La revolucionaria (y polémica) pastilla que puede ayudar a curar la depresión en dos semanas

La depresión es un trastorno mental caracterizado por un bajo estado de ánimo y tristeza, sentimientos asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento. Supone una de las patologías más frecuentes en Atención Primaria y es la primera causa de atención psiquiátrica y de discapacidad derivada de problemas mentales.

Según explica la Universidad de Navarra aparece con más frecuencia en mujeres y en personas menores de 45 años y el tratamiento con psicofármacos y/o psicoterapia, consiguen, en la mayoría de los casos, aliviar parcialmente o en su totalidad los síntomas. Una vez se han superado los síntomas de la depresión, convendrá seguir bajo tratamiento antidepresivo el tiempo necesario para evitar posibles recaídas.

En algunos casos, el tratamiento deberá prolongarse de por vida porque los casos severos o crónicos son los más difíciles de superar. Desde la década de los años 1950 se comenzó a tratar de ayudar a estos pacientes con fármacos. Primero fueron los tricíclicos y en los 70 llegaron los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. La serotonina es un mensajero químico que ayuda a mejorar el estado de ánimo, según recoge la Clínica Mayo en su página web, que está presente en fármacos como el citalopram, escitalopram, fluoxetina o la sertralina. Estos medicamentos pueden aliviar los síntomas de la depresión, pero conllevan un riesgo de efectos secundarios adversos. Otro problema es que tardan tiempo en surtir efecto (entre uno y dos meses) y que en una de cada tres personas no funcionan.

Sin embargo, en los últimos años ha habido notables avances científicos en este campo. Un ejemplo de ello es la aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos norteamericana (FDA) de un revolucionario fármaco que ha tenido notables resultados. Así, durante los ensayos clínicos, Auvelity ha logrado efectos en la primera semana de tratamiento y la conseguido la remisión por completo de la depresión en algunos pacientes durante la segunda semana, tal y como explicaba un portavoz de Axsome Therapeutics, la farmacéutica que ha desarrollado el fármaco. Las acciones de la compañía se dispararon en bolsa un 40 por ciento tras conocerse la noticia.

La aprobación por parte de la FDA ha sido en tiempo récord, tan sólo tres meses después de la publicación de los resultados del ensayo clínico, en el que se utilizó el fármaco en algunos pacientes y un placebo en otros para analizar los resultados.

Auvelity supone una revolución no sólo por sus sorprendentes resultados sino porque ha dado un vuelco a las terapias aplicadas hasta el momento. El fármaco desencadena la producción de glutamato, un mensajero químico que se encuentra en las células nerviosas del cerebro. Esto hace que el cerebro forme nuevas conexiones neuronales y con ello, permite que se desarrollen nuevas vías de pensamiento más positivas. También contiene dextrometorfano, un fármaco a base de morfina que tiene propiedades sedantes y disociativas (donde te sientes desconectado de pensamientos y sentimientos). Se utiliza en los jarabes para que actúe sobre el cerebro y suprimir la tos.

Auvelity también contiene bupropión, ya utilizado en algunos países para tratar la depresión y para dejar de fumar porque reduce la satisfacción por fumar.

Publicado en mayo en el “Journal of Clinical Psychiatry”, el ensayo GEMINI mostró que el fármaco es efectivo también en los casos más graves. Los pacientes con depresión severa que tomaron el medicamento durante seis semanas tenían significativamente más probabilidades de reportar una mejoría de los síntomas que los que tomaron el placebo, con un 39,5 por ciento frente al 17,3 por ciento. Esta alta tasa de efectividad en el grupo de placebo no es inusual: múltiples estudios muestran que las píldoras de placebo pueden ayudar a aliviar el estado de ánimo depresivo, posiblemente porque los pacientes tienen un alto nivel de expectativa de mejora y reciben apoyo adicional durante un ensayo.

“Hasta ahora, la mayoría de los medicamentos utilizados para tratar la depresión tardan hasta ocho semanas en tener algún efecto sobre los síntomas, lo que puede ser muy angustiante para las personas en una crisis de salud mental, además de dificultarles el cumplimiento de su tratamiento”, según explica Maurizio Fava, psiquiatra en jefe del Hospital General de Massachusetts y profesor de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, coautor del informe del ensayo GEMINI.

Además de mejoras significativas en los síntomas depresivos, el medicamento fue bien tolerado por los pacientes y solo el 6 por ciento de los participantes abandonaron el ensayo antes de tiempo debido a los efectos secundarios. Este dato también es importante ya que los antidepresivos actuales causan efectos secundarios como disfunción sexual, no se toleran bien, provocan abstinencia y aumento de peso, además de hacer que los pacientes se sientan emocionalmente insensibles. Ninguno de estos efectos secundarios fueron detectados en el ensayo GEMINI, pero sí otros más comunes como mareos, náuseas, dolor de cabeza, somnolencia o sequedad de boca.

A pesar de los buenos resultados, muchos expertos consideran que el ensayo es incompleto y que su duración no ha sido la suficiente: “Parece haber sido evaluado frente a placebo en un solo ensayo con 327 pacientes, y frente a pacientes tratados con bupropión en otro, no frente a los mejores tratamientos actualmente disponibles para la depresión”, indica a “DailyMail” Mark Horowitz,psiquiatra, miembro clínico honorario e investigador en el University College de Londres.

“Aunque ha sido catalogado como de acción rápida porque muestra una diferencia con el placebo después de una semana, después de seis semanas esa diferencia en un sistema de puntuación de la depresión, aunque es estadísticamente significativa, probablemente no cause un gran cambio”, agrega, explicando que para las personas con síntomas graves, los médicos esperarían una puntuación que sea al menos casi el doble de alta ‘para la mejoría mínima perceptible’.

Otra preocupación es la duración del juicio GEMINI, que duró se prolongó durante seis semanas. Esto no es suficiente para obtener una visión precisa de la verdadera eficacia del fármaco, explica Horowitz. “Muchas drogas pueden mejorar su estado de ánimo durante seis semanas, incluidas muchas drogas recreativas, pero a largo plazo pueden causar efectos secundarios significativos y problemas con el estado de ánimo porque los efectos desaparecen”.

‘Los medicamentos en este estudio incluyen un medicamento para suprimir la tos que se describe como una droga disociativa; en otras palabras, puede hacerte sentir un poco “fuera de sí”.

Para Horowitz, las compañías farmacéuticas que buscan nuevos antidepresivos están tratando de simplificar problemas complejos: “La idea de que una condición compleja como la depresión, que es causada por muchos factores sociales y ambientales, puede curarse aumentando los niveles de uno o más neurotransmisores (como la serotonina o el glutamato) es descabellada. El cerebro humano responde al entorno, la educación, la pobreza, la mala salud física y la ruptura de relaciones, por nombrar algunos. No hay ninguna droga que pueda modificar estas cosas. Lo que realmente ayuda es el apoyo y las terapias no farmacológicas”, lamentó.

Mas de dos millones de personas con depresión en España

La Encuesta europea de salud investiga la prevalencia de cuadros depresivos entre la población de 15 y más años y la severidad de la sintomatología depresiva indicó que en 2020, en España, un 5,4% la población tenía algún tipo de cuadro depresivo, para un total de 2,1 millones de personas. Atendiendo a la severidad de la sintomatología, de ellas 230.000 se consideran casos graves. Sin embargo, otras fuentes indican que el problema es mayor y que puede llegar a los tres millones de personas (Como refleja la infografía). A nivel mundial, el problema afecta a más de 270 millones de personas.

Pese a parecer cifras muy altas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) los datos son mejores que los de 2014 a pesar de haberse recopilado los datos en plena pandemia. Así, respecto a 2014, ha descendido dos puntos el porcentaje de personas con cuadros depresivos (7,4% frente a 5,4%) y también ha descendido el porcentaje de depresiones consideradas graves: de 1,06% en 2014 a 0,58% en 2020.

La prevalencia de la depresión en mujeres duplica a la de hombres (7,1% frente a 3,5%), y los casos con severidad grave en mujeres más que triplican los que se dan en hombres: por cada caso grave en hombres hay 3,5 que son mujeres.

Los cuadros depresivos aumentan según el grupo de edad, alcanzando su valor más alto entre los de 85 y más años, donde afecta al 16,0% de ellos. Por su relación con la actividad, la incidencia es mayor entre las personas incapacitadas para trabajar: 24,4% en hombres y 23,4% en mujeres, entre cuadros depresivos mayores o de otro tipo. Estar estudiando o trabajando se asocia con menos casos.