Investigación
El 94% de las mujeres que se prostituyen lo hacen porque es su única vía de supervivencia
Un estudio señala que la mayoría de ellas ha sufrido algún tipo de violencia por parte de los clientes o los proxenetas en el marco de su trabajo
El 94% de las mujeres que ejercen la prostitución lo hacen porque es su única vía de supervivencia, según un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). La investigación, titulada 'Mujeres cis y transexuales que practican el sexo de pago: involucración y consecuencias', se ha publicado en abierto en la Revista de Derecho Penal y Criminología y se enmarca en un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades que incluye varios estudios sobre la victimización que padecen las personas que practican la prostitución.
El estudio, que se basa en entrevistas a 76 mujeres que ejercen o han ejercido en el pasado el sexo de pago en Barcelona y otras dos ciudades catalanas, constata que el 94% de encuestadas la consideran la única vía de supervivencia, mientras que un 89% ha intentado sin éxito dejar la actividad.
Asimismo, es significativo que la mitad de las entrevistadas consideran que el sexo de pago tendría que regularse, mientras que solo un 17% creen que se tendría que prohibir. Entre los motivos que aducen para la regulación, las encuestadas contemplan el hecho de "tener más protección y seguridad", "que el dinero sea de la mujer" y "que sea un trabajo más aceptado por la sociedad".
El catedrático de Derecho Penal de la UOC y jefe del grupo de investigación Victimología empírica y aplicada (VICRIM), Josep Maria Tamarit, que ha liderado el estudio, afirma que "es muy necesario hacer investigación en este ámbito porque es especialmente sensible a las concepciones basadas en estereotipos o posiciones ideológicas".
En este sentido, la principal conclusión del estudio muestra que la experiencia de las mujeres es muy diversa, aunque sí existe un denominador común: "Ejercer el sexo de pago tiene consecuencias adversas importantes y es que el 90% de las entrevistadas había sufrido violencia".
Un 90% han sufrido violencia
La mayoría de las mujeres había sufrido algún tipo de violencia (física, sexual o psicológica) por parte de los clientes o los proxenetas en el marco de su trabajo, aunque, en palabras de Tamarit, "el estudio evidencia que a la violencia relacionada con la práctica del sexo de pago, se añaden otras experiencias de victimización, como haber sufrido abuso sexual en la infancia o violencia en las relaciones de pareja".
La mayoría de las encuestadas (un 84%) son de origen extranjero, principalmente de Latinoamérica (más de un 60%), aunque hay algunas de países europeos, en especial de la Europa del Este, la edad de las mujeres oscila entre los 25 y los 63 años y un 75% tiene como mínimo estudios secundarios, un 20% ha completado el bachillerato y casi un 11% cuenta con formación universitaria.
En el estudio, 26 de las mujeres entrevistadas eran transexuales y una de las diferencias que se evidencian está en la motivación para involucrarse en esta profesión, ya que su decisión está relacionada, en muchos casos, "con la voluntad de afirmación de su identidad sexual y con experiencias de tipo lúdico", según Tamarit.
Consumo de drogas y prostitución
Sobre el consumo habitual de drogas vinculado a ejercer la prostitución, el investigador ha añadido que un 67% de las mujeres entrevistadas había consumido drogas y un 46% había sufrido alteraciones físicas o psicológicas que habían afectado su salud a raíz de su ocupación.
"Entre los factores que las motivan a tomar drogas, están la insistencia de los clientes o el uso de estas sustancias como mecanismo de fuga o para gestionar el daño que les provoca la actividad", ha concretado Tamarit.