Investigación
El conocido fármaco para la diabetes que reduce la frecuencia de las migrañas
Los pacientes reportaron una media de 11 días menos de cefalea al mes
Los agonistas del GLP-1 han ganado gran atención recientemente, transformando los enfoques terapéuticos para diversas enfermedades, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. En el tratamiento de la diabetes tipo 2 (DM2), la liraglutida ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre y el peso corporal al suprimir el apetito y reducir la ingesta de energía.
Ahora, una investigación del Centro de Cefaleas de la Universidad de Nápoles "Federico II" (Italia), presentado en el Congreso 2025 de la Academia Europea de Neurología (EAN), ha demostrado un nuevo beneficio de esta molécula, que es que reduce la presión del líquido cerebral, por lo que disminuye a la mitad los días en los que las personas con migraña experimentan episodios cada mes.
Las migrañas son más que un simple dolor de cabeza; se caracterizan por síntomas como náuseas, sensibilidad a la luz y al sonido, y en algunos casos, incluso cambios visuales. Se cree que factores genéticos y ambientales desencadenan este fenómeno neurovascular, aunque la comprensión exacta de su origen sigue siendo objeto de investigación.
Los investigadores administraron liraglutida, un agonista del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), a 26 adultos con obesidad y migraña crónica (definida como =15 días de cefalea al mes). Los pacientes reportaron una media de 11 días menos de cefalea al mes, mientras que la puntuación de discapacidad en la Prueba de Evaluación de la Discapacidad por Migraña disminuyó 35 puntos, lo que indica una mejora clínicamente significativa en el trabajo, los estudios y el funcionamiento social.
Cada vez hay más evidencia que vincula estrechamente los aumentos sutiles de la presión intracraneal con las crisis de migraña. Los agonistas del receptor GLP-1, como la liraglutida, reducen la secreción de líquido cefalorraquídeo y ya han demostrado su eficacia en el tratamiento de la hipertensión intracraneal idiopática (HII). Por lo tanto, basándose en estas observaciones, Simone Braca, investigadora principal del estudio, y sus colaboradores plantearon la hipótesis de que usar el mismo mecanismo de acción podría, en última instancia, atenuar la sensibilización cortical y trigémina que subyace a la migraña.
Control de la presión intracraneal
"Creemos que, al modular la presión del líquido cefalorraquídeo y reducir la compresión de los senos venosos intracraneales, estos fármacos producen una disminución en la liberación del péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP), un péptido clave que promueve la migraña", destaca. "Esto plantearía el control de la presión intracraneal como una vía farmacológica completamente nueva y dirigible", añade, según recoge Ep.
Cabe destacar que, aunque el índice de masa corporal (IMC) de los participantes disminuyó ligeramente (de 34,01 a 33,65), este cambio no fue estadísticamente significativo. Un análisis de covarianza confirmó que la reducción del IMC no tuvo efecto en la frecuencia de las cefaleas, lo que refuerza la hipótesis de que la modulación de la presión, y no la pérdida de peso, es la causa del beneficio."La mayoría de los pacientes se sintieron mejor en las dos primeras semanas y reportaron una mejora significativa en su calidad de vida", apunta Simone Braca, investigadora principal. "El beneficio se mantuvo durante todo el período de observación de tres meses, aunque la pérdida de peso fue modesta y estadísticamente no significativa".
Tras este estudio piloto exploratorio de 12 semanas, el mismo equipo de investigación en Nápoles, dirigido por el profesor Roberto De Simone, está planificando un ensayo aleatorizado y doble ciego con medición directa o indirecta de la presión intracraneal. "También queremos determinar si otros fármacos GLP-1 pueden ofrecer el mismo alivio, posiblemente con incluso menos efectos secundarios gastrointestinales", finaliza Braca.
De confirmarse, los agonistas del receptor GLP-1 podrían ofrecer una nueva opción de tratamiento para una de cada siete personas en todo el mundo que padece migraña, en particular para aquellas que no responden a los tratamientos preventivos actuales. Dado el uso establecido de la liraglutida en la diabetes tipo 2 y la obesidad, podría representar un caso prometedor de reutilización de fármacos en neurología.