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¿Cómo sé si tengo piojos?

Un error muy frecuente es mirar a ojo el cabello; hay que buscarlos con una lendrera

La lendrera se usa tras el baño y con el pelo húmedo para no dar tirones
La lendrera se usa tras el baño y con el pelo húmedo para no dar tironesFREEPIKFREEPIK

Los piojos son pequeños insectos que viven en la cabeza de las personas. Son parásitos y necesitan alimentarse de sangre humana para sobrevivir.

1. ¿A quiénes afecta?

Principalmente a niños y adolescentes en edad escolar, incluyendo su unidad familiar, aunque puede contagiarse cualquier persona que tenga pelo.

2. ¿Por qué aparecen?

Por transmisión de contacto directo de pelo con pelo con una persona que tenga piojos. Menos frecuente es el contacto indirecto al usar el sofá, cojines… o bien por compartir cepillos u otros objetos con la persona afectada.

3. ¿Cómo sé si tengo piojos?

Pasándome una buena lendrera, una capaz de desprender los huevos o liendres que son más pequeños y están adheridos con un cemento que tienen las hembras piojo. Este cemento se llama quitina, y hace que los huevos no se caigan solos ni echando lociones. Deberemos quitarlos mecánicamente. Los piojos son visibles a simple vista, pero no hay que buscarlos a ojo por el cabello, es un error muy frecuente de los padres, mirar y decir: «Mi hijo no tiene». Los piojos huyen de la luz y son muy rápidos en el cabello, por lo que se esconden. Hay que buscarlos con lendrera.

4. ¿Qué hacemos si recibimos un correo del colegio donde dicen que en la clase hay piojos?

Pasar la lendrera por todo el cabello de tu hijo. Es importantísimo nunca hacerlo a ojo, pues si hay piojos en su entorno social puede tener un contagio reciente con uno o dos piojos y eso es difícil de ver entre millones de cabellos, y como a veces no producen picor, nunca nos podemos fiar. La hembra piojo pone de seis a diez huevos por día, así que imagina la que puede liar en una semana una sola pioja. El uso de la lendrera de forma semanal debe de ser un hábito obligatorio en la etapa escolar para la prevención o detección de un contagio incipiente.

5. ¿Cómo tiene que ser la lendrera? ¿Cómo se debe usar?

De púas metálicas, largas y acanaladas. La separación entre púas debe ser de 0,2 mm. Las lendreras Assy 2000 son un buen ejemplo, además de las más usadas por los profesionales de la pediculosis. Se emplean tras el baño para hacerlo con el pelo húmedo y desenredado para no darle tirones y que la lendrera pase bien desde la raíz a las puntas, previamente haremos particiones por mechones.

6. Y si encontramos piojos, ¿hay que echar algún producto?

No es necesario. Yo, como enfermera de la Asociación Española contra la Pediculosis (AECP), recomiendo el uso de la lendrera, pero si se usan lociones, hay que respetar los tiempos y el prospecto. Las lociones no son ovicidas (no matan todos los huevos) y los propios piojos son ya mutirresistentes, por tanto no todos mueren con ellas. Esto provoca la relajación de los padres, creyendo que ya han acabado. Por lo tanto, la lendrera se convierte en la herramienta por excelencia, junto a una buena luz, paciencia y agudeza visual. Si no disponemos de estas últimas características, siempre podemos acudir a un centro de eliminación de piojos para acabar con ellos y educarnos bien sobre estos parásitos para que no cunda el pánico.

7. Una vez nos desparasitamos, ¿hay que llevar a cabo alguna limpieza especial en casa?

Sí, es imprescindible saber que los piojos fuera de la cabeza pueden vivir un máximo de 48 h y que por tanto las medidas de aislamiento o temperaturas a 60º los mata. Puedes ver todo en la web de la AECP en «comunicación a los padres».

8. ¿Qué mitos existen?

Hay varios y tan arraigados que nos cuesta un trabajo enorme reeducar. Hay que saber que los piojos no saltan ni vuelan, que pueden estar en cualquier cabeza mientras haya pelo. Que el tinte no los mata, ni los remedios caseros y que no viven en los colegios.