Salud

Mírate al espejo: la ciencia revela qué dice la forma de tus glúteos sobre tu salud

Un equipo de investigadores británicos ha mirado a otra parte del cuerpo para detectar riesgos futuros: el glúteo mayor. Y su forma podría adelantar problemas antes de que den la cara

Mírate al espejo: la ciencia revela qué dice la forma de tus glúteos sobre tu salud
Mírate al espejo: la ciencia revela qué dice la forma de tus glúteos sobre tu saludUnsplash

En medicina preventiva, la cintura y la grasa abdominal se han convertido en indicadores clásicos de riesgo metabólico. Sin embargo, los músculos también actúan como un gran órgano metabólico: consumen energía, ayudan a regular la glucosa y se remodelan con la edad, el sedentarismo, la fragilidad o enfermedades como la diabetes tipo 2. El reto siempre ha sido medir esos cambios de forma precisa, más allá del "se ha quedado sin fuerza" o "ha perdido masa muscular".

La inteligencia artificial y las grandes bases de datos de imagen han abierto una vía nueva. En el Reino Unido, el proyecto UK Biobank reúne resonancias magnéticas de decenas de miles de personas sanas y con distintas patologías. Sobre ese archivo se ha apoyado ahora un grupo de la Universidad de Westminster, que ha presentado en el congreso anual de la Radiological Society of North America (RSNA) un trabajo donde sostiene que la forma tridimensional del glúteo mayor puede anticipar alteraciones metabólicas relevantes.

Un mapa 3D del glúteo mayor que anticipa la diabetes tipo 2

El equipo analizó 61.290 resonancias magnéticas 3D de la región glútea y, en concreto, del gluteus maximus, uno de los músculos más grandes y activos del cuerpo. En lugar de fijarse solo en el tamaño o en la cantidad de grasa, aplicaron una técnica de cartografiado de forma en 3D para localizar exactamente en qué zonas del músculo se producían cambios sutiles.

"En estudios anteriores se miraba sobre todo el volumen o la grasa", explica la investigadora Marjola Thanaj. "Aquí utilizamos la forma tridimensional para identificar con precisión dónde se modifican los músculos, y eso nos dio una imagen mucho más detallada".

Las imágenes se cruzaron con 86 variables distintas: medidas físicas, datos demográficos, biomarcadores, antecedentes médicos y cuestionarios de estilo de vida. Así pudieron relacionar determinados patrones de forma del glúteo mayor con factores como la actividad física, la fragilidad, el tiempo que una persona pasa sentada… y, sobre todo, con la diabetes tipo 2.

Los resultados mostraron un comportamiento muy diferente en hombres y mujeres con esta enfermedad:

  • En hombres, el glúteo mayor aparecía adelgazado en zonas concretas, dibujando un perfil más “hundido” en las imágenes. En algunos puntos, el músculo se había reducido hasta en una cuarta parte.
  • En mujeres, la señal de alarma era casi la contraria: el músculo parecía más voluminoso, pero no por un crecimiento sano, sino por infiltración de grasa en el tejido muscular.

Es decir, lo relevante no era tanto cuánto "ocupa" el glúteo, sino cómo está modelado por dentro. Según los autores, estos cambios de forma pueden actuar como marcadores tempranos de riesgo metabólico, incluso antes de que se note una pérdida clara de volumen total o aparezcan síntomas evidentes.

"Fuimos capaces de detectar adelgazamientos localizados en los hombres mucho antes de que el volumen global del músculo se redujera", señala la profesora E. Louise Thomas, especialista en imagen metabólica de la Universidad de Westminster, en declaraciones recogidas por The Times. "Si alguien pasa por una resonancia por otro motivo, esta podría ser una comprobación rápida adicional".

Por qué cuidar el músculo es mucho más importante de lo que parece

El mismo mapa 3D mostró otra relación clara: las personas en mejor forma física -medida por niveles altos de actividad y mayor fuerza de agarre en la mano- tenían un glúteo mayor más robusto y definido. En cambio, la edad avanzada, la fragilidad y los largos periodos sentados se asociaban a un músculo que se afina y pierde estructura.

La conclusión de Thomas es tajante: solemos ignorar nuestros músculos "salvo que seamos culturistas", pero mantener la masa muscular con la edad es una de las mejores inversiones en salud a largo plazo. Un músculo activo ayuda a controlar la glucosa, reduce el riesgo de fracturas y caída, y se relaciona con menos enfermedades cardiovasculares, menos hígado graso y mejor calidad de vida.

La buena noticia es que no hace falta un cambio radical para empezar a proteger ese glúteo mayor que ahora miran los radiólogos:

  • subir escaleras en lugar de usar el ascensor,
  • levantarse a menudo de la silla y dar pequeños paseos,
  • incorporar unas cuantas sentadillas o zancadas a la semana, adaptadas a cada edad y condición física.

"Si la gente comprende lo importantes que son sus músculos y hace pequeños ajustes para mantenerlos sanos, el impacto sobre la salud de la población podría ser enorme", resume Thomas.

De momento, el trabajo se ha presentado como estudio aún no publicado y los expertos piden cautela antes de convertir la forma del glúteo en una nueva prueba estándar. Pero sí refuerza un mensaje que la medicina lleva tiempo repitiendo: el músculo no es solo fuerza o estética; es un órgano clave que habla, silenciosamente, de cómo va a envejecer el resto del cuerpo.