Efectos de la pandemia

Canarias, las islas (des)afortunadas

Su ocupación hotelera apenas llega al 10% cuando el año pasado se colgó el cartel de «completo». Tenerife y Gomera esta en máxima alerta por contagios, mientras se agudiza la polémica entre gobiernos por los controles de entrada

Ambiente en la Playa de las Canteras el día del comienzo del invierno, en Las Palmas de Gran Canaria, Canarias (España), a 21 de diciembre de 2020. Hoy, que tiene lugar el solsticio de invierno, en España hay grandes diferencias de temperaturas entre unas localidades y otras del país.
Ambiente en la Playa de las Canteras el día del comienzo del invierno, en Las Palmas de Gran Canaria, Canarias (España), a 21 de diciembre de 2020. Hoy, que tiene lugar el solsticio de invierno, en España hay grandes diferencias de temperaturas entre unas localidades y otras del país.Europa PressEuropa Press

Era uno de los destinos en los que el sector turístico confiaba para salvar la temporada de invierno, pero Canarias también está sintiendo los envites de la pandemia y el freno al turismo. Los casos de Covid han ido en aumento en las últimas semanas, principalmente en Tenerife, y cada vez más en La Gomera, las dos islas que permanecen en semáforo rojo. El Archipiélago acumula más de 25.500 casos de Covid y 394 fallecidos desde que iniciara la pandemia, aunque aún es la comunidad con menor cifra de contagios del país.

Pero la situación de Tenerife preocupa porque lleva dos meses con tasas en aumento y una incidencia acumulada que ha superado en ocasiones los 200 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Datos superiores, por momentos, a la media del país que se ha situado en 193,65 por cada 100.000 habitantes. Estas cifras han llevado al Ejecutivo regional a tomar medidas de movilidad más restrictivas en esa isla, cercanas al confinamiento. A las puertas de la Navidad el archipiélago arrastraba una incidencia acumulada a 7 días de 68,45 casos por cada 100.000 habitantes, y en 14 días de 139,5 personas contagiadas por cada 100.000 habitantes.

Además, es de las comunidades que más índice de ocupación UCI tiene de media. Según el neumólogo y portavoz de Sanidad del PP en el Parlamento canario, Miguel Ángel Ponce, ese índice de ocupación es de 1,6 cuando la media nacional es de 0,8. El especialista explica a LA RAZÓN que las UCI de los hospitales de Tenerife están cerca de superar el 20%, solo por pacientes Covid. En general, los ingresados por coronavirus en toda Canarias, tanto en UCI como en planta, suman 350. Ponce insiste en que no se aprendió de lo sucedido en verano cuando el repunte de casos de las islas no se esperaba. Las medidas, dice, llegan tarde, como las restricciones en Tenerife de movilidad, reducción de aforos en centros comerciales y terrazas y toques de queda adelantados, y que los mensajes «triunfalistas» del gobierno regional poco ayudan.

Asegura que en la primera ola en Gran Canaria hubo un relajamiento social asociado al ocio nocturno, pero en esta segunda ola en Tenerife se ha dado un contagio más progresivo, difuso y que ha afectado a más municipios. Recuerda que ha habido más de cinco brotes en residencias de ancianos y que Canarias es de las tres comunidades que menos PCR ha hecho de media de todo el país. Esa situación epidemiológica ha hecho que, una vez dada las vacaciones a los escolares, se haya confirmado que el regreso no será hasta el 11 de enero.

El Consejo de Gobierno aprobó el miércoles un nuevo decreto por el que se reagrupan las medidas restrictivas para contener la expansión del virus. Se aplicarán en cada isla según sus situaciones epidemiológicas. Los tres niveles de alerta vienen derivados del nuevo informe sobre la incidencia del coronavirus en las islas puesto en marcha por la Consejería de Sanidad el pasado 10 de diciembre y que mide los niveles de riesgo.

Las medidas del Gobierno canario han sido polémicas, llegando a provocar un recurso del Ministerio de Sanidad ante el Tribunal Constitucional, y tras él el TC suspendió la norma canaria respecto a la validez del test de antígenos para los viajeros.

Se especificaba entonces que la restricción de entrada a las islas no sería aplicable a los pasajeros simplemente con él, con una declaración responsable y con la comprobación de la ausencia de fiebre y otros síntomas, como sustitutos de las PCR, lo que motivó el recurso que fue tomado en consideración del Estado central.

En agosto empezó lo peor

Agosto fue el mes que todo cambió en Canarias donde hubo tasas de contagio que rondaban los 370 casos diarios. Desde entonces, los datos propios y las noticias que venían del exterior en materia turística iban alterando las ya de por sí dudosas expectativas del sector.

Las islas se habían ido salvando del veto turístico de sus principales mercados emisores como Alemania o Reino Unido, pero Canarias fue entrando y saliendo de la lista negra de esos países como si de una noria se tratara. Ahora, el golpe final ha sido el cierre de fronteras de España con Reino Unido al detectarse una nueva cepa de coronavirus en el país británico. «La Navidad es la subtemporada alta de la temporada alta en Canarias. Son los precios más altos de todo el año, y verla vacía es lo que ninguno de los que nos dedicamos al turismo hemos visto jamás», cuenta a este periódico el economista y experto en Turismo Antonio Garzón.

La ocupación hotelera es ahora mismo menor al 10 por ciento de su planta abierta. «Pero es que el año pasado por estas fechas era de casi el 100%. Tenemos el triple bloqueo: confinamiento en los países de origen, la PCR de difícil acceso para el turista extranjero y la falta de disciplina interna», añade.

Además, en los últimos días, el presidente de la patronal turística canaria Ashotel, Jorge Marichal, afirmaba que «el sector no aguanta más» y ha solicitado al Estado que apruebe medidas para rescatar a la hotelería «y detener esta sangría». Marichal ha dicho que «ahora más que nunca tiene sentido hablar de un necesario rescate del sector».