Consumo
Los 9 utensilios de cocina que jamás debes meter en el lavavajillas
Algunos de ellos pueden obstruir el electrodoméstico y provocar averías muy caras de reparar
No es lo mismo coger el estropajo para fregar los platos y cubiertos sucios que meterlos en el lavavajillas y darle a un botón. Este electrodoméstico gasta menos agua, quita mejor la grasa al trabajar a temperaturas elevadas y nos ahorra diariamente tiempo, dinero y energía. Sin embargo, aunque parezca que sirve tanto para lavar los utensilios de cocina como para otro tipo de recipientes y objetos, no es recomendable utilizarlo para todo. Determinados materiales se deterioran más de la cuenta si se someten a temperaturas muy elevadas o su superficie entra en contacto con el detergente, por lo que si quieres seguir utilizándolos durante mucho tiempo es mejor que los laves a mano.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recopilado los nueve utensilios de cocina que por la delicadeza de sus materiales no se deberían meter en el lavavajillas. De hecho, no solo peligra la integridad de estos objetos, sino que también puede dañar algunos componentes del electrodoméstico.
Cuchillos con mango de madera o de acero templado
La madera es uno de los materiales que más sufren en el lavavajillas. La mayoría de los cubiertos pueden meterse sin problemas en el electrodoméstico sin que se deterioren demasiado, pero no es recomendable incluir aquellos que tienen un recubrimiento de madera en el mango, ya que al poco tiempo se hinchará y se agrietará por la humedad.
Ahora es habitual que el filo de los cuchillos sea de acero inoxidable. Sin embargo, los más antiguos pueden estar fabricados de acero templado. En ese caso, el agua y el detergente pueden favorecer la oxidación del material.
Cristalerías antiguas o delicadas
La cristalería de valor se saca en ocasiones especiales, por lo que dura más en el tiempo, pero si después de utilizarla se mete en el lavavajillas es probable que una de las piezas no sobreviva. La OCU aconseja lavar estas copas delicadas a mano, ya que con los lavados el cristal pierde transparencia y brillo. La opción más cómoda es meter la cristalería en el lavavajillas, pero con un programa a baja temperatura. Tampoco es recomendable meter las piezas de porcelana o vajillas pintadas a mano.
Sartenes y ollas antiadherentes
Conservar el teflón antiadherente de las sartenes y ollas es una auténtica odisea. Los fabricantes son conscientes de ello y especifican si su utensilio es apto para el lavavajillas o no. En cualquier caso, el calor y el detergente pueden llegar a agrietar esta capa que evita que los alimentos se peguen a la superficie, pero el teflón también corre peligro con el lavado a mano. Lo más recomendable es utilizar el interior de la esponja para no dañar el material.
Tapas de las ollas a presión
Otro error es no lavar las tapas de las ollas a presión a mano. En el lavavajillas pueden obstruirse alguno de los conductos de la válvula y las gomas que cierran la olla pueden perder elasticidad y romperse. El mayor problema es este componente, por lo que si se puede retirar la goma con facilidad, no es tan mala idea optar por la solución fácil y dejar que la tecnología trabaje por ti.
Utensilios de madera
Al igual que ocurre con los cuchillos con el mango de madera, las tablas de cortar o las cucharas de palo también sufren con la humedad del lavavajillas. Con el tiempo, la madera se hinchara y terminará agrietándose.
Objetos de hierro: cuencos, ollas, sartenes, teteras
Las cazuelas y sartenes de hierro sin esmaltar son algunos utensilios que nos han acompañado durante más tiempo en la cocina. La forma óptima de limpiarlos es solo con agua o con un estropajo no abrasivo.
Menaje de cobre y de aluminio sin esmaltar
El aluminio sin esmaltar es un material habitual en los utensilios para repostería y en las cafeteras. Seguro que al lavarlas en el lavavajillas has visto como empiezan a ennegrecerse y es imposible que desaparezcan estas manchas.
Frascos con etiquetas de papel
Reutilizar un frasco de mermelada para guardar especias o frutos secos, por ejemplo, puede salir muy caro. Es habitual meter estos recipientes en el lavavajillas para quitar la etiqueta que llevan pegada, pero los restos de papel pueden llegar a obstruir los conductos del electrodoméstico y provocar una avería.
Platos y vasos de plástico o con dibujos impresos
Algunos utensilios de plástico no son aptos para el lavavajillas. Para no llevarse la sorpresa y encontrarse con platos y vasos deformados por el calor hay que revisar siempre las recomendaciones del fabricante. También es posible que los vasos medidores de líquidos pierdan su utilidad al borrarse las marcas impresas en la superficie.
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