Postpandemia

La mascarilla «se baja» del transporte 33 meses después

El Consejo de Ministros aprueba eliminar la obligación de su uso para los viajeros por los buenos datos de la covid. Pero aún se mantiene en centros sanitarios, farmacias, clínicas de fisioterapia o el dentista, entre otros lugares

Casi tres años después de su imposición en nuestro país como medida preventiva para hacer frente a la pandemia de Covid-19, el 4 de mayo de 2020, la mascarilla desaparece mañana de los transportes públicos en lo que supone uno de los últimos pasos para el regreso definitivo a la normalidad prepandémica. El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la reforma del Real Decreto de abril de 2022, que eliminó los cubrebocas en espacios interiores pero la mantuvo en los centros y establecimientos sanitarios, residencias y medios de transporte. La entrada en vigor de esta modificación entra mañana en vigor, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, informó de que el Ejecutivo ha tomado esta medida debido a la mejora de la situación epidemiológica en España. «Hoy hemos aprobado la modificación del Real Decreto en virtud del cual se modifica la obligatoriedad del uso de las mascarillas. Y ello porque nos encontramos en un momento de una enorme estabilidad en cuanto a la situación epidemiológica de la Covid-19 y una clara tendencia a la baja», añadió Darias.

El último informe de Sanidad, del pasado viernes, señala que la incidencia acumulada a 14 días para mayores de 60 años es de 50,7 casos por 100.000 habitantes, una de las mejores cifras desde que comenzó la pandemia. Asimismo, la ocupación de camas convencionales hospitalarias es del 1,6%, mientras que las camas en unidades de cuidados intensivos tienen un porcentaje de ocupación del 1,7%. «Este es uno de los datos más bajos de toda la pandemia y todo ello gracias a la campaña de vacuación», remarcó la ministra. España ha administrado ya 110 millones de dosis de la vacuna contra la covid, y el 92,6% de la población mayor de 12 años tiene la pauta completa.

Ante esta situación, Darias señaló que la decisión de eliminar la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público «se ha adoptado de la mano de los expertos y de la respuesta del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud».

La comparecencia de hoy ante los medios podría convertirse en una de las últimas como ministra de Darias, ya que se presenta como candidata a la alcaldía de Las Palmas por su partido.

Con la modificación legislativa el uso de la mascarillas en nuestro país queda de la siguiente forma:

Transportes

Los ciudadanos ya no tendrán que llevar mascarilla en los trenes, autobuses, metros, taxis o aviones. En este sentido, hay que recordar la presión ejercida por el sector de la navegación aérea para su retirada. El presidente de la Asociación de Líneas Aéreas, Javier Gándara, llegó a calificar el pasado mes de noviembre de «disparate» que España mantuviera la mascarilla en los vuelos, porque se convirtió «en el último país de la Unión Europea en exigirla y de los pocos a nivel mundial». La petición de retirada vino también desde las compañías aéreas, cuando el director corporativo de Iberia, Juan Cierco, señaló que «los clientes nos piden que presionemos al Gobierno para pedir que la mascarilla no sea obligatoria dentro de los vuelos».

Centros sanitarios y residencias

El uso de cubrebocas sigue siendo obligatorio en hospitales, centros de salud y clínicas. Por lo tanto, se mantiene en las consultas odontológicas, el fisioterapeuta, los gabinetes de psicología y los centros de reproducción asistida. También habrá que seguir con ellas en las farmacias y en los botiquines.

En las residencias de mayores deberán llevarlas los trabajadores siempre que estén en contacto con las personas residentes, y los visitantes cuando se encuentren en zonas compartidas.

Ópticas

En los establecimientos sanitarios en los que no se dispensan medicamentos ya no serán necesarias. En esta categoría se encuentran por ejemplo las ópticas, los centros de audición y las ortopedias.

Centros de trabajo

Aunque como norma general en el puesto de trabajo no es necesario el uso de mascarilla, las empresas tienen la potestad de imponerla a sus trabajadores si lo consideran necesario. Así lo recordó ayer la ministra Darias, quien aludió a la cláusula de salvaguardia existente para que lo decidan los servicios de riesgo y prevención de las empresas.

Pese a lo dicho anteriormente, la ministra recordó que se debe hacer un «uso responsable de la mascarilla», sobre todo en los casos de las personas que presenten síntomas compatibles con una infección respiratoria aguda, así como su empleo «en espacios cerrados, en eventos multitudinarios y entornos familiares» con la posible presencia de personas vulnerables.

En este sentido, la Sociedad Española de Epidemiología ha pedido a la población que la mascarilla se vea como una herramienta de salud pública, más allá de la Covid-19, por lo que ha instado a emplearla bajo determinadas circunstancias, informa Efe. De este modo, los expertos consideran que sigue siendo especialmente recomendable para las personas con síntomas respiratorios compatibles con la covid, la gripe, resfriados y otras infecciones respiratorias. «Esta práctica, habitual en otros países, responde a una cuestión de responsabilidad individual y respeto hacia la salud de los demás, pues reduce el riesgo de que una persona enferma contagie a quienes tienen alrededor», han afirmado en un comunicado de prensa. También la recomiendan a personas vulnerables, con edad avanzada, mujeres embarazadas o enfermos de cáncer o inmunodeprimidos.

Por su parte, el médico especialista en medicina preventiva y salud pública Ignacio Rosell ha calificado como razonable la retirada de la mascarilla de los transportes pero «sin presionar» a los que quieran usarla para protegerse a sí mismos, por ser un grupo vulnerable, o a los demás, ante sospechas de tener síntomas. Este experto justifica la retirada debido al alto porcentaje de vacunación y a la buena situación de los indicadores epidemiológicos, sin olas después de las navidades, como pasó en los años 2020 y en 2021.

Por su parte, el sector del transporte público ha manifestado su conformidad con la nueva medida. «Se trata de una norma que el sector llevaba demandando eliminar a la Administración desde hace muchos meses, y que estaba penalizando la actividad de transporte de viajeros», manifestó en una nota de prensa la Confederación de Transporte de Viajeros de autobús.