PCR

La española atrapada en Londres por los protocolos Covid

Tania, de 24 años, no podrá volar a A Coruña en Navidad por la saturación de los laboratorios británicos, que no garantizan la prueba con 72 horas de antelación al viaje. “Es una locura, por no hablar de las 120 libras que te piden por las PCR. Yo tendría que hacerme dos, una de ida y otra de vuelta”, lamenta

Tania Abeleira, de 24 años, llegó a Londres en agosto
Tania Abeleira, de 24 años, llegó a Londres en agostoLa Razón

Tania Abeleira llegó a Londres a finales de agosto. Después de perder su trabajo en una conocida marca de ropa en A Coruña por motivo de la pandemia, decidió buscar empleo en Reino Unido. A sus 24 años y con ganas de mejorar su inglés, decidió inscribirse en una web de “au pairs” y rápidamente una familia contactó con ella. “Llegué allí el 20 de agosto porque me exigían hacer cuarentena dos semanas antes de empezar a trabajar. Ahora vivo con una familia estupenda que tiene dos niñas de las que me encargo, las llevo al colegio y a las actividades extraescolares. Todo iba muy bien hasta que decidí viajar a España para pasar la Navidad”, relata en conversación telefónica con LA RAZÓN.

Entonces comenzó su periplo. Había reservado los billetes de avión para volar el día 16 de diciembre, dos días antes del cumpleaños de su padre, Gerardo. El regreso estaba planificado para el día 30. “No podía faltar en fechas tan señaladas. Pero hace unos días me llamaron de la compañía aérea para comunicarme que mi vuelo se había cancelado y ahora me ponían en otro con una escala de nueve horas. Después llegó la exigencia de la PCR para las personas que llegamos a España desde el extranjero y eso fue la gota que colmó el vaso”, explica.

Al vuelo Londres-A Coruña, que le había costado 175 libras (195 euros), debía de sumar dos PCR, la de ida y la de regreso, ya que en Reino Unido también se lo exigen. Es decir, otros 270 extra. “No me quejo de lo que gano en el trabajo que tengo ahora, pero se me iba de presupuesto. Estuve barajando opciones y tampoco era sencillo encontrar un sitio en el que te hagan las pruebas con 72 horas de antelación al viaje. De hecho, el Gobierno británico ya avisó que los test que hacen en el sistema de salud público (NHS) no sirven para este caso, así que hay que hacerlas en laboratorios privados de pago”, relata. Ella, antes de cancelar el vuelo, estuvo informándose de los lugares en los que podría hacérselo. “El más habitual es el de las conocidas farmacias Boots que hay en varios sitios, pero ya no había hueco en ninguna, todas las fechas estaban cogidas. Conozco a personas que se están desplazando a más de una hora y media de coche para realizársela en alguna otra franquicia. Pero yo ya llegué tarde y no había posibilidad”, dice la joven gallega.

Test exprés en el aeropuerto

También se enteró de que, en el aeropuerto de Gatwick, a una hora y media de Londres, estaban haciendo pruebas exprés, pero solo para personas que vengan en su propio vehículo, “porque si lo hacen en transporte público parece que no hay garantías de que el resultado sea fiable, pero yo no tengo coche y alquilar uno implicaría sumar más euros al viaje. De momento, solo con el vuelo y las pruebas ya superaba los 500 euros”. Así que, ante esta situación, Tania optó por solicitar a Iberia la devolución del dinero del vuelo y quedarse resignada en Londres durante toda la Navidad: “Y no solo en esta fecha, según está el panorama ya no creo que pueda volver hasta mayo porque no vuelvo a tener vacaciones. Es muy triste porque para mí son días muy importantes. De hecho, soy la que más disfruta de estas fiestas en la familia. Ya tenía todos los regalos comprados así que los enviaré por correo y haremos la Navidad por Facetime”.

Sus padres insistieron en ayudarle a costearse el viaje, pero ya no solo era cuestión de dinero, sino de la imposibilidad de encontrar un lugar donde hacerse la PCR con margen de tiempo suficiente para que le dejasen volar. “Es toda una locura. En todos los sitios que llamé me dijeron que podría encontrarse algún hueco, pero que no me garantizaban que lograran darme los resultados a tiempo. ¿Iba entonces a pagar 270 euros sin la garantía de poder entrar en España? Evidentemente, no”, argumenta.

Laboratorios saturados

Ésta será su primera Navidad que no pase en familia. Rebecca, la madre de familia donde Tania trabaja, ya le dijo que no se preocupara, que podría estar con ellos. También tiene unos primos con los que podrá pasar los festivos, “pero aun así no será igual. Entiendo que haya protocolos de seguridad por la pandemia que estamos viviendo, pero lo que no es justo es que todos los lugares para hacerse la PCR estén saturados”, protesta.

Tania reside a media hora del centro de la capital británica, y aunque asegura que, aunque allí la vida es tranquila, “sigo alucinando con la poca conciencia que tienen del virus en el país. Muchos siguen sin llevar mascarilla por la calle y te miran raro si tú lo haces”. El miércoles, en Reino Unido salimos del “cierre total” que se ha impuesto en el último mes y el Gobierno darán vía libre para que del 23 al 28 de diciembre podamos juntarse como máximo tres grupos familiares diferentes en la misma casa. “Yo siempre he tenido mucho cuidado, soy asmática y contagiarme sería especialmente problemático. Tanto es así que ya me he vacunado de la gripe por si acaso”.

Una parte positiva, “me gusta siempre ver el lado bueno de las cosas, porque si no, te hundes”, es que ya ha recibido desde España los primeros regalos de la familia. “Tengo una caja enorme que me han enviado mis padres sobre todo con comida, fuet y esas cosas. Lo han envuelto con papel de regalo para lo vaya abriendo poco a poco. La verdad que me ha hecho mucha ilusión”, sentencia Tania.