Salud

El radón de los sótanos españoles no solo provoca cáncer, también ictus e infartos

Más de 3.000 municipios en España están expuestos al gas radón, la primer causa de cáncer de pulmón entre no fumadores

El 17% del territorio en España se encuentra en alto riesgo por el gas radón, según el mapa Consejo de Seguridad Nuclear. Hablamos de un peligro invisible en varios hogares españoles, principalmente los sótanos de las residencias, que no solo provoca cáncer de pulmón, sino también ictus y enfermedades del corazón.

¿Qué es el gas radón? El radón, además de un elemento de la tabla periódica, es un gas radiactivo que se produce de forma natural cuando el uranio presente en la corteza terrestre (las rocas, suelos y agua) se desintegra. Al filtrarse por la porosidad del terreno, puede llegar a penetrar y acumularse en los edificios.

Es incoloro, inodoro y sin sabor; por lo que se le conoce como un peligro "fantasma". Cuando se libera al aire, se descompone y produce partículas radiactivas que, al ser inhaladas, pueden dañar el ADN y aumentar el riesgo de cáncer de pulmón. De hecho, el gas radón es el responsable del 50% de la radiación que recibe el ser humano a lo largo de su vida.

Radón y cáncer. Tabaco y radón son las dos principales causas de cáncer de pulmón y, si actúan a la vez, para un fumador las posibilidades de enfermar aumenta en 25 veces en comparación con un no fumador. De hecho es la primera causa de cáncer de pulmón entre no fumadores.

Ictus y corazón, otros riesgos del radón

La relación entre radón y cáncer de pulmón es de sobra conocida, pero no tanto su vínculo con el ictus o enfermedades del corazón. Pero el radón en la contaminación del aire también aumenta el riesgo de muerte cardiovascular (ictus o infarto), según un estudio de la Escuela de Salud de la Universidad de Harvard, publicado en 2022 en el Journal of the American Heart Association.

El trabajo sugiere que la radiactividad de partículas de gas radón aumenta la toxicidad de la contaminación atmosférica por partículas finas (PM2,5). Esto eleva el riesgo de muerte, especialmente de un ataque cardíaco o un derrame cerebral.

Según el estudio, la exposición a la radiactividad de partículas por sí sola se asoció con un aumento del 16% en el riesgo de muerte por ataque cardíaco. Le siguió el 11% más de riesgo de muerte por accidente cerebrovascular; el 7% más de riesgo de muerte por todo tipo de enfermedades cardiovasculares; y, finalmente, el 4% más de riesgo de muerte por todas las causas no accidentales.

Investigaciones científicas anteriores han confirmado que las PM 2,5 causan enfermedades cardiovasculares y muerte. De hecho, un nuevo estudio recogido por LA RAZÓN las relaciona incluso con el cáncer de mama.

¿Dónde hay radón en España?

Al aire libre el riesgo es mínimo. Pero las concentraciones de radón son más altas en interiores, especialmente en edificios con poca ventilación, como viviendas, escuelas y oficinas. Se pueden encontrar niveles muy altos en lugares como minas, cuevas e instalaciones de tratamiento de agua.

El mapa del radón se creó a partir de 12.000 mediciones de radón en viviendas, en 2017. Identifica las distintas concentraciones en incrementos centesimales del potencial de radón. El resultado es que Galicia es la comunidad más expuesta a este gas radioactivo, con un 70% de su superficie.

Le siguen Extremadura (47%), Madrid (36%) y Castilla y León y Canarias, ambas con un 19%. También destaca Cataluña con un 16%. Después hay zonas destacadas en Andalucía. No obstante, del total de municipios que hay en España, en realidad más de 3.000 tienen una exposición en mayor o menor medida.

Soluciones al radón. España trabaja ya en una legislación. Recientemente se ha aprobado en nuestro país el Plan Nacional contra el Radón, el cual establece las estrategias y actuaciones que las distintas administraciones públicas desarrollarán durante un periodo de 5 años para controlar el riesgo para la salud de la población derivado de la exposición a este gas.

Por su parte, el sector privado trabaja en soluciones innovadoras para aumentar la protección de forma eficaz y económica, tanto en obras nuevas como en la rehabilitación de todo tipo de edificación (viviendas, locales, escuelas, fábricas, edificios públicos, etcétera).

Por ejemplo, la compañía de construcción Propamsa ha articulado un sistema completo de impermeabilización y aislamiento que actúa como barrera eficaz frente al gas radón, evitando que se filtre a través del terreno y se acumule en viviendas, edificios y espacios interiores causando los graves daños a la salud mencionados.