Salud mental

Los adolescentes con problemas de salud mental usan las redes sociales una hora más al día

Además, se comparan más con los demas y sufren cambios de humor más abruptos por la interacción con sus amigos a través de "me gusta" o comentarios

Descubre los códigos que usan los adolescentes para ocultar lo que hacen en redes sociales
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Los jóvenes con un trastorno de salud mental diagnosticable usan las redes sociales de manera diferente a sus pares sanos. No solo dedican, de media, 50 minutos más al dia en hacer scroll por su perfiles y los de sus amigos, sino que sienten mayor ansiedad y angustia en las interacciones, se comparan más con los demás y tienen menor autocontrol.

Así lo ha determinado un estudio dirigido por la Universidad de Cambridge (Reino Unido), que sugiere que los adolescentes con trastornos "internalizantes", como ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático, afirman sentirse particularmente afectados por las redes sociales.

El trabajo, que se publica en Nature Human Behaviour, es uno de los primeros sobre el uso de las redes sociales entre adolescentes por medio de evaluaciones clínicas de salud mental con múltiples informantes. Evaluadores clínicos profesionales analizaron datos de una encuesta a 3.340 adolescentes en el Reino Unido de entre 11 y 19 años, realizada por NHS Digital en 2017, a lo que añadieron los resultados de entrevistas personales con los jovenes, sus padres y sus profesores.

"El vínculo entre el uso de las redes sociales y la salud mental de los jóvenes es objeto de un acalorado debate, pero casi ningún estudio analiza a jóvenes que ya padecen síntomas de salud mental a nivel clínico", puntualiza Luisa Fassi, investigadora de Cambridge y autora principal del estudio, según recoge Ep.

Aunque la investigación no establece un "vínculo causal", sí muestra que "los jóvenes con problemas de salud mental utilizan las redes sociales de manera diferente, lo que podría deberse a que las estas influyen en la forma en que los adolescentes interactúan con ellas o, quizás, a que el uso de las redes sociales contribuye a sus síntomas. En esta etapa, no podemos determinar qué ocurre primero, solo que existen estas diferencias", recalca.

Los investigadores establecieron criterios de referencia rigurosos para el estudio basándose en investigaciones previas sobre el sueño, la actividad física y la salud mental. Solo se consideraron significativos los hallazgos con niveles comparables de asociación con las diferencias entre el sueño y el ejercicio en personas con y sin problemas de salud mental.

Diferencias por el tipo de trastorno

Los investigadores analizaron las diferencias en el uso de las redes sociales entre jóvenes con trastornos internalizantes- alteraciones psicológicas que se dirigen hacia adentro, causando malestar y afectación en el individuo mismo- como ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático, y trastornos externalizantes- comportamientos que se dirigen hacia el exterior, causando problemas en la relación con los demás y con el entorno- como TDAH o trastornos de conducta.

La "comparación social" fue el doble en adolescentes con trastornos internalizantes (48%, aproximadamente uno de cada dos) que en aquellos sin un trastorno de salud mental (24%, aproximadamente uno de cada cuatro). Los que tenían trastornos internalizantes también fueron más propensos a sufrir cambios de humor en respuesta a comentarios en redes sociales (28%, aproximadamente 1 de cada 4) en comparación con aquellos sin un trastorno de salud mental (13%, aproximadamente 1 de cada 8). También infomaron de menor capacidad de autocontrol sobre el tiempo que pasan en redes sociales y una menor disposición a ser honestos sobre su estado emocional cuando interactuan con otros .

"Hay muchos factores que pueden explicar por qué alguien desarrolla un problema de salud mental, y es muy difícil determinar si el uso de las redes sociales es uno de ellos. Una pregunta tan importante como esta requiere mucha investigación que combine diseños experimentales con datos objetivos de las redes sociales sobre lo que los jóvenes realmente ven y hacen. Necesitamos comprender cómo los diferentes tipos de contenido y actividades en redes sociales afectan a los jóvenes con diversas afecciones de salud mental, como quienes padecen trastornos alimentarios, TDAH o depresión. Si no se incluyen estos grupos poco estudiados, corremos el riesgo de perder la perspectiva completa", finaliza la investigadora.