Juicio "caso Ardines"

El juez echa de la sala a uno de los sicarios que mató al concejal tras increpar a un agente de la UCO: “¡Usted no estaba allí!”

Dos agentes de la UCO han declarado esta mañana en la Audiencia Provincial de Oviedo

Los acusados del crimen de Javier Ardines detrás de sus letrados durante el juicio.CAPTURA EMISIÓN YOUTUBE TSJA09/11/2021
Los acusados del crimen de Javier Ardines detrás de sus letrados durante el juicio.CAPTURA EMISIÓN YOUTUBE TSJA09/11/2021CAPTURA EMISIÓN YOUTUBE TSJACAPTURA EMISIÓN YOUTUBE TSJA

El quinto día del juicio por el crimen del concejal de Llanes Javier Ardines, asesinado la madrugada del 16 de agosto de 2018, ha estado marcada por la declaración de dos de los principales investigadores de la UCO de la Guardia Civil. Tanto el teniente como el sargento que han declarado han incidido sobre el rosario de indicios que fueron recabando contra los cuatro acusados a lo largo de los seis meses que duró la compleja investigación entre Asturias y País Vasco.

Uno de los temas en los que más han incidido los abogados de la defensa ha sido en torno a la mujer cuyo ADN apareció en el cadáver de la víctima, en su furgoneta y en una de las vallas que estaba en el lugar de los hechos. Se trata de Alicia L. T. y los investigadores confirmaron pronto que se trataba de una amante de Ardines y con la que había mantenido relaciones la noche antes de ser asesinado, de ahí que su ADN estuviera presente en tantos lugares. No obstante, descartaron pronto que ella o su marido -que se encontraba en Oviedo en el momento de los hechos- estuvieran implicados en los hechos.

Tal y como han explicado los dos, desde muy pronto Pedro Nieva fue uno de los principales sospechosos por los celos enfermizos que desarrolló tras enterarse de que su mujer Katia mantenía una relación con Ardines. Los agentes explicaron que, cuando a Pedro se le averió el teléfono y lo llevó a reparar a una tienda, aprovecharon para solicitar a la jueza de Llanes, instructora del caso, que permitiera un clonado de su tarjeta para avanzar en la investigación, por lo que pudieron acceder a su terminal y extraer de allí valiosa información. Así supieron de Jesús Muguruza, el intermediario que Pedro utilizó para contactar con dos sicarios: Djilali Benatia y Maamar Kelli. Luego los teléfonos les situaban en juntos a Pedro, Djilali y Jesús el día 27 de julio, que fueron a enseñar el lugar a Benatia. Fue cuando pararon a comer en Pechón (Cantabria) a eso de las 17:59 horas).

El teniente ha explicado que eligieron ese día porque era el último laborable que Pedro tenía la casa de Belmonte de Pría vacía: el domingo 29 de julio ya iba a ir para allá su hijo Julen y el día 5 iría Katia.

No solo el posicionamiento del móvil de Maamar en el lugar la madrugada de los hechos, también recogen registros de llamadas entre ellos la madrugada del 16 de agosto a las 3:00 de la mañana al salir de Bilbao y luego una cámara y un registro de matrículas del peaje de Cantabria capta al Citroen C4 de Benatia regresando a casa tras el asesinato.

También incidieron los investigadores en que la forma del ataque a Ardines fue sin duda para asegurarse la muerte. No solo le rociaron con el gas pimienta para aturdirlo y hacerle más “abordable”, sino que tras el golpe en la cabeza que, a juicio del agente, le hubiera causado la muerte, se quisieron asegurar el resultado con la asfixia que posteriormente le practicaron y que fue la causa del óbito, según la autopsia.

Uno de los momentos más tensos de la mañana ha sido a las 13:34 horas cuando, tras varios avisos previos, el juez ha terminado expulsando de la sala durante media hora a uno de los presuntos sicarios, Djilali Benatia, tras dirigirse al sargento que estaba declarando, cuando le preguntaban sobre las presiones que habrían ejercido sobre Benatia para que hablase: “¡Usted no estaba allí en la comisaría!”, le ha dicho, entre otras cosas.

El abogado del otro sicario, Maamar Kelli, el letrado Fernando de Barutell ha solicitado que se declaren nulas las declaraciones de estos dos agentes de la UCO en virtud del artículo 704 de la Lecrim por haber estado hablando con otros testigos que prestan declaración en este procedimiento en las puertas del juzgado.