Salud
¿Por qué engordamos cuando tenemos pareja estable? Un estudio lo explica
Un experimento estadounidense del Centro Nacional de Biotecnología de la Información respalda esta teoría
La creencia popular sostiene que cuando dos personas inician una relación, pueden pasar hasta seis meses y ganar varios kilos antes de que sus amigos vuelvan a disfrutar de su compañía. Estar enamorado es maravilloso, pero no se puede negar un hecho: el amor tiende a hacernos ganar peso. Y lo curioso es que, cuanto más sólida es la relación, más probable es el aumento de kilos.
Un estudio estadounidense del Centro Nacional de Biotecnología de la Información respalda esta teoría. En un experimento con 169 parejas de Estados Unidos, se observó que aquellas que eran más felices tendían a aumentar más de peso, mientras que las parejas insatisfechas solían mantener su peso ideal. ''Cuando la prioridad no es seducir al otro, porque ya lo tenemos, perdemos interés en parecer atractivos'',, explicó Sarah Novak, coautora de la investigación.
Uno de los efectos secundarios negativos asociados tradicionalmente al matrimonio ha sido finalmente comprobado científicamente. Según este estudio, las parejas que se casan antes de los 28 años aumentan entre 2,7 y 4 kilos más en los cinco años posteriores a la boda, en comparación con los solteros de la misma edad. Las mujeres recién casadas ganan casi 11 kilos, y sus esposos alrededor de 13,6. Por su parte, las personas que permanecen solteras experimentan un aumento de aproximadamente 7 kilos en el caso de las mujeres y 11 en el de los hombres.
Este hallazgo proviene de un estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, cuyos investigadores argumentan que los solteros, al estar en la búsqueda del amor, tienen más incentivos para mantenerse en forma. En cambio, las parejas casadas tienden a compartir malos hábitos alimenticios y suelen tener menos tiempo para hacer ejercicio, según Penny Gordon-Larsen, profesora de nutrición y autora del estudio.
Lo interesante es que las parejas que conviven sin estar casadas logran controlar mejor su peso en comparación con las que sí han formalizado su relación. De hecho, un hombre que vive con su pareja engorda aproximadamente lo mismo que uno que sigue viviendo solo. En cuanto a las mujeres que cohabitan, ganan apenas 1,3 kilos más que aquellas que se mantienen sin una relación formal.
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