Cumbre Vieja

¿Es el fin del volcán de La Palma? Se detiene la erupción y la emisión de gases se desploma

El volcán “se encuentra profundamente tranquilo, sin ningún observable eruptivo: ni lavas, ni piroclastos ni terremotos reseñables, lo cual es una excelente noticia”, señala el vulcanólogo Rubén López

Dos turistas en el mirador de Tajuya toman fotografías del volcán Cumbre Vieja sin actividad en las últimas horas, en la isla canaria de La Palma
Dos turistas en el mirador de Tajuya toman fotografías del volcán Cumbre Vieja sin actividad en las últimas horas, en la isla canaria de La PalmaBORJA SUAREZREUTERS

El Valle de Aridane, en La Palma, ha amanecido este miércoles sin un solo signo observable de la erupción que comenzó hace 88 días en Cabeza de Vaca, en Cumbre Vieja, señala el vulcanólogo Rubén López, uno de los miembros del Instituto Geográfico Nacional que siguen la emergencia en la isla.

En paralelo, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcán) acaba de anunciar que la emisión de dióxido de azufre (SO2), otro de los signos de actividad eruptiva, se ha desplomado a menos de cinco toneladas diarias, cantidad “extremadamente baja”, cuando durante semanas ha estado por encima de varios miles de toneladas por jornada, en niveles altos o muy altos.

“Buenos días desde un Valle de Aridane profundamente tranquilo, sin ningún observable eruptivo: ni lavas, ni piroclastos ni terremotos reseñables, lo cual es una excelente noticia”, ha escrito López en su cuenta de Twitter a las 6.46 horas (hora canaria).

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado desde la pasada medianoche y hasta las 07.19 horas 11 terremotos en La Palma de entre 1,5 y 2,5 de magnitud, ninguno sentido por la población.

En este sentido, el último informe de la Dirección de Seguridad Nacional (DSN) de la emergencia en La Palma señala una disminución de la actividad eruptiva, “hasta prácticamente desaparecer, lo que que puede ser indicio de agotamiento del proceso eruptivo que se ha atenuado y el tremor ha cesado hasta alcanzar niveles casi inexistentes, sin deformaciones del terreno y con una sismicidad baja en niveles intermedios y profundos”.

De todos modos, puntualiza que no se puede descartar un nuevo repunte de la actividad y de la emisión de las coladas, manteniéndose la vigilancia sobre la presencia de gases tóxicos en las zonas de exclusión.

Actualmente la superficie afectada se estima en unas 1.195 hectáreas, con una anchura máxima de coladas de 3.350 metros; mientras que los deltas lávicos mantienen una extensión de 48,02 hectáreas.

Respecto a la calidad del aire, la DSN precisa que continúan los niveles “buenos o razonablemente buenos en todas las estaciones”, aunque también avisa de que la dispersión prevista del penacho volcánico para este miércoles hacia el este-sureste y el régimen de vientos “constituyen un escenario desfavorable para la operatividad aeronáutica”.Agencias