Opinión

Nuestro sistema sanitario necesita mejorar

El SNS no progresa adecuadamente y los avances sanitarios vendidos desde el Gobierno no llegan a los ciudadanos

Sala de espera de un centro de salud
Sala de espera de un centro de salud EP

El Ministerio de Sanidad y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicaron la primera oleada del «Barómetro Sanitario 2024» la semana pasada. Aunque los medios de comunicación afines al Gobierno han valorado positivamente el dato del 6,26 sobre diez con el que los ciudadanos califican su satisfacción sobre el funcionamiento del sistema sanitario público, lo cierto es que hay poco que celebrar.

Escribo esto porque la nota referida es inferior a la registrada el año pasado (6,27), a la de 2019 (justo antes de la pandemia de la Covid-19; 6,74), a la de 2018 (con el PP en el Gobierno; 6,57)… y es la quinta peor valoración –considerando evaluaciones finales– de todo el histórico de los barómetros sanitarios, es decir, desde el año 2003.

Esta realidad es plenamente atribuible al actual equipo ministerial y constata claramente que el Sistema Nacional de Salud (SNS) no progresa adecuadamente o, cuanto menos, que los avances sanitarios vendidos desde el Gobierno no llegan a los ciudadanos.

Más allá de las dudas sobre la precisión y la fiabilidad de los trabajos realizados por el CIS, lo que queda patente es la necesidad de materializar las reformas pendientes en Atención Primaria, en ordenación profesional, en listas de espera, en farmacia… en todo el sistema; mejoras comprometidas en los últimos seis años por seis ministros que deberían ser tangibles desde hace mucho.

Sólo si esto sucede –y se deja de hacer un uso partidista de la Sanidad– habrá opciones reales de que la salud y el bienestar de los españoles mejoren, y que la complacencia con el SNS, en consecuencia, vaya a más.