalina u otros neurotransmisores de este tipo). Y eso tiene un enorme impacto en nuestro cuerpo. Entre otras muchas cosas podemos señalar la caída del cabello, las náuseas, los temblores, los trastornos menstruales, los eczemas, el insomnio, el colon irritable o el aumento de peso.

Por todo lo anterior, es importante que aprendamos a combatir los efectos y, sobre todo, las causas del estrés laboral crónico. En el acelerado mundo actual, es fácil verse atrapado en el ajetreo de la vida cotidiana, lo que dificulta desconectar de nuestros pensamientos y preocupaciones. Y esto es especialmente cierto por la noche. Cuando nos vamos a dormir, apagamos la luz y nos tumbamos en la cama, nuestro cerebro está desocupado… y eso le da rienda suelta para que siga obsesionándose con los mismos pensamientos negativos una y otra vez. La ansiedad provocada por el bombardeo constante de preocupaciones puede dificultar la conciliación del sueño y el descanso… lo que solo empeorara el problema.

Si estás cansado de dar vueltas en la cama toda la noche debido a pensamientos negativos, sigue leyendo para saber más sobre cómo mejorar tu relación con el sueño y conseguir el sueño reparador que te mereces:

Qué hacer para desconectar el cerebro

La mayoría de las personas han aprendido a lidiar con la derrota. Al fin y al cabo, no conseguir lo que queremos es parte de la vida. Sin embargo, por muy resiliente que sea una persona… y por mucho que sea capaz de aceptar y superar la derrota, llegará un punto en el que acabará afectando a su estado de ánimo. La falta de éxito repetitiva produce este estrés en nuestro cerebro, provocando la segregación de neurotransmisores estresores como el cortisol.

De la misma forma, aunque en sentido contrario, la euforia reiterada al conseguir éxitos afecta en sentido positivo a nuestro cerebro, provocando una mayor segregación de neurotransmisores como la serotonina o dopamina, que son buenos para el funcionamiento de nuestro cerebro y para nuestro estado de ánimo, porque contrarrestan las emociones negativas y permiten regular los niveles de estrés.

Por eso, la primera recomendación de los expertos frente al estrés laboral crónico es aprender a ser justos cuando nos observamos a nosotros mismos y cuando evaluamos nuestra situación laboral y personal. No significa que seamos benévolos o que nos tomemos a nosotros mismos a la ligera. Se trata de ser objetivos para que lo que percibamos como derrotas sean verdaderas derrotas… y no una exageración provocada por la continua manifestación de emociones negativas.

Como curso de acción, también es muy importante que aprendamos a organizar nuestros horarios, en función de nuestros objetivos en el corto, medio y largo plazo. Hacer un plan de vida que se traduzca en un horario más o menos detallado de nuestro día a día, en el que se tengan en cuenta no sólo las cosas que queremos conseguir, sino también nuestras necesidades de alimentación, sueño y ocio, permitirá que aliviemos la carga del “no me da tiempo a todo”.

Organizar y planificar para tener tiempo para ellas será lo que permitirá que nuestro cerebro pueda secretar estas hormonas en positivo, estos neurotransmisores que nos ‘curan’, de forma que podamos compensar el estrés que tanto afecta al cerebro. Y para hacerlo, el mejor momento es por la tarde-noche. Es la última tarea que debemos hacer antes de irnos a dormir. Simplemente nos sentaremos, con un bolígrafo y una agenda frente a nosotros, y diseñaremos cómo será la jornada que queremos tener al día siguiente.

De esta forma conseguiremos organizar nuestro día a día de una forma sostenible y eficiente, que tenga en cuenta nuestras necesidades y que nos libere del estrés de tener mil tareas pendientes en la cabeza. Esto permitirá también que disfrutemos de un buen descanso y que podamos recuperar nuestras capacidades físicas y mentales, así como levantar nuestro estado de ánimo general y normalizar nuestros niveles de estrés.