Contagios
La letalidad se ceba con los que tienen más de 80 años
Los afectados entre los mayores de 60 años se multiplican por dos en un mes
La población de más de 60 años se ha convertido en el gran objetivo a proteger en esta fase de la segunda ola de la pandemia de Covid-19. Sobre todo, por la alta mortalidad que registra, especialmente a partir de los 80 años. Según los datos del Instituto de Salud Carlos III, el porcentaje de población que más se infecta por el SARS-CoV-2 en España es el que tiene entre 15 y 29 años, en donde se registraron 22.775 casos en la semana que transcurre del 26 de octubre al 1 de noviembre, así como el de entre 40 y 49 años, que acumula en ese periodo 19.277 casos. A partir de los 60, la cifra baja mucho. Entre 60 y 69 años es de 11.089, pero entre los 70 y los 79 desciende hasta 7.197 y a partir de esa edad el número de contagiados es de 8.494.
El problema, como sucedió en la primera ola, es la gran letalidad que provoca el virus a partir de esas edades. Entre los 60 y los 69 años, la media de muertes por casos diagnosticados es del 0,8%, el mismo porcentaje que en el y conjunto de todas las franjas de edad. Entre los 50 y 59 años la tasa de letalidad es del 0,2% y entre los 40 y los 49 años es apenas del 0,1%, mientras que en las edades inferiores desciende hasta prácticamente el 0%. La que altera la media, disparándola, es la mortalidad por Covid-19 a partir de los 70 años. En concreto, entre los 70 y los 79 años se eleva hasta el 2,8%, y a partir de los 80 años hasta el 9,4%. Esto significa que casi una de cada diez personas de más de 80 años que se infecta fallecen en España. Una tasa elevadísima que se va acercando a las que se registraron durante los trágicos meses de marzo y abril.
En este contexto hay que encuadrar las palabras que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, deslizó el pasado jueves sobre la posibilidad de reducir la movilidad de los sectores de población más envejecidos, que son por este motivo los más vulnerables. Según apuntó, este confinamiento por edades que ya se está produciendo en algunos países como Italia, en donde varias regiones han propuesto recluir en su casa a toda la población mayor de 70 años, es una medida «útil» que se puede plantear en España.
En esta línea se encuadran también, aunque aún de forma tímida, iniciativas autonómicas como la intención del Gobierno asturiano de establecer franjas horarias en su salida a la calle, con el fin de frenar cualquier contacto social. De acuerdo con las estadísticas del Instituto de Salud Carlos III, la tasa de letalidad se mantiene más o menos estable entre los mayores de 60 años desde la semana correspondiente al 21 y al 27 de septiembre hasta la última analizada, que es la del 26 de octubre hasta el 1 de noviembre. Sólo ha crecido una décima entre los que tienen entre 70 y 79 años al pasar del 2,7% al 2,8%.
El problema, sin embargo, es el aumento de casos. En poco más de un mes, las infecciones entre los mayores de 60 años se han mutiplicado por dos al pasar de las 13.222 de finales de septiembre a las 26.780 de finales de octubre. A principios de septiembre, el número de contagios en este colectivo era de 8.200. En todas las edades el aumento ha sido menor, al pasar de 68.614 a 117.672 en ese periodo mensual.
Especialmente preocupante es, asimismo, el incremento registrado entre los mayores de 80 años. De 3.801 contagiados por estas edades se ha pasado a 8.494. De momento, la letalidad en este último colectivo se mantiene, pero los epidemiólogos temen que pueda dispararse porque, a más contagios, más ingresos hospitalarios, más entradas en las unidades de cuidados intensivos (UCIS) y mayor número de muertes. La incidencia acumulada de casos por cada 100.000 habitantes en este colectivo ha pasado de 132 a 293.
Según los datos que ofrece en las redes sociales el economista Francesc Pujol, una de cada diez personas de entre 60 y 69 años va al hospital. La proporción se reduce ya a uno de cada seis entre los que tienen entre 70 y 79 años. El cierre de la hostelería implementado desde hace días en varias partes de España tiene por objeto precisamente reducir la incidencia de los contagios en la población que ya no puede considerarse como juvenil, al eliminar así gran parte de su actividad social sin riesgo de que haya apenas incumplimientos. Según los datos del informe del Instituto Carlos III, en la última semana de octubre se contabilizaron 746 fallecimientos por Covid-19 en personas de entre 60 y 69 años; el número de óbitos fue de 1.629 entre ciudadanos de 70 a 79 años, y de 5.954 entre los mayores de 80 años.
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