Sociedad
Cheops listo para el despegue
Hoy está previsto el lanzamiento de este satélite de la Agencia Espacial Europea a bordo de un cohete Soyuz. Es la primera vez que España asume el control de un satélite desde su fase inicial
Hoy a las 09:54 hora española, desde la base de Kourou, en la Guayana Francesa y a bordo de un cohete Soyuz, comienza el viaje del Cheops (Satélite para la Caracterización de Exoplanetas). No solo será la primera misión dedicada a estudiar tránsitos exoplanetarios utilizando fotometría de muy alta precisión, también será la primera vez que España asuma el control de una misión internacional desde las primeras etapas hasta su conclusión. Al tratarse de una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA), se trata de una colaboración junto a Suiza, Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Hungría, Italia, Portugal, Reino Unido y Suecia.
El satélite, de unos 280 kilos, mide 1,5m de alto y tiene una superficie máxima de 1,6 m. Desarrollado íntegramente en España por Airbus Defence & Space (ADS), toda la responsabilidad del control se llevará a cabo desde el Centro Espacial del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), de Torrejón el CEIP, a unos 20 kilómetros de Madrid. Habitualmente, en las misiones de la ESA, el mando se ejerce desde el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) de Darmstadt (Alemania). Este cambio demuestra la enorme dosis de confianza que se tiene en el INTA y en las decenas de técnicos españoles responsables de supervisar el vuelo y las transmisiones de Cheops. De hecho, antes de su lanzamiento se han realizado cientos de simulaciones para cubrir todos los escenarios posibles con los que se va a encontrar el satélite.
Cheops lleva desde el 16 de octubre en la Guayana Francesa. Allí fue sometido a constantes revisiones hasta que todo el instrumental demostró estar en orden y entonces se integró al cohete ruso Soyuz que lo colocará en órbita, a 700 kilómetros de altura. Allí permanecerá cerca de tres años y medio. Durante ese lapso analizará exoplanetas como el TOI 270, a más de 70 años luz de la Tierra.
Estos planetas objetivo ya han sido descubiertos pero los científicos ignoran sus dimensiones, su composición, su naturaleza y sus características más importantes. Gracias a Cheops, que en total observará unos 350, será posible determinar las dimensiones y cuánto pesa cada exoplaneta. Dicha información hará que podamos diferenciar entre aquellos planetas muy grandes pero que pesan poco (muy probablemente gaseosos) y aquellos que, aunque pueden ser pequeños, tienen un peso considerable, lo que los convierte en rocosos e interesantes para la vida. Y aquí reside la importancia de llamarse Cheops.
En 1995, Michel Mayor y Didier Queloz hicieron un hallazgo que en 2019 fue premiado con el Nobel de Física «por su contribución al entendimiento de la evolución del universo y el lugar de la Tierra en el cosmos», según la Academia sueca. Estos astrofísicos descubrieron el primer planeta fuera del Sistema Solar, un «exoplaneta orbitando una estrella como el Sol». Se trataba de 51 Pegasi b. Desde entonces se han descubierto más de 4.000 exoplanetas y otros 3.000 están aún por confirmarse. El hallazgo de Mayor y Queloz demostró que nuestro sistema solar no es único, que hay espacio para otras Tierras... y que el ser humano no está solo, al menos en lo que a un hogar en el universo se refiere.
Y, ¿por qué es importante esto? La realidad es que mantener, preservar el conocimiento es algo sencillo: libros, clases, vídeos... todo contribuye a hacerlo accesible y a mantenerlo a salvo del paso del tiempo. Lo mismo ocurre con el siguiente paso, fundamental para el avance, la transferencia de ese conocimiento básico a aplicaciones útiles. Lo verdaderamente complejo es generar nuevos conocimientos, algo que no se puede llevar a cabo a corto plazo y que es lo que provoca el avance de una sociedad.
En astronomía, los dispositivos concebidos para analizar la composición, la ubicación, la masa de cuerpos celestes y los artefactos creados para observarlos, han propiciado, años más tarde, avances en transporte, medicina, química... La exploración espacial ha salvado vidas y continuar con ella es fundamental, porque no sabemos qué usos daremos en el futuro próximo al instrumental de Cheops.
A billones de kilómetros
Una de las innovaciones a bordo del satélite hará que sea capaz de determinar con un margen de error de un 10 % el tamaño de los planetas que analice. Teniendo en cuenta que observará planetas que se encuentran a billones de kilómetros de distancia, es asombroso que tenga ese margen de precisión. Este instrumento es un fotómetro. Básicamente, se trata de un dispositivo capaz de medir la luz, solo que su complejidad y sensibilidad le permiten hacerlo a distancias astronómicas. Como registrar la luz de una vela... en la Luna y con el ojo desnudo.
El sistema de estabilización de la nave también merece una mención, ya que sus tres ejes son los responsables de que el satélite permita observaciones a un mismo punto durante 48 horas seguidas y con un nivel de confianza del 95%. Todo esto requiere de constantes ajustes para compensar la velocidad y los giros del satélite y los del planeta que se está analizando.
Gracias a todo ello, Cheops será capaz de establecer información fundamental vinculada a la masa, a las atmósferas primigenias y a la metalicidad. También facilitará encontrar, en la Tierra, los sitios más adecuados para emplazar telescopios de gran potencia y profundizar en el estudio del cosmos. Y, principalmente, Cheops será capaz de identificar los planetas con mayor probabilidad de poseer un envoltorio delgado, una capa protectora apta para un futuro estudio de habitabilidad.
Así, este pequeño satélite, que hoy estará en el espacio, se convertirá en uno de los instrumentos fundamentales para determinar la posible habitabilidad de cientos de planetas. Un paso más allá en nuestro conocimiento del Universo.
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