Coronavirus

Un fiestón en Barcelona reunirá a 1.000 “cobayas” para poner a prueba el coronavirus

Un ensayo clínico concentrará a un millar de personas para comprobar la eficacia de los test rápidos de antígenos. Deberán llevar mascarilla, pero no tendrán que respetar la distancia de seguridad

Varios jóvenes de fiesta, en una discoteca, antes de marzo
Varios jóvenes de fiesta, en una discoteca, antes de marzolarazon

En la era pre-Covid, a nadie le preocupaba juntarse con un millar de personas en una sala de conciertos. Hoy, es un añorado deseo de los festivaleros (y fiesteros) que hasta que la pandemia nos sorprendió, apuntaban en su agenda los próximos conciertos y disfrutaban de horas de música sin preocuparse de que el de al lado pudiera contagiarle. Pues bien, ante la angustiosa situación que atraviesa el sector del espectáculo y las ganas acumuladas del espectador, los organizadores del popular Primavera Sound, la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas del Campus Can Ruti, y el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, han puesto en marcha un estudio de cribaje masivo para eventos de música en vivo. Una interesante iniciativa para reconducir los protocolos en las salas de conciertos que podrían dar un vuelvo a la política de cierre total que ahora impera en el país.

Aunque todavía no hay una fecha definitiva, ya se sabe que tendrá lugar a lo largo de este mes y que serán 1.000 personas las que formarán parte de este macroevento que acogerá la popular Sala Apolo de Barcelona. Como ha podido saber LA RAZÓN, en este momento se encuentran en la fase de selección de las “cobayas” que participarán en el estudio y que serán elegidas en función de un criterio médico, para que así haya una representación variada en función de edad, sexo y otras características, entre ellas, de calado médico.

Zona específica para consumo de bebidas

El protocolo a seguir será el siguiente: a los sujetos del estudio se les someterá a un test rápido de detección de antígenos por SARS-CoV-2 y un PCR antes y después del evento para evaluar su eficacia, ya que el objetivo final del ensayo es establecer la eficacia de dichos test. Antes de ser aceptados como miembros del estudio, los participantes serán sometidos a un cuestionario de salud para poder así descartar a personas con síntomas compatibles a los que presenta el coronavirus u otra serie de patologías previas que puedan ser “susceptibles de un mal pronóstico”, explican desde la organización del ensayo. Una vez seleccionado el grupo, en la entrada de la Sala Polo, antes de la apertura de puertas, se realizará una prueba PCR a la mitad de los participantes, para poder evaluar así la eficacia de los test rápidos, los cuales se harán a lo largo de todo el día en el interior de la sala. En el caso de que salga algún positivo el día del encuentro, los pacientes serán derivados a su centro de salud y, por lo tanto, no entrarán en la Sala Apolo.

Pero no se piensen que dentro del local habrá libertad total para los asistentes. Todos deberán llevar mascarilla de protección, que sólo se la podrán quitar a la hora de ingerir las consumiciones. De hecho, habrá un lugar en el interior destinado para consumo de bebidas. Eso sí, en ningún momento será necesario guardar la distancia de seguridad.

Una vez concluido el “fiestón”, por el que muchos matarían por acudir ya que llevamos más de siete meses alejados de las discotecas, los participantes abandonarán el local y ocho días después se les practicará de nuevo un test rápido de antígenos a todos los asistentes y una nueva prueba PCR a los participantes a quienes ya se les realizó el día del acontecimiento. Posteriormente, los resultados serán evaluados por los responsables del estudio. Los que den positivo, serán sometidos a un seguimiento médico en la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas. Los que hayan dado negativo tanto el primer como el octavo día serán sometidos a un cuestionario diez días después. Si el estudio funciona y arroja datos interesantes, está claro que podría tratarse de una solución para recuperar el ocio que continúa paralizado en todo el país. ¿Se atreverían a convertirse en cobayas humanas de este experimento?