Recorrido con historias
Estas son las 10 plazas más conocidas de Roma y que tienes que ver sí o sí
Entre dos de ellas, la de la Rotonda y Minerva, junto al Panteón, se encuentra la “Discoteca” favorita del Papa Francisco, StereoSound
El diario italiano La Repubblica, publicó en agosto del año pasado, el censo de las calles y plazas que hay en Roma y entre las más de trece mil calles se localizan seiscientos noventa y siete plazas.
Y en el laberinto de la ciudad, aunque parezca imposible, se puede uno encontrar con grandes e inesperadas sorpresas. Como lo vivido el martes pasado por Javier Martínez Brocal, director de la Agencia de Televisión Rome Reports, que “pilló”, de la manera más casual y en una de las plazas más conocidas del centro, al Papa Francisco visitando un negocio de discos”. Alucinada se quedó Tiziana Espósito, hija de Leticia, propietaria del negocio, cuando vio entrar en su tienda al mismo Papa Francisco, ayer, todavía con la emoción del momento vivido, dijo que fue una “explosión de sentimientos” porque aunque ya lo habían conocido antes de convertirse en Pontífice, verlo entrar así, en la tienda, sin avisar, fue: ”¡sin palabras!”.
¡Hay que tener suerte para toparse con Su Santidad en una de las seiscientas plazas de Roma! , se lo decía ayer al autor de la noticia, pero puede suceder.
Pues bien, si lo que se quiere es descubrir el sitio exacto en donde el Papa, siendo aún arzobispo de Buenos Aires, acudía a comprar sus discos, y ahora ha vuelto, se trata de la Plaza de la Rotonda, más conocida como la Plaza del Panteón.
Este fue el momento :
Algunos comentan que no se sabe si a partir ahora, el negocio será conocido como “la Discoteca del Papa” o la “Plaza de la discoteca del Papa”.
Tengo clavado en la mente, lo que un diplomático experimentado sugería: “Los que vienen a visitar Roma, cometen siempre el mismo error, quieren aprenderse la historia de la ciudad y sus personajes pero, además, en un solo viaje”. Y su consejo era muy sencillo: “Hay que elegir aquello que interesa, esto es vital, y sobre esta selección, hay que concentrarse en sólo dos o tres detalles que seamos capaces de recordar” aseguró. Y terminó añadiendo: " Y si tenemos la suerte de descubrir algunos detalles curiosos, la mente los retendrá sin grandes esfuerzos”.
Seguro que a partir de esta última escapada del Papa, a la Plaza de la Rotonda, todos la recordarán también por esto, sin olvidar por supuesto, algunos detalles de este sitio histórico de la capital italiana.
Las plazas de Roma, diez por el momento
1.- Plaza de la Rotonda (Piazza della Rotonda): Conocidísima como la Plaza del Panteón. Albergó un mercado desde la Edad Media y al no estar asfaltada, fueron tantos los desperdicios que llegaron a abarcar parte importante de la zona, que se creó con la basura, otro nivel en el suelo dentro de la misma plaza.
Es uno de los espacios más imponentes de la capital italiana, tanto que los italianos tienen una frase dedicada a los extranjeros que visitan Roma:
“Il turista non può perdere lo spettacolo scenografico offerto dalla piazza, perchè “chi va a Roma e nun vede la Ritonna, asino va e asino ritonna”.
“El turista no puede perderse el espectáculo escenográfico que ofrece la plaza, porque el que va a Roma y no ve La Rotonda, burro viene y burro regresa”.
2.- Plaza de España (Piazza di Spagna): Es uno de los símbolos de la ciudad, pero, ¿sabías que cuando la crearon no ostentaba el nombre de España sino el de Francia?. Y fueron los franceses los que tuvieron la idea de construir una escalinata que conectara la iglesia Trinità dei Monti, ubicada en la parte superior de la colina, con la parte baja. La iglesia fue construida por deseos del Rey Luis XII. En aquella época, la presencia de los franceses en la zona era amplia.
El nombre Piazza di Spagna, es debido a que el Palacio Monaldeschi que alberga a la Embajada de España ante la Santa Sede, se encuentra a unos pasos. Esta representación diplomática permanente, es la más antigua del mundo y fue fundada, por Fernando el Católico en 1480.
3.- Plaza del Pueblo (Piazza del Popolo): Hay plazas y plazas romanas, pero ésta, es, diríamos, una de las reinas de la ciudad, aquí nos concentramos para casi todo, para lo bueno, para lo malo o para simplemente respirar la esencia de esta impresionante ciudad. Cuentan que Nerón se suicidó aquí, aunque se dice que en realidad lo mató un sirviente al carecer de valor para hacerlo él mismo y que lo hizo cerca de la plaza. Ya muerto, plantaron un nogal en la tumba pero según la leyenda, se convirtió en el lugar favorito de los fantasmas (incluyendo al propio Nerón). El Papa Pascual II, deseando exorcizar la plaza, sacó el cuerpo del emperador, le cortó la nuez y quemó sus restos, y en el lugar del sepulcro, consagró la capilla que con el paso de los años se convirtió en la Iglesia Santa María del Pueblo.
4.- Plaza de Trevi (Piazza della Fontana di Trevi): Sin olvidar nunca de lanzar una moneda al agua y dándole la espalda para volver a Roma, pero ojo, si se echan tres, es muy posible que se contraiga matrimonio en breve. Pero hay otro detalle, en la misma plaza, en la esquina de la Via delle Muratte y el Vicolo del Forno, en donde se encuentra un típico horno italiano, hay una placa que al parecer, es la más antigua de Roma para este tipo de comercios.
7.- Plaza Venecia (Piazza Venezia): Su nombre se deriva del nombre del palacio (Palazzo Venezia). Uno de los más “comentados” del centro de Roma por su estilo particular. El palacio fue nombrado así, debido a queel papa Pío IV, lo donó a la República de Venecia, convirtiéndolo en su embajada, es por lo que aún mantiene el nombre de Palazzo Venezia. Fue la sede del Jefe de Gobierno y del Gran Consejo del Fascismo. Mussolini desde su balcón, pronunció sus más famosos discursos. Mozart interpretó en los salones de este Palacio, algunas de sus composiciones para el Papa cuando tenía 14 años.
8.- Plaza Navona (Piazza Navona): Y aquí, a donde todos queremos llegar cuando visitamos Roma, debemos saber que fue un estadio, el de Domiciano y llegó a tener capacidad para 30.000 espectadores. Su nombre se debe a los juegos agonísticos, a las competiciones gimnásticas y a las olimpiadas griegas. Se cree que con el tiempo el nombre “in agone” - de agonísticos, cambió a Navone por su parecido a una nave y finalmente tomó el nombre de Navona. Cuando la familia Pamphili se hizo cargo de la reorganización urbana de la zona, se transformó en una joya de la época barroca con la aportación del arte del gran Gian Lorenzo Bernini y su Fuente de los Cuatro Ríos, entre otras tantas indescriptibles obras que ostenta este rincón romano.
9.- Plaza Minerva (Piazza della Minerva): Hace muchos años, hubo en este lugar un templo que Gneo Pompeo Magno mandó construir dedicándolo a Minerva. Es un pequeño y coqueto espacio romano que en la parte central, lo preside un obelisco con un elefantito que parece llevarlo sobre su lomo. Los italianos lo conocen como “el pulcin de la Minerva”, que en dialecto antiguo quiere decir cerdo. Lo llaman así por sus formas redondas más propias de un cerdo, que de un elefante aún siendo pequeño. La pieza fue diseñada por Gian Lorenzo Bernini. Hubo muchos dimes y diretes sobre esta pieza, por lo que cuentan los expertos. Si la observamos, el elefante tiene una postura que podría hacer pensar mal: le da la espalda, o más bien el trasero, al antiguo convento de los dominicos...
Salvador Dalí se inspiró en esta pieza de la Piazza della Minerva para crear algunas de sus obras representando la sabiduría terrenal.
10.- Plaza de San Pedro: La plaza no nació con la idea de albergar a la Basílica de San Pedro. Fue primero en donde se localizaba el Circo de Nerón. El Emperador Calígula fue quién lo mandó construir y Nerón finalizó las obras. Y aunque parezca mentira, antes de ser la sede mundial de la Iglesia católica, en los espectáculos de la época, además de ofrecer actos circenses, otros de ellos eran las ejecuciones de los cristianos para entretener al emperador. A la mitad del siglo II, el circo fue abandonado y el área fue concedida a propietarios privados para la construcción de tumbas (cerca de la necrópolis). En sí, la visita a la necrópolis en los subterráneos de la Basílica de San Pedro, es una de las más interesantes para poder percibir, parte de la historia de la ciudad del Vaticano.
Y aunque parezca un recorrido complicado, largo y cansado no lo es.
Caminar por Roma, con la certeza de que visitaremos aquellos sitios que buscamos, es un placer.
Y ¿qué sabéis de las plazas menos conocidas de la Ciudad Eterna?
✕
Accede a tu cuenta para comentar