Temporada 23-24
¿Vacunar a los niños podría acabar con la gripe?
La recomendación de inmunizar a los menores de cinco años, principal novedad de este año, no solo evita ingresos pediátricos, sino también la propagación del virus a otros grupos
Los últimos inviernos, desde el de 2019-20, la situación epidemiológica de las infecciones respiratorias ha sido anormal. La espectacular irrupción del SARS-CoV-2 en nuestro entorno –que arrinconó al resto de virus circulantes– y las medidas tomadas para controlarlo –mascarillas, distancia social, lavado de manos…– dieron como resultado la práctica inexistencia de casos de gripe en los años sucesivos o la desestacionalización de la bronquiolitis (con una ola de casos en pleno verano), por poner dos ejemplos.
Pero si en 2020 y 21 apenas se registraron casos de gripe, y en 2022 la temporada fue atípica, con un comienzo precoz y dos ondas pandémicas –una de gripe A en noviembre/diciembre, y otra de B en enero/febrero–, los modelos de previsión apuntan a que en 2023 se vuelva a los niveles prepandémicos, con un solo pico entre febrero y marzo. Al mismo tiempo, en el caso de la covid, se espera que no haya cambios significativos y sigan predominando las subvariantes derivadas de Ómicron.
Es decir, este año, con el fin oficial de la crisis sanitaria, parece que recuperaremos la normalidad. O quizás no. Pero en el buen sentido. Porque, por primera vez, la campaña de vacunación, que ha empezado recientemente en toda España, incluye como población «diana» a los niños, más allá de aquellos con patologías de riesgo como sucedía hasta la pasada. Y este hecho, que se hizo oficial al empezar el año con la entrada en vigor de nuevo calendario vacunal nacional, puede resultar determinante.
«Creemos que el impacto va a ser significativo porque esta decisión no es experimental, sino que está basada en evidencias que demuestran, primero, la protección del niño directamente, lo que es importante porque es un grupo de alta incidencia comparable a la que tienen las personas de 65 o más años, y por tanto hay un beneficio directo de la vacunación. Y sabemos que la vacuna funciona en los niños, incluso mejor que en los pacientes adultos, es algo objetivo y, por tanto, tendremos que ver esos beneficios», asegura Federico Martinón-Torres, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago.
Por otro lado, continúa, los niños son un motor fundamental en la transmisión de la epidemia anual de gripe, «con lo cual, al protegerlos a ellos, también indirectamente sabemos (por los datos de otros países que usan la vacunación antigripal en niños), que puede disminuir el contagio y la transmisión del virus a otros grupos, no solo vulnerables como los mayores de 65 años, sino al resto de la población, con lo cual, es una estupenda noticia. Vamos a ver esos beneficios seguro y será importante e interesante medirlos objetivamente», asegura.
Y es que, según la Asociación Española de Vacunología (AEV), de media, en España la gripe causa cada año 28.000 hospitalizaciones, y en la temporada 2017-2018 se produjeron hasta 15.000 muertes atribuibles a esta enfermedad. En el caso de la gripe infantil, en nuestro país dos de cada tres hospitalizaciones se producen entre niños sanos. Y en menores de cinco años, ocasiona cada año 58.640 consultas en atención primaria y 4.239 ingresos hospitalarios.
«La gripe es la enfermedad inmunoprevenible de mayor incidencia en el niño. De todas las que se pueden prevenir con vacunas, es la más frecuente. Además, el niño es el actor principal, porque es el que más infecta y el que más transmite. Justo lo contrario de lo que sucede con el SARS-CoV-2», apunta Fernando Moraga-Llop, ex presidente de la Sociedad Catalana de Pediatría y portavoz de la AEV.
Aunque este invierno es el primero en que se hará a nivel nacional, tres comunidades –Galicia, Andalucía y Murcia– ya vacunaron a los menores el año pasado. «Se han presentado datos de Murcia y ha habido una disminución en la incidencia en niños vacunados. Y eso que se empezó a vacunar sin hacer campaña previa y con coberturas vacunales del 50%», informa Moraga-Llop. Sobre los resultados en Galicia Martinón-Torres apunta que, aunque aún no han sido comunicados los resultados oficiales, «solo puedo hablar de percepciones y pueden ser sesgadas, pero desde luego, comparativamente a otros años, en nuestro centro sí notamos una disminución de las formas graves de gripe en los niños».
La vacuna intranasal solo se puede administrar a los menores de entre 2 y 17 años
Otra importante novedad es la introducción de la vacunación intranasal que, en realidad no es tan nueva ya que está autorizada en Estados Unidos desde 2003 y en Europa desde 2013.
Existen así dos tipos de sueros para los niños: la clásica, parenteral o inyectable, y la aspirada. «La vacuna intranasal se puede administrar entre los 2 y los 17 años. De 6 a 23 meses solo la inyectable», indica Moraga-Llop. Pero, además de la ventaja obvia de evitar un pinchazo, hay estudios que incluso muestran que puede tener un una eficacia superior a las convencionales inyectables. «Por lo tanto el usarla puede ayudar a uno de los objetivos fundamentales de la vacunación primarios, que es mejorar la cobertura», continúa el experto.
Respecto a las nuevas inmunizaciones frente a la Covid-19, «las variantes predominantes en las últimas semanas han sido la XBB.1.5 (25%) y XBB.1.5-like+F456L (25%) y desde el inicio de la temporada 2022-23 las variantes XBB.1.5 (33,1%), BQ.1 (31,5%) y BA.5 (8,3%), todas derivadas de Ómicron. La vacuna de ARNm que se está administrando actualmente está adaptada a esta última variante predominante, por lo que se espera su efectividad. No hay que olvidar que las vacunas están enfocadas a evitar hospitalización, enfermedad grave, ingreso en UCI y mortalidad, es decir, que su función no es evitar la infección, sino que, en caso de enfermar, que lo hagamos de una forma leve», explica Raquel Alfaro, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y secretaria de Grupo de Trabajo Infecciosas, Migrantes, Vacunas y Actividades Preventivas (Imvap) de Semergen.
El objetivo es llegar a la vacunación universal en población pediátrica, como en otros países
Con la pandemia se disparó el número de personas que fueron a inmunizarse tanto frente a la gripe como a la covid, que se administran a la vez. Ahora, una cuestión importante es la de lograr una tasa de adherencia alta ante la disminución del interés y/o confianza en estas vacunas. Algo lógico, por otra parte, tras el control de la crisis. «En la actualidad, ni la de la gripe ni la de Covid-19 están dirigidas a la población general. En lo que a la covid se refiere, este año únicamente se recomienda su administración a las personas de 60 y más años de edad, las personas con ciertas patologías de riesgo, así como el personal sanitario. En general, las coberturas son relativamente altas, principalmente en las personas de más edad. Es posible que, debido a que la mayoría de la población ya esté vacunada, añadido a la sensación de que ya la enfermedad es más leve, se produzcan un menor número de vacunaciones en ciertos grupos de población (aún no hay datos, ya que la campaña acaba de comenzar), pero en todo caso creo que se seguirán manteniendo unas coberturas elevadas», señala Manuel García Cenoz, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria.
«Nuestro objetivo es que un 75% de la población de 60 años o más se vacune, sería lo que nos gustaría. Todo lo que sea menos no es bueno porque no funciona la inmunidad colectiva», advierte Moraga-Llop. Porque, como puntualiza García Cenoz, «hay que recordar que la vacuna, más allá de proteger de la enfermedad leve, es muy eficaz para prevenir formas graves de la misma; por ello considero muy importante la vacunación de las personas que mayor riesgo tienen».
Reticencias
Y es que muchas personas tienen dudas sobre la idoneidad de pincharse este invierno. «Sobre todo, lo que más consultan es si deben vacunarse cuando ya lo han hecho en tres o cuatro ocasiones. Es importante que conozcan que la vacuna, tanto de gripe como de Covid-19, está adaptada a las variantes circulantes en el caso de covid, y en el caso de gripe se hace en función de lo que circule en el hemisferio sur», reconoce Alfaro, si bien apunta que aunque «hay personas con alguna reticencia a la de la covid, en el momento que le explicas el beneficio que aporta y su seguridad, la mayoría desea vacunarse».
Tras la ampliación a los niños, ¿de qué otra forma se puede mejorar la inmunización frente a la gripe? «Yendo a la recomendación de la vacunación universal en Pediatría, pero entiendo que hay que ir poco a poco porque es costoso. Lo importante es que se la ponga la gente», sentencia Moraga-Llop. Coinciden con él todos los expertos, que saben que lograr una cobertura lo más amplia posible será lo que nos permita ver en su máxima potencia, los beneficios que la vacunación tiene de protección directa de los niños, pero también indirecta a través de cortar la transmisión a otros grupos de edad.
«Creo que se ha dado un paso cualitativo muy importante y ahora debemos concentrarnos en hacerlo muy bien. Espero que la campaña de vacunación antigripal sea un éxito», concluye Martinón-Torres.
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