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Caza

Cómo mejorar las fotografías de caza

Consejos para obtener unas buenas fotografías en la caza.

El cazador debe mostrar siempre respeto por la pieza abatida. Sergio Gómez

Temporada tras temporada las jornadas de caza se van acumulando una tras otra en los cazadores, pero ciertos momentos y sobre todo ciertos lances permanecen imperturbables en su memoria por muchos años que pasen. Si además hay una buena fotografía que recuerde aquel lace o aquel día de caza el recuerdo será eterno. Por ello, es costumbre que, al culminar un rececho, una espera, una montería, o al acabar una simple jornada de caza menor en mano el cazador tome algunas fotografías para poder rememorar más delante esos momentos.

No obstante, estas fotografías tienen que ser cuidadas y cumplir cierta ética para con el animal que ha sido objeto de caza. Hoy en día la difusión de estas o cualesquiera otras fotografías es total gracias a las redes sociales y a internet. Si a esto le sumamos una mayor sensibilización propia de la sociedad actual y el cada vez mayor debate y enfrentamiento entre detractores y amantes de la caza se hace necesario tener cierto decoro en las imágenes que se divulguen. Por ello y para mejorar las fotografías deben tenerse en cuenta una serie de medidas técnicas y éticas.

Medias técnicas: son aquellos preceptos encaminados a ajustar los parámetros físicos de la cámara o el escenario de la fotografía para mejorar el resultado de la misma.

  • Iluminación: nunca se debe hacer una fotografía en la que el sol incida directamente en la lente de la cámara. El sol debe incidir sobre el objeto a fotografiar y a ser posible evitando las horas centrales del día donde el contraste entre las zonas de sombra y las iluminadas es elevado. Esto hace que queden negras las zonas de sombra o bien queden “quemadas” (excesivamente iluminadas) las zonas de luz. Para evitar estos casos siempre podemos hacer uso del flash, esto hará que la zona se ilumine por completo de una forma más homogénea.
  • Encuadre: el encuadre debe ser lógico. Aplicar la sencilla regla fotográfica de los tercios ayuda a obtener un encuadre y composición equilibrados.
  • Tiempo de exposición: Este parámetro es un poco indiferente si la fotografía es un posado con la pieza de caza. Si lo que queremos es captar un lance en el que la pieza esta en movimiento necesitaremos de velocidades de obturación rápidas si no queremos ver el objeto en cuestión totalmente difuminado. Un ajuste de tiempo de exposición en 1/100s suele ser el común en una fotografía diurna. Aplicar tiempos de exposición largos hará que la foto salga movida con seguridad.
  • Apertura del diafragma: aparte de controlar la cantidad de luz que entra en la cámara, sirve para controlar la profundidad de campo, es decir, la parte nítida en la fotografía. A mayor tamaño de agujero, menor profundidad de campo y viceversa. Este parámetro es bastante importante y debemos evitar las aperturas menores de 6 si no queremos correr el riesgo de tener unas partes de la foto enfocadas y otras no. Al posar con una pieza el cazador suele situarse detrás de la misma y al no estar ambos en el mismo plano puede darse una fotografía en la que haya zonas desenfocadas, algo realmente molesto en una fotografía de este tipo si no es el efecto deseado.

Medias éticas: son las medidas relacionadas con la disposición del animal abatido en la fotografía, así como su apariencia y el trato que se le da.

  • Postura del animal: la postura del animal no debe ser cualquiera, lo deseable es acomodarlo con la cabeza erguida y apoyado sobre sus extremidades o vientre en el caso de caza mayor. En el caso de la caza menor de aves una colocación respetuosa con las piezas peinadas es lo mejor.
  • Limpiar sangre: una fotografía con el animal lleno de sangre y el cazador sonriendo da una imagen un tanto sádica del lance. Es más que aconsejable limpiar la sangre que pueda tener sobre todo en el rostro del animal.
  • Eliminar gestos obscenos: como hemos dicho antes un buen cazador debe mostrar respeto por el animal que acaba de abatir y no es de recibo subirse encima de él, reírse a carcajada limpia o realizar gestos obscenos; ni quedan bien en la fotografía ni son éticos.

Vivimos en un mundo donde las apariencias y la imagen juegan un papel primordial en nuestra sociedad muchas veces incluso por encima de nuestra consciencia. Por ello el respeto hacia el animal abatido es primordial; la caza ante todo debe ser ética.

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