Ensayo

Investigadores españoles logran frenar los síntomas del párkinson en menores de 57 años

El Centro Integral de NeuroCiencias de HM Hospitales consigue, en colaboración con la Fundación Mapfre, reducir los síntomas de esta patología neurodegenerativa en pacientes con párkinson precoz mediante haces de ultrasonidos

Parkinson
ParkinsonDREAMSTIMEDREAMSTIME

Es como si hubiera envejecido de golpe. Así es como se sienten muchos pacientes con párkinson que ven cómo les tiembla una mano, tienen dificultad para batir un huevo o para mover la mano.

El párkinson, que en España afecta a unas 160.000 personas, es la segunda patología neurodegenerativa más frecuente después del alzhéimer. Pero, "mientras tres estudios han detectado que los nuevos casos de alzhéimer están bajando en países ricos, la incidencia del párkinson está aumentando", explica el Dr. José A. Obeso, referente mundial en neurología y director del Centro Integral de NeuroCiencias de HM Hospitales, HM Cinac. Y no solo, en los últimos años, se estima que ha aumentado el número de diagnósticos en personas más jóvenes.

Pero, ¿es posible detener la evolución progresiva de esta enfermedad? Este es el desafío en el caso de pacientes jóvenes que aborda el equipo del doctor Obeso, que lleva desde 2018 investigando para parar la enfermedad de la mano de HM Cinac y con el apoyo de la Fundación Mapfre.

Un reto que empieza a dar sus frutos. "Llevamos 3,5 millones de euros de inversión y es el mejor dinero invertido, porque hemos logrado así mejorar a la gente", destaca el doctor Juan Abarca, presidente de HM Hospitales.

El problema del párkinson es la falta de dopamina en el cerebro, por lo que la mayoría de los tratamientos están dirigidos a reponer o estimular este neurotransmisor.

Con el paso del tiempo, las manifestaciones motoras de muchos pacientes con enfermedad de Parkinson son difícilmente controlables solo con medicación.

El doctor Obeso y su equipo se han centrando en un ensayo en pacientes jóvenes menores de 60 años, que suponen "entre un 25 y 30% de los pacientes" y que son los que "más capacidad de mejoría tienen y a los que este diagnóstico les supone un choque importante", precisa Obeso.

Para ello, utilizan ultrasonidos. En concreto, para el ensayo han contado con 54 pacientes, 27 de ellos a los que se les trató con ultrasonido thalamotomy y 17 con el tratamiento farmacológico habitual de forma aleatoria.

Los pacientes eran menores de 57 años y tenían entre 2 y 5 años de evolución de la enfermedad. "El hacerlo pronto pone al cerebro en mejor función y le hace menos vulnerable al proceso neurodegenerativo, es decir no solo frenamos síntomas, sino que vamos a lograr frenar el avance de la enfermedad", destaca el doctor Obeso.

Los resultados hablan por sí solos. "Los haces de ultrasonidos se concentran en una zona (del cerebro). El temblor es lo más fácil de tratar, pero el hecho es que mejoramos el resto de síntomas", asegura el doctor Obeso.

Hay personas con párkinson que no tiemblan, pero "todos están lentos, les hemos mejorado todos estos síntomas por igual. Si una persona tiembla mucho se hace énfasis en esta subárea, una zona que es más pequeña que una aceituna".

Gracias a esta técnica, el doctor Obeso y su equipo han logrado no solo que disminuyan los síntomas, sino también que "se reduzca entre un 30 y un 40% la medicación tras el tratamiento. Nunca se la quitamos del todo porque creemos que la enfermedad va más allá de lo que nosotros hemos actuado".

José A. Obeso, Juan Abarca Cidón, José Manuel Inchausti, Elvira Vega y Alberto Muñoz
José A. Obeso, Juan Abarca Cidón, José Manuel Inchausti, Elvira Vega y Alberto MuñozHM Hospitales/ Fundación Mapfre.

En cuanto a la técnica en sí, el doctor Obeso explica que "la falta de dopamina altera el flujo de la actividad del cerebro y hace que, como pasa con los atascos en la Castellana, que los músculos se tensen, se inmovilicen, se genere temblor y actuar en uno de estos nodos importantes posibilita la movilidad a través de los ultrasonidos, que además es menos invasivo, porque no es una técnica quirúrgica, no hay una herida, no hay sangre. De modo que se puede aplicar antes, se puede repetir y el paciente se recupera antes", destaca el especialista.

En todo caso, se trata de una técnica médica por lo que exige que el paciente esté en ayunas, se realiza con él despierto, dura tres horas y en HM Hospitales tienen al paciente ingresado un día porque someten al paciente a una resonancia de control al día siguiente.

"Fuera del ensayo para pacientes con párkinson precoz, esta técnica ya tiene la acreditación", destaca Abarca, por lo que ya se ha usado y se está usando en mayores también.

Ahora bien, dado que los mayores presentan mucha comorbilidad el impacto, como reconoce el doctor Obeso, "no va a ser nunca tan notable que en una persona de 48 años".

Un grupo en el que cada vez son más las voces de expertos que alertan de que su incidencia a estas edades tempranas está aumentando.

Así, hoy, el número de menores de 45 años con párkinson ya suponen "una cuarta parte al menos", afirma el doctor, que explica que para 2050 habrá un millón de personas en España con párkinson y 10 millones en Europa.

El motivo se desconoce. Podría ser porque se diagnostica más, pero también, como piensa Obeso, que sea "por el tema de la multitarea. Creo que es por esto por lo que están aumentando los casos de párkinson en población más joven, ya que ser multitarea supone una sobre exigencia".