Retorno a casa
Los supervivientes y cinco de los fallecidos en el “Villa de Pitanxo” ya están en Galicia
Tras su reunión con Pedro Sánchez, los familiares de los desaparecidos acordaron dar “un voto de confianza” al presidente pero vigilaran que se reanude el rastreo de los cuerpos
El avión de las fuerzas aéreas españolas que repatriaba a los supervivientes y víctimas del pesquero gallego “Villa de Pitanxo” aterrizó esta medianoche en el aeródromo militar de Santiago de Compostela procedente de Terranova, Canadá. La aeronave ha sufrido varias horas de retraso a causa de los «trámites burocráticos de repatriación». Por fin, Juan Padín, Eduardo Rial y Samuel Kawesi se disponen a abrazar a sus familiares, que los esperaban en la terminal.
Las familias de los 12 marineros desaparecidos se reunieron en Santiago con el presidente Pedro Sánchez y tras el encuentro manifestaron que han acordado dar un “voto de confianza” al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero harán de vigías para cerciorarse de que, como piden, se retome el rastreo, explicaron a Efe.
María José de Pazo, que ejerce de portavoz, ha contado a la prensa que lo que han decidido es concederle “un tiempo” en el que estarán “vigilantes”, como ha remarcado tras el encuentro nocturno de todos ellos con el jefe del Ejecutivo en el aeropuerto de Santiago, antes del aterrizaje del Airbus A400 con los tres supervivientes y cinco de los nueve cuerpos recuperados. “No nos dio un plazo concreto” para retomar esas tareas de localización, ha añadido De Pazo, hija del jefe de máquinas Francisco de Pazo, el más veterano de la dotación de esa embarcación que capturaba fletán. Los parientes de los pescadores que faltan han contado a Sánchez que no ven ningún tipo de acción, a lo que él, según María José, les ha respondido que sí “se hace todo lo posible”, pero que es un “trabajo arduo”. Sánchez ha dado el pésame a cada uno, individualmente, y ha escuchado todo lo que tenían que decirle, según este testimonio.
Los parientes de los desaparecidos han podido trasladar a Sánchez propuestas concretas, como que se pida a NAFO que todos los barcos que pescan o transitan por esas aguas “se pongan una alarma de avistamiento”, o que se solicite al servicio de salvamento canadiense que salgan sus aeronaves en modo de reconocimiento en las aguas NAFO. Aparte, han reclamado una reunión urgente esta semana con el director general de la Marina Mercante por ser el responsable del salvamento marítimo y el que coordina “todo lo relativo al naufragio, de España con Canadá”.
Además, han demandado enviar a la isla de Terranova medios españoles para la reactivación de las tareas de localización, tales como las fragatas F-100 o los barcos “supplier”, que portan vehículos teledirigidos submarinos con un grado de profundidad de tres mil metros, lo que les permite, han relatado, llevar a cabo operaciones en una amplia gama de honduras y condiciones ambientales.
«El mejor homenaje a la bandera y a las familias es seguir buscando a los doce desaparecidos», espetaron ayer a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, donde acudieron una representación de los allegados de los marineros. La portavoz e hija de uno del jefe de máquinas del barco (que también se encuentra entre los desaparecidos), María José de Pazo, insistió en que «cada hora que pasa es fundamental». «He pedido que se den las instrucciones reales y efectivas para retomar el dispositivo de búsqueda, pues estamos perdiendo un tiempo valioso».
«Total abandono»
En estos momentos, según De Pazo, otros barcos pesqueros con bandera española están trabajando cerca de la zona en la que se hundió el «Villa de Pitanxo» y les trasladan que «faenan con normalidad» y que la climatología en este momento «es normal para iniciar la búsqueda».
Las familias reclaman que el Gobierno, dado que no hay barcos ni aviones del Salvamento Marítimo español en Canadá, llame a las empresas armadoras y les paguen para que ellos puedan dedicarse «exclusivamente» a buscar hasta el miércoles a sus familiares.
Una semana después del naufragio el malestar su malestar ha aumentado al sentir, como han expresado en varias ocasiones, el «total abandono de las instituciones». «Ya no se sabe cómo pedir, por favor, se lo imploramos, que den la orden ya, que den las instrucciones», lamentó Pazo, que afirma que los familiares están «desesperados» por la falta de respuestas ya que «cada día que pasa es un mundo».
La portavoz reiteró que «hay alguna posibilidad» de que aparezcan cuerpos de más tripulantes y sostuvo que «no estamos pidiendo una certeza de que aparezcan, pero sí que haya una conciencia real de búsqueda». Entre las peticiones que hicieron a Sánchez, en la reunión que estaba previsto que mantuvieran a última hora de ayer, los allegados de los desaparecidos también quisieron transmitir el que los medios de rescate «vayan al fondo del pesquero ya que se presupone que hay cuerpos allí». Por ello, solicitaron que se envíen los medios necesarios desde España, entre ellos drones y robots submarinos, para localizar a los marineros atrapados en el interior del pecio.
Carolina, esposa de Jonathan Calderón, marinero peruano que sigue desaparecido, explicó a Europa Press que «hoy (por ayer) es la gota que ha colmado el vaso, porque es mentira, como sostiene Canadá, que el mal tiempo impida retomar las tareas de búsqueda. Al presidente de la nación le pedimos que ya basta de tanta mentira, simplemente queremos la verdad y obtener respuestas».
Aseguró, además, que «no somos ignorantes porque sabemos lo que había en ese barco», ya que recuerda que en el Villa de Pitanxo «había wifi y todos los días hablábamos con nuestros familiares» mientras se encontraban trabajando en Terranova.
Mientras se dilucida qué hacer con las labores de rescate y con la presión máxima puesta sobre el presidente Sánchez para enviar a Canadá medios propios, los tres supervivientes esperaban poder ayer reencontrarse por fin con sus seres queridos.
«Persona de espíritu fuerte»
«Se encuentran bastante bien físicamente, aunque desde el punto de vista anímico habrá que recuperarlos entre todos», explicó a la agencia Europa Press el presidente de la cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI), Javier Touza, entidad en la que se incluye el grupo Nores, armadora del pesquero naufragado. Sobre el patrón, Juan Padín, Touza aseveró que es una persona «de espíritu fuerte, pero una vez que vengan aquí se va a dar cuenta de la dimensión que ha cogido este fenómeno. Es difícil transmitírselo con palabras». Para él, ahora, lo primordial «además de seguir apoyando lógicamente a las familias, es que estemos todos, no solo con los cuerpos, sino también con los supervivientes, que también son víctimas de este suceso».
En lo relacionado con el relato de los supervivientes de lo sucedido, Touza indicó que «es necesario un estudio reposado. Necesitan retornar, estar con la familia, y después, de una manera más sosegada, hablar con la empresa y analizar con la comisión de investigación todos los factores que han podido influir». Sin embargo, el responsable de ARVI sí quiso dejar claro que «en este tipo de siniestro hay múltiples factores. Si de la comisión de investigación se deriva que tenemos que mejorar los actuales protocolos de seguridad a bordo de los buques, bienvenido sea».
De momento, la comisión de investigación de accidentes marítimos (Ciaim) ya ha empezado a mover los primeros hilos de la investigación con la recopilación de datos documentales y condiciones meteorológicas.
Por su parte, la Fiscalía de Pontevedra ha abierto ya diligencias de oficio para averiguar la identidad de los marineros, españoles y extranjeros, que aún no han podido ser localizados. Estas diligencias tienen como objetivo poder agilizar, en su caso, las respectivas declaraciones de fallecimiento de las personas desaparecidas, las cuales según la ley vigente deberán ser presentadas por el familiar más inmediato de cada uno de los tripulantes en el juzgado de instrucción de Marín. Para ello, deberán esperar inexcusablemente tres meses, tal y como recoge la ley.
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