El volcán arrasa más de mil edificaciones

El Comité Director del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) informó anoche que uno de los conos del volcán había cedido y que el caudal de la lava había aumentado, pero discurría por el mismo cauce que la lengua principal. Por la tarde había explicado que la erupción del volcán ha afectado ya a más de mil edificaciones.

En concreto, 1.047 viviendas y cuartos agrícolas están afectados por la coladas de lava, que en algunos puntos alcanza los 950 metros de ancho. De las estructuras afectadas, 946 se encuentran ya destruidas y 128 dañadas o en riesgo.

Tras la ruptura de la última tubería de riego que proporcionaba el agua a los cultivos próximos a las coladas, las alternativas que baraja el Cabildo de La Palma son el impulso y traspase de aguas desde otras zonas o la puesta en marcha de dos desaladoras para garantizar el riego en las zonas agrícolas. También plantea que el Estado flete un barco cisterna con capacidad para 30.000 metros cúbicos de agua, así como el traslado del agua en un helicóptero Kamov.

El director técnico del Comité Director del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, confirmó que 205 personas se mantienen actualmente alojadas en un hotel, mientras que el resto de desalojados se encuentran en casas de familiares o amigos. También apunta que se ha levantado el confinamiento de toda la población que se encontraba en esta situación preventiva.

Desde el Pevolca insisten en que la calidad del aire en zonas habitadas continúa siendo buena y que, a pesar de que en el día de ayer se registraba una entrada de polvo subsahariano en la isla que complicó la situación, no hay motivo de alarma ni preocupación en las condiciones respiratorias de la población. Asimismo, destacan que la nueva «isla baja» o fajana que se está creando tras la llegada de la lava al mar alcanza las 28 hectáreas y el aumento de las coladas no ha provocado ningún corte en el suministro eléctrico o en las telecomunicaciones.

Como efecto colateral a las consecuencias de la erupción, las autoridades locales están preocupadas por el desplome turístico ya que la desconfianza creada en los mercados emisores ha originado ya la cancelación de muchas reservas. Desde La Palma se transmite un mensaje de tranquilidad, de destino seguro, y de vida absolutamente normal en el 95% del territorio insular, que no se encuentra afectado por el volcán.

Desde el Comité Científico apuntan que se sigue monitorizando y vigilando la erupción, que continúa presentando una simbología normal a las vividas anteriormente en Canarias. El volcán sigue presentando una erupción fisural con mecanismo de tipo estromboliano y fases explosivas y efusivas.

Los expertos apuntan que la morfología del cono volcánico irá cambiando con el paso de los días y que 14 días después, el cono principal es más ancho, más bajo y se encuentra cerrado.

Y es que el volcán de Cumbre Vieja cumplió ayer dos semanas desde que entró en erupción y la actividad explosiva se ha incrementado, por lo que no se descarta la aparición de nuevos centros de emisión.

La responsable nacional de vigilancia volcánica del IGN, Carmen López, indicó ayer que si bien la actividad del tremor es más intensa, todavía no ha llegado a la que se registró entre los días 24 y 27 de septiembre, que fue mucho más intensa que ahora.

Carmen López recordó que cuando esa actividad llegó al máximo se produjo un parón de la actividad, pues no permitía salir más emisión, y el tremor disminuyó bruscamente y se abrió el sistema a base de una serie de explosiones violentas.

No obstante, insistió en que ahora la situación no es la misma, pues aunque el tremor es más intenso y se ha registrado actividad explosiva, no ha llegado a esos niveles tan altos. En cualquier caso, advirtió que esta alternancia de fases está dentro de lo esperable y en los próximos días podría volver a pasar.

En cuanto a la evolución de la erupción volcánica, Carmen López informó que la erupción fisural continua mostrando el mecanismo estromboliano y a la vez se detectan fases explosivas y efusivas.

El Pevolca ordenó ayer la evacuación de los científicos y del personal de los distintos servicios de emergencia que se encontraban desarrollando su labor en las zonas cercanas a la colada del volcán de La Palma, atendiendo a las mediciones de calidad del aire. El director técnico del Comité, Miguel Ángel Morcuende, ha explicado en rueda de prensa que la calidad del aire esta mañana «no era la mejor».