Principales retos de la sociedad para erradicar el VIH
VIH: prevención y acceso para vulnerables
La alianza ComPrEmetidos alerta de los principales retos de la sociedad para erradicar el VIH como problema de salud pública
El VIH tiene importantes implicaciones para la persona, para la salud pública y para el sistema sanitario en general. A pesar de haberse reducido los casos de infección casi a la mitad entre 2017 y 2021, pasando del 13% al 7,5%, la infección oculta todavía supone un gran reto para su control y el poder evitar nuevas transmisiones. Cada año se registran una media de 3.000 nuevos diagnósticos, de los que el 81% de las infecciones se producen a través de transmisión sexual, a lo que hay que añadir que entre 11.200 y 12.000 personas con el VIH desconocen su estado serológico.
Con el fin de avanzar hacia la prevención, recientemente tuvo lugar un acto institucional en el Congreso de los Diputados, en el que la alianza ComPrEmetidos, en colaboración con Gilead, presentó su documento «10 necesidades, 10 acciones para impulsar la prevención del VIH». La iniciativa señala que para avanzar hacia el fin de la transmisión es urgente reafirmar el compromiso de todos con la prevención, reconociendo el valor de todas las herramientas preventivas clave y sin dejar a nadie atrás.
A solo cinco años vista del horizonte 2030, fecha marcada por Onusida para cumplir con las cero transmisiones, la iniciativa ComPrEmetidos, de la que forman parte 19 expertos de 14 entidades científicas y comunitarias, ve difícil el cumplimiento de los plazos. Tal es así que los miembros han elaborado un decálogo para abordar las necesidades no cubiertas en la prevención del VIH en España,
con el convencimiento de que sólo desde la responsabilidad colectiva será posible poner fin a la pandemia como problema de salud pública.
Problemas de dispensación
La profilaxis preexposición (PrEP) es una herramienta clave en la prevención combinada. No obstante, los expertos detectan áreas de mejora asociadas a la diversificación de puntos de acceso, tanto dentro como fuera del entorno hospitalario. Durante la mesa debate, se habló de la necesidad de implementar circuitos fast-track de derivación y dispensación, siempre coordinados por centros hospitalarios, y en colaboración con centros comunitarios.
Como destaca el doctor Pep Coll, médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germns Trias i Pujol de Badalona, y del centro comunitario BCN-Checkpoint, «todavía existen personas que no tienen acceso a la principal herramienta de prevención, que es la PrEP, debido a que no hay centros suficientes y recursos para dar respuesta a la demanda. Hay un indicador muy claro que son las listas de espera para acceder a la PrEP, que en algunos centros llegan a superar las mil personas». El doctor alerta además de que en mujeres, la PrEP esté infrautilizada.
La vicepresidenta y directora general de Gilead España y Portugal, María Río, señaló que «si conseguimos que se trate a todas las personas diagnosticadas y que necesitan ser tratadas y suprimirlas virológicamente, y prevenimos la infección en la población en riesgo de contraerla, podríamos acabar con todos los nuevos casos de VIH». La directora recordó que desde hace más de seis años disponemos en España de la PrEP con acceso muy desigual, e hizo hincapié en que «la innovación por si sola no basta, ya que necesita de acciones políticas y de una respuesta colectiva».
«La prevención es una cuestión de equidad, de derechos y de justicia social», afirma María Río
En esta línea, Reyes Velayos, presidenta de CeSIDA, subrayó que la falta de acceso golpea especialmente a las poblaciones más vulnerables, como personas migrantes, personas trans, trabajadores del sexo y quienes viven en contextos de exclusión socioeconómica. «Aunque tenemos 35.000 personas en PrEP desde que se introdujo en el Sistema Nacional de Salud (SNS), la población más vulnerable sigue teniendo problemas para acceder a ella». Así lo demuestran los datos recogidos por el informe Onusida, que reflejan que solo el 24% de la población migrante está tratada con PrEP, cuando más del 50% de nuevas infecciones al año se producen en este colectivo. Para Velayos, se trata de una corresponsabilidad de todo el mundo, algo que implica a líderes políticos, gobierno central, administraciones, gobiernos autonómicos y municipales, farmacéuticas, entidades comunitarias, así como a la población en general, «que no deben estigmatizar a las personas afectadas».
«La falta de acceso a la PrEP golpea especialmente a los más vulnerables», señala Reyes Velayos
Para superar estas barreras, la alianza ComPrEmetidos considera indispensable reforzar la formación de los profesionales sanitarios y sociosanitarios, integrar a los médicos de cabecera, garantizar un acceso equitativo a los programas de prevención combinada, y optimizar el registro y seguimiento de la PrEP. Además, la centralización del modelo en el ámbito hospitalario, junto con la falta de puntos de acceso extrahospitalarios, sigue siendo una barrera que origina listas de espera y exclusión. Los expertos urgen a revisar el actual modelo para garantizar una mejor prevención que acabe con la infección oculta.