
Curiosidades
¿Por qué los ascensores tienen siempre un espejo? No es por estética
Más allá que para retocarnos o hacernos una foto antes de salir, el espejo tiene otras funciones útiles pero desconocidas

En nuestro día a día hay cosas tan comunes que apenas nos detenemos a pensarlas. Entramos a un ascensor, pulsamos un botón y esperamos a llegar al destino. Todo parece rutinario. Sin embargo, si lo observamos bien, casi siempre hay un elemento presente: el espejo. Puede que nunca te hayas preguntado por qué está ahí, asumiendo que es simple decoración. Pero lo cierto es que el espejo del ascensor no es estético: tiene funciones muy concretas.
Seguridad en espacios reducidos
Cuando los ascensores se popularizaron en edificios altos durante los años 60 y 70, surgió un problema: la sensación de vulnerabilidad. Un espacio cerrado, pequeño, con desconocidos… se convertía en el escenario perfecto de robos o intimidación.
El espejo fue una solución simple y eficaz: permitía ver quién estaba detrás sin girarse, aumentando así la percepción de seguridad.
Accesibilidad para todos
Los espejos en ascensores también cumplen un rol fundamental en la accesibilidad. Para personas en silla de ruedas, por ejemplo, resultan imprescindibles:
- Permiten comprobar si han llegado al piso correcto.
- Facilitan maniobras al entrar y salir.
- Ayudan a identificar obstáculos sin necesidad de girar el cuerpo.
De esta forma, lo que parece un simple detalle se convierte en un recurso inclusivo.
Un antídoto contra la claustrofobia
Los ascensores son espacios cerrados y, a menudo, sin ventanas. Esto genera incomodidad e incluso ataques de ansiedad en personas con claustrofobia.
El espejo cumple una función psicológica: amplía visualmente el espacio y crea la sensación de profundidad. Gracias a ello, el entorno parece menos opresivo y más soportable.
Una distracción durante la espera
Mirarse en el espejo es casi un reflejo automático. Nos peinamos, acomodamos la ropa o nos hacemos una foto para compartir el outfit del día. Esta distracción no es casualidad.
En los primeros ascensores, más lentos, ayudaba a que la espera pareciera más corta. Hoy sigue cumpliendo esa misma función, especialmente en edificios con muchos pisos.
El espejo entretiene y reduce la percepción del tiempo de espera.

Utilidad práctica para técnicos y maniobras
Aunque menos conocida, existe una función práctica: los espejos facilitan el mantenimiento. Los técnicos pueden utilizarlos para ver ángulos difíciles dentro de la cabina o comprobar componentes.
En países como Japón, además, ayudan a personas con carritos de bebé o cargas voluminosas a maniobrar con más facilidad.
Otras curiosidades del ascensor
- En los primeros ascensores de lujo, los espejos se añadían para transmitir prestigio y elegancia.
- Hoy en día, algunos modelos modernos sustituyen los espejos por pantallas digitales que cumplen el mismo objetivo: captar la atención y reducir incomodidad.
- La idea se ha mantenido vigente porque funciona, incluso si cambia su forma.
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