Sonia Zúñiga, viróloga del CNB e investigadora del CSIC. CESAR HERNÁNDEZ

“Nuestra vacuna será una de las más completas y seguras del mundo”

Sonia Zúñiga, viróloga del Centro Nacional de Biotecnología e investigadora del CSIC, asegura que llegarán «más variantes muy distintas»

Los vacunados se contagian y contagian a otros a causa de la expansión de nuevas variantes más peligrosas como delta, (hasta un 65% más transmisible y que hace que el virus se multiplique el doble de rápido en tracto respiratorio). Los jóvenes enferman e ingresan en las plantas covid de los hospitales, donde permanecen más días de media que los pacientes de más edad. Algunos de ellos luchan a vida o muerte con el virus en las UCIs durante días y semanas y, aunque de base cuentan con la baza de su juventud y salud, nadie piensa que la batalla está ganada.

“Me llegaban a poner 60 litros de oxígeno al día, cuando lo normal es 21. Llego un momento que estaba convencido de que no saldría de allí”, contaba Martín Parrales, de 29 años, deportista, a este periódico. Investigaciones recientes indican que la carga viral en las vías respiratorias de los vacunados es parecida a la de los no vacunados. Las vacunas funcionan para prevenir la muerte y la enfermedad grave, que no es poco.

A pocas semanas de alcanzar el objetivo inicial de tener el 70% de la población completamente inmunizada, la normalidad se aleja cada vez más. Hablamos con Sonia Zúñiga, viróloga del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) e investigadora del CSIC que trabaja, junto a Luis Enjuanes e Isabel Sola, en el desarrollo de una vacuna esterilizante que será, «una de las más completas y seguras del mundo».

–¿Por qué las personas vacunadas se infectan?

–Porque las que vacunas que tenemos no evitan la infección. Aun así, funcionan tan increíblemente bien que cada vez más investigaciones están confirmando la hipótesis de que disminuyen la transmisión. Aunque las personas se contagien, parece que tienen menos carga vital que los no vacunados, eliminan el virus antes, la mayoría son asintomáticos y el tiempo ventana en el que pueden contagiar a otros es menor. Un estudio muy amplio realizado en Estados Unidos ha mostrado que el 75% de las personas completamente inmunizadas que se infectan son mayores de 65 años. Otra investigación en Qatar evidencia que las infecciones en vacunados son un 50% menos contagiosas que las infecciones primarias en personas no vacunadas. No se les puede pedir más.

–¿Qué hemos vuelto a hacer mal este verano para estar peor que el anterior?

–Son varios factores los que se han juntado y han hecho posible que se expanda la ola. El fin de la obligatoriedad del uso de la mascarilla en exteriores, la relajación de las medidas, el aumento de la movilidad y la expansión de una variante como delta, mucho más contagiosa, han sido el caldo de cultivo perfecto para tener una explosión de contagios como la de julio. Delta ha cambiado el panorama más que ninguna otra y lo más probable es que solo sea el principio. Pueden venir más variantes y muy distintas, porque el contexto ahora va a ser una trasmisión con una mayoría de poblaciones vacunadas. Una hipótesis que se maneja es que el virus se haga más contagioso pero menos virulento.

–¿Cómo cambiará el escenario cuando se alcancen los 33 millones de personas totalmente inmunizadas en España?

–Se notara en varios aspectos: la ralentización de la expansión del virus y que, aunque haya gente que se siga infectando, lo normal sea que no tengan cuadros de patología severa, no necesiten hospitalización, se recuperen pronto y que a nadie le cause la muerte. Por tanto, en otoño, la situación debería de estar bastante controlada, al menos en España. Aun así, para llegar a este 85%-90% que la expansión de delta ha puesto como nuevo reto, hay que empezar a vacunar a los jóvenes y a los niños. Estas vacunas están recién aprobadas y aún no se han probado suficiente en adolescentes. En España no es problema porque vamos bien y no hay reticencia pero en EE.UU, por ejemplo, no consiguen subir de un umbral por la gente que no se quiere vacunar.

–¿Por qué no se prioriza un esfuerzo extra por agilizar los procesos necesarios para que avancen proyectos como el suyo?

–Nuestra vacuna podríamos decir que es de las más complejas del mundo, por eso va más lenta. Nosotros habíamos hecho una vacuna con el virus MERS que en ratones daba una protección del 100% con una sola dosis. La misma tecnología se la estamos aplicando al SARS-CoV-2, y estamos empezando a vacunar a ratones. Esperamos que pueda inducir una buena protección.

Está basada en varios antígenos, no sólo en las espículas, y es autoamplificativa. Es decir, le das una dosis X y esta se amplifica, lo cual hace que, en principio, pueda tener una mayor potencia. Aún no hemos hecho experimentos en humanos. Pensamos que los haremos durante este año en animales y, a lo largo del año que viene, en humanos. El tiempo lo dirá. Igualmente, avanzamos al ritmo que podemos, no se trata de falta de financiación o recursos, se nos ha ayudado y se nos sigue apoyando de un modo ejemplar.

–¿Existen más proyectos en el mundo similares al suyo?

– Claro, no solo nosotros vamos a por una vacuna esterilizante, hay otros seis proyectos que están investigando otras rutas de inoculación. Algunas de ellas son vacunas que ya están en el mercado por vía intramuscular y están ensayando la ruta de inoculación por mucosas (como la de Astrazeneca o la china CanSino).Esto complica más porque no es la vía estándar y porque los ensayos clínicos van a ser más complicados. Los requisitos son mucho más estrictos.

También nos vamos a encontrar con el escollo de que la fase III de los ensayos, que lleva tres o cuatro meses de estudios, no se puede hacer en este momento en España, ni en Europa, ni en EE.UU. Habría que irse al Sudeste asiático o África, y eso lo va a alargar todo un poco.

Alemania, Francia y Reino Unido ya han anunciado que seguirán la estrategia de Israel y pondrán una tercera dosis a mayores de 60 y personas inmunodeprimidas ¿Lo acabará haciendo también España?

–Es probable que sea necesaria para reforzar la inmunidad de los colectivos de riesgo, como ya estamos viendo en otros países. Otra cosa es que lo sea ahora, que es lo que no está claro porque aún no hay la suficiente evidencia. La actitud tiene que ser vigilar, dado que, efectivamente, se están viendo cada vez más infecciones entre gente correctamente vacunada.