Día Mundial

La revolución de la Hipec en el cáncer de ovario avanzado

La evidencia científica respalda el papel de la quimioterapia intraperitoneal hipertérmica en la intervención quirúrgica de este tumor femenino

Dr. Santiago González
Dr. Santiago González, director médico y jefe de Servicio de Oncología QuirúrgicaArchivoArchivo

Las cifras no dejan lugar a dudas. Con alrededor de 3.716 nuevos casos al año en España, según los últimos datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de ovario es una patología poco frecuente si se compara con otros tumores, como el de mama, con más de 36.000 anuales. Pero puede ser muy agresivo si se detecta en fases avanzadas. De hecho, solo el 20% de las pacientes se diagnostica en estadios iniciales.

El 75% de las pacientes con cáncer de ovario desarrollará carcinomatosis peritoneal, una diseminación de células cancerosas en el interior de la cavidad abdominal y pélvica que se desprenden del tumor primario. El abordaje integral de la carcinomatosis peritoneal sigue siendo motivo de discusión entre profesionales, especialmente en cuanto al papel de la quimioterapia intraperitoneal hipertérmica en la intervención quirúrgica (Hipec, por sus siglas en inglés) tras la aplicación de la cirugía de citorreducción como mejor opción terapéutica con finalidad curativa.

Hasta la fecha, el papel de la Hipec en cáncer de ovario después de la citorreducción ha sido objeto de controversia. Dos estudios recientes, Ovhipec-1 y Chipor, han arrojado luz sobre los posibles beneficios de esta terapia. En este contexto, MD Anderson Cancer Center Madrid organiza un Workshop Internacional titulado «Manejo de la Carcinomatosis Peritoneal en Cáncer de Ovario Avanzado. La cuestión de la Hipec». El encuentro, dirigido por el Dr. Santiago González, director médico y jefe de Servicio de Oncología Quirúrgica, y el Dr. Javier de Santiago, jefe del Servicio de Ginecología Oncológica, reúne a los investigadores principales de los ensayos con el fin de debatir sobre la aplicación potencial de este tratamiento en cáncer de ovario. Esta técnica, de la cual el centro MD Anderson Cancer Center Madrid es pionero, es respaldada por estos estudios randomizados fase tres que han mostrado su eficacia para el tratamiento de esta patología. En concreto, las investigaciones respaldan la eficiencia de la Hipec en dos escenarios relacionados con el cáncer de ovario: cirugía de intervalo tras quimioterapia sistémica neoadyuvante y recidiva peritoneal en cáncer de ovario platino sensible.

Dr. Javier de Santiago
Dr. Javier de SantiagoArchivoArchivo

A este respecto, tras la citorreducción, que es el tratamiento primario de un cáncer de ovario avanzado con carcinomatosis, el Dr. Santiago González se muestra partidario de aplicar una segunda fase con quimioterapia intraperitoneal hipertérmica. Mediante esta estrategia es posible eliminar residuos microscópicos que puedan permanecer en la cavidad abdominal, evitando posibles recurrencias.

Los estudios citados han marcado un punto de inflexión en la comprensión del papel de la Hipec en el tratamiento del cáncer de ovario avanzado, demostrando que adicionar esta técnica a una citorreducción adecuada se traduce en una mayor supervivencia. Por otro lado, el Dr. De Santiago sostiene que la Hipec puede ser una técnica de utilidad, pero no en todos los casos. Hay opciones efectivas en uso en la actualidad, como los inhibidores de PARP o la inmunoterapia, y se requiere de más evidencia científica para definir el perfil de pacientes que se beneficiarían de este tratamiento.

Síntomas y factores de riesgo

Si bien se han hecho esfuerzos encaminados a conseguir un diagnóstico precoz de la enfermedad gracias a un cribado poblacional como el que se hace en cáncer de mama y cuello de útero, la realidad es que un 80% de las mujeres es diagnosticada en fases avanzadas, lo cual afecta al pronóstico y evolución de la enfermedad. Esto se debe a que no hay signos ni síntomas específicos al comienzo de la misma, lo que hace que las pacientes acudan a la consulta cuando el cáncer de ovario ya se ha diseminado y es más difícil de curar.

Estos síntomas pueden ser muy diferentes y muchas veces se relacionan con otras dolencias, como el malestar o dolor abdominal (gases, indigestión, presión, hinchazón, calambres), náuseas, diarrea, estreñimiento, pérdida del apetito, sangrado vaginal anormal, dolor de espalda, pérdida o aumento de peso o dolor durante las relaciones sexuales, entre otros.

Ante este escenario, sin una citorreducción adecuada en cáncer de ovario, la supervivencia de la paciente podría estar en riesgo. Es el tratamiento primario de un cáncer de ovario avanzado con carcinomatosis, que debe llevarse a cabo por un equipo experto, sin olvidar la colaboración entre los equipos de ginecología oncológica y oncología quirúrgica.

En cuanto a los factores de riesgo, la edad puede ser determinante, pues generalmente se presenta entre los 45 y los 75 años. Asimismo, hay otra serie de factores de riesgo asociados al cáncer de ovario como la enfermedad pélvica o la terapia hormonal sustitutiva.