Religión
El Vaticano y China renuevan su acuerdo para nombrar obispos
El secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, ha señalado en una entrevista que el pacto es principalmente de “bienes esenciales para la vida cotidiana de la Iglesia en China”
El Vaticano y China han renovado su acuerdo para el nombramiento consensuado de los obispos católicos chinos, un marco que permite a los fieles chinos tener obispos que están en comunión con Roma y que respeten al Papa como autoridad suprema, pero al mismo tiempo que sean reconocidos por las autoridades chinas.
Así lo ha anunciado la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado, en el que ha destacado que se han realizado las “oportunas consultas y evaluaciones” para prorrogar el acuerdo por segunda vez, tras su renovación en 2020. El convenio fue suscrito en Pekín en 2018 y aplicado desde octubre de ese año, no sin críticas ya que solo se han producido seis ordenaciones episcopales y dos de ellas ni siquiera pueden enmarcarse en el pacto entre Roma y Pekín, informa Ep.
“La parte vaticana está resuelta a continuar el diálogo respetuoso y constructivo con la parte china, para una aplicación fructífera del mencionado acuerdo y para el ulterior desarrollo de las relaciones bilaterales, con vistas a favorecer la misión de la Iglesia católica y el bien del pueblo chino”, ha subrayado el Vaticano en el comunicado.
El secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, ha señalado en una entrevista que el acuerdo es principalmente de “bienes esenciales para la vida cotidiana de la Iglesia en China”, al tiempo que ha recordado que es “provisional” porque todavía está en un “período de experimentación”.
“Como siempre ocurre, este tipo de situaciones difíciles y delicadas requieren un tiempo adecuado de aplicación para poder comprobar la eficacia del resultado e identificar posibles mejoras”, ha dicho. Asimismo, ha indicado que la renovación es necesaria también porque la pandemia supuso “obstáculos” para los encuentros entre las delegaciones que evalúan la aplicación del acuerdo.
“El Papa Francisco, con determinación y paciente previsión, ha decidido continuar por este camino, no con la ilusión de encontrar la perfección en las normas humanas, sino con la esperanza concreta de poder garantizar que las comunidades católicas chinas, incluso en un contexto tan complejo, sean guiadas por pastores dignos e idóneos para la tarea que se les encomienda”, ha agregado.
Sobre los primeros cuatro años desde la entrada en vigor del acuerdo, ha apuntado a las primeras seis ordenaciones episcopales como uno de los “frutos” recogidos. No obstante, ha reconocido que “todavía hay muchas diócesis vacantes y otras que tienen obispos muy mayores”. “También hay diócesis en las que el camino hacia la reconciliación está marcando el ritmo (...) y diócesis en las que, a pesar de los esfuerzos y la buena voluntad, no se logra mantener un diálogo fructífero con las autoridades locales”, ha precisado.
En este contexto, confía en que en los próximos dos años se pueda “seguir identificando buenos candidatos al episcopado para la Iglesia en China según el procedimiento establecido”, si bien no oculta “las no pocas dificultades que afectan a la vida concreta de las comunidades católicas”.
Hasta la firma del texto y llegada al poder en China de los comunistas, cuando expulsaron al nuncio apostólico, el país asiático únicamente había permitido el culto católico por medio de la Asociación Patriótica Comunista China. Se trata de un departamento leal al gobierno chino, que además rechazaba la autoridad de la Santa Sede en el nombramiento de obispos y en el gobierno de la Iglesia.
De este modo, los obispos legítimos que permanecían fieles al Papa vivían una situación cercana a la clandestinidad, permanentemente asediados y perseguidos por las autoridades comunistas. Todavía hoy conviven la iglesia oficial y la clandestina y la intención de este convenio es llegar a unificarlas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar