Vacuna

Francia frena en seco el éxodo de jóvenes vascos para inmunizarse

Pedirá permiso de residencia, de trabajo o tarjeta sanitaria gala antes de autorizarlo

La esperanza de cientos de veinteañeros y treintañeros vascos de inmunizarse antes de tiempo en ciudades fronterizas del sur de Francia, como Biarritz, Hendaia, Hossegor o Baiona ha quedado en el aire. París ha dado la orden de que se empiece a pedir permisos de residencia, de trabajo o la tarjeta sanitaria francesa a quienes acudían ayer en busca de su vacuna para la covid. «Me he enterado por amigos que han ido hoy a Biarritz a acompañar sus hijos a ponerse la primera dosis. Hasta el domingo solo pedían el DNI, pero desde ayer han empezado a poner trabas», explica Alfredo O., padre de un chaval de 19 años que tenía cita hoy para inmunizarse en la ciudad del sur de Francia. «No nos han dicho nada aún, llamaré a ver qué nos indican, pero en principio cuento con que no nos den ninguna alternativa. Es una pena, mi hijo quería vacunarse ya porque se va a trabajar fuera este verano, y así se iba más tranquilo», añade.

«La verdad, pensaba que era completamente normal, porque somos europeos y no debería haber fronteras para la inmunización». Hace poco más de una semana que Francia abrió la vacunación a mayores de 12 años, sin franjas de edad. Desde entonces, muchos vascos y residentes de otros municipios del norte de España comenzaron a movilizarse para pedir su cita en el país galo. Conseguirlo era bastante fácil. El interesado solo debía descargarse la app «Doctorlib» y registrarse para solicitar la cita. La segunda cita también se gestionaba de la misma manera.

Dependiendo de la localidad que se eligiera, la vacuna será gratis o de pago (unos 20 euros), y además, se podía elegir con qué suero inocularse. «Nos enteramos de esto por mi hija, también en la veintena, que vive en Luxemburgo y ya está vacunada», explica Alfredo. Sin embargo, parece que las últimas en saberlo fueron las autoridades sanitarias de la región, cuya titular de Sanidad se mostraba ayer «completamente sorprendida» de esta práctica de la que, según declaró en una entrevista a Onda Vasca, «las autoridades galas no nos han informado en ningún momento». «La decisión de vacunarse en Francia es completamente respetable, pero nos sorprende mucho que el Gobierno francés no nos haya dicho que está ofreciendo esta posibilidad a ciudadanos españoles», señalaba Gotzone Sagardui.

La consejera también destacó que no entendían muy bien los motivos para hacerlo porque «los criterios de vacunación son más o menos parecidos a nivel europeo» y manifestó que, «tal vez», el porcentaje de personas que querían vacunarse en Francia fuera «menor», dado que se trata del país más escéptico del mundo respecto a la inmunización, que ha tenido una extensa proliferación de grupos anti-vacunas durante la pandemia. «Un problema que, afortunadamente, en Euskadi no se tiene porque se ha entendido la importancia de esa cobertura que da la vacuna», añadió.

En su opinión, este es el argumento principal que explicaría que el país vecino tuviera «mayor número de dosis» y que estuviera dando facilidades a ciudadanos españoles para inmunizarse. Fuera este el motivo, o lo fuera, simplemente, la ley de la oferta y la demanda, las declaraciones de la consejera parecen haber hecho efecto, y París ha dado la orden de endurecer las condiciones para la vacunación de ciudadanos extranjeros . Así, desde ayer mismo, solo pueden hacerlo aquellos que presenten permiso de residencia, de trabajo o tarjeta sanitaria francesa.