Un plan fracasado
La falta de dosis impide vacunar a las empresas
Patronal y mutuas ya participan en la vacunación de la gripe. Pero porque sí hay stock. Para la covid habrá que esperar.
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, lanzó ayer una nueva idea para salvar el caos del plan de vacunación del Gobierno: que las empresas salgan al mercado a comprar vacunas para administrárselas a sus empleados. «No en detrimento de la Sanidad pública española», aclara, pero considera que tanto compañías como países acabarán «comprando por su cuenta porque es la única manera de poder salir adelante». Sanidad mostró ayer su rechazo frontal a la propuesta.
¿Es posible llevar a cabo esta proposición? El responsable de Prevención de Riesgos Laborales de Foment del Treball Nacional, César Sánchez, señala a LA RAZÓN que «parece inviable acceder al mercado de vacunas y competir con gobiernos y con multinacionales». Pero lo ve factible en un futuro «cuando haya más dosis disponibles. Un ejemplo claro es que numerosas empresas adquieren en otoño vacunas de la gripe, muy abundantes y con un procedimiento sencillo de compra, para inocularlas a sus empleados con sus propios servicios médicos».
Foment del Treball ya propuso el pasado 5 de febrero que los servicios médicos de las grandes compañías de sectores como el agroalimentario, metalúrgico, químico y de la gran distribución colaborasen para vacunar a sus trabajadores y sus familias «cuando haya stock de vacunas y siempre con la supervisión de la Consejería de Salud». Las previsiones de Foment señalaban que si dispusieran de dosis «en una semana se podrían vacunar alrededor de 400.000 trabajadores y también a sus familiares».
La Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), también ha puesto a disposición del Gobierno sus más de mil centros sanitarios. «Damos servicio al 98% de las empresas del país y al 96% de los trabajadores y contamos con 4.000 sanitarios disponibles para vacunar si hubiera dosis». Y aventura a este periódico que con su infraestructura «a finales de julio habríamos vacunado a 14 millones de personas».
Su propuesta está en fase de estudio por los ministerios de Sanidad y Trabajo. «No nos han dicho nada concreto. Quienes sí han reccionado son la Comunidad Valenciana y la vasca, que no sólo nos han proporcionado dosis para nuestros propios empleados. También hemos vacunado a sanitarios y profesores de enseñanza primaria». Madrid y Castilla-La Mancha ya pidieron en su tiempo que la infraestructura de AMAT se utilizase en el plan de vacunación.
De la misma manera, el sector agroalimentario ha solicitado que el personal encargado de la distribución y venta de alimentos o productos de primera necesidad sea considerado personal esencial y por tanto, se les dé prioridad en la vacunación, de la quese encargarían ellos contratando personal sanitario o a través de las mutuas. El director general de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), José María Bonmatí, ha destacado que la «presencialidad» de la actividad hace «fundamental» la administración de dosis a los cerca de 2,3 millones de trabajadores ya que, ha recordado, en caso de volver a tomar medidas se pueda garantizar el abastecimiento de los productos.
En Italia, el pasado día 7 los ministerios de Trabajo y Sanidad, junto a sindicatos y patronal, alcanzaron un acuerdo por el que a partir de mayo se permitirá vacunar en todas las empresas del país a los trabajadores que así lo deseen. Este canal de vacunación formará parte de la red sanitaria pública,y se ofrecerá a todos los trabajadores independientemente del tipo de contrato, aunque la inmunización por esta vía no será de carácter obligatorio.
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