El cáncer no tiene fronteras, la investigación tampoco
«La investigación clínica aquí está en primera línea, todos cuentan con nosotros»
En España hay talento para desarrollar cosas nuevas, lo que no hay es dinero, asegura la hematóloga María José Terol
Es jefa clínica y responsable de la Unidad de Síndromes Linfoproliferativos del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Clínico de Valencia, además de secretaria, desde hace 13 años, del Grupo Español de Leucemia Linfocítica Crónica (Gellc).
¿Cuáles son las líneas de trabajo del Gellc?
Fundamentalmente, investigación clínica, diseño y participación en ensayos nacionales e internacionales, tanto en linfoma como en leucemia linfocítica crónica (LLC). También hemos desarrollado ensayos clínicos propios. Hemos participado en ensayos internacionales muy importantes como son el CLL 14 o el CLL 17, donde España fue uno de los máximos reclutadores, concretamente el segundo después de Alemania. De hecho, nos tuvieron que ampliar la cuota para que pudiéramos seguir reclutando. Esto es muy destacable porque hace cinco años no era así, no contaban con nosotros. Tenemos otra línea de investigación traslacional y formamos parte de una red de secuenciación de los genes en LLC, se llama red53. Detectamos y mutaciones de p 53, también el estado mutacional de la LLC, que son factores pronósticos muy importantes a la hora de elegir un tratamiento. El Hospital Clínico de Valencia es uno de los cuatro centros españoles que lo hacen para todo el país. Otro punto destacado tratado en congresos como Lugano, son las técnicas de inteligencia artificial radiómica aplicadas a la interpretación del PET TAC, y su impacto pronóstico en los linfomas.
Ha mencionado Lugano, donde se se celebró la 17ª Conferencia Internacional sobre el Linfoma. ¿Cuáles fueron las principales novedades?
La verdad es que este ha sido uno de los mejores que se recuerdan en los últimos 30 años, ya que en él ha habido novedades en muchísimos campos. Aunque Lugano siempre es un congreso mucho más clínico que básico, ha habido algunas aportaciones sobre el papel de cómo bloquear determinadas vías de señalización que producen una inhibición de otras vías importantes. Concretamente, la inhibición de CD 30 pues produce una regulación a la baja de la actividad de NIC, que es importante en todos los linfomas que expresan CD30. En segundo lugar, ha habido ha habido un conocimiento básico amplio sobre la aparición de resistencias en pacientes con leucemia linfática crónica, sobre todo aquellos que llevan en tratamiento continuado con inhibidores de BTK y cómo hay nuevos fármacos que degradan esta proteína que todavía están en fase 1 o 2, que son capaces de baipasear esa resistencia y de inducir una respuesta. Desde el punto de vista clínico, que es lo que fundamentalmente aborda Lugano, ha habido bastantes actualizaciones y novedades. A nivel de LLC, hemos visto todo el desarrollo de nuevos inhibidores de tirosina quinasa, de nuevos agentes que «baipasean» las resistencias a los inhibidores de tirosinas. Y hemos visto, también, la actualización de datos de utilización de las nuevas terapias dirigidas.
Recientemente también fue el Congreso Europeo de Hematología. ¿Qué es lo más destacado de la investigación reciente frente al cáncer hematológico?
Una vez más, hemos visto sobre todo en LLC, así como en todas las neoplasias linfoides el análisis final de los resultados de inhibidores de la tirosina quinasa de Bruton. También hay desarrollo de nuevos agentes que vencen las resistencias y novedades sobre otros nuevos agentes, principalmente inhibidores de BCL2, que es una proteína clave para la célula tumoral que prolonga la supervivencia. Hay nuevos inhibidores que son capaces de producir una muerte celular programada y que son activos en pacientes con enfermedad refractaria. También han destacado otra vez los nuevos agentes degradadores de la proteína quinasa de Bruton, que son activos en pacientes que han recibido un inhibidor de la tirosina quinasa y han desarrollado una resistencia al inhibidor.
"Hemos visto en LLC el análisis final de los datos de inhibidores de la tirosina quinasa de Bruton"
¿Cuál es estado de la innovación en España frente a esta enfermedad, la LLC?
Frente a la LLC somos un país que ha avanzado mucho en el tiempo. El GELLC lleva 13 años de vida y la verdad es que hemos desarrollado varios estudios propios, tenemos una red nacional de secuenciación de los pacientes con LLC. Y nos hemos introducido en todas las estructuras europeas de participación en ensayos clínicos. Esto es muy importante porque hemos sido capaces de atraer ensayos de fase 3, pero, sobre todo, de fase 1 y fase 2 de multinacionales importantes. Esto, hace siete años, no sucedía en España, nuestro país no tenía esa participación a nivel internacional que tiene ahora. Por tanto, yo creo que la innovación, a nivel de investigación clínica es muy importante. A nivel básico está más más limitada.
¿Y qué valoración general hace de la investigación frente al cáncer en España?
La investigación clínica en España está en un buen nivel. Nos hemos situado en primera línea, cuentan con nosotros a nivel europeo y americano. Somos participantes de varios ensayos internacionales, terapia CAR, ensayos con biespecíficos… España es un país reclutador muy, muy, muy activo. A nivel de la investigación básica, sí es cierto que aún nos queda mucho por hacer, hay que reivindicar mucha más investigación e I+D en este país. Investigación controlada que responda la financiación a los resultados obtenidos, pero hace falta una inversión en ese terreno claramente. Talento en España existe, tenemos talento para desarrollar nuevas cosas. Lo que no existe es dinero para ello.
El cáncer no tiene fronteras, pero la investigación tampoco. ¿Qué hace falta para poner solución al cáncer? ¿Cuáles son los próximos retos?
Creo que hay que fomentar la investigación básica. Hace falta que los gobiernos sean conscientes de que hay que investigar, que hay que seguir invirtiendo en investigación básica y en investigación traslacional. En este punto me gustaría destacar los proyectos de colaboración-privada, ya que son importantes para arrancar mucha investigación importante a nivel oncológico global. Por ello, es necesario fomentar programas de investigación de colaboración público-privada y favorecer este tipo de relación.
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