Violencia contra las mujeres

Las agresiones sexuales con penetración vuelven a subir un 4,6%

Las asociaciones feministas alertan de que siguen aumentando las atenciones hospitalarias y las agresiones grupales

El último informe del Ministerio del interior sobre la criminalidad alerta del aumento de las agresiones sexuales con penetración en la Región
El último informe del Ministerio del interior sobre la criminalidad alerta del aumento de las agresiones sexuales con penetración en la RegiónArchivo Policía Nacional

Cada vez que hay un repunte con un delito relacionado con la violencia machista surge la misma pregunta: ¿realmente han aumentado los casos o es que ahora se está denunciando más y por eso la estadística aumenta? Las asociaciones feministas lamentan el agujero negro que siempre hay en torno a estos delitos (violencia física, sexual o psicológica hacia las mujeres) porque nunca se denuncia ni la mitad de los casos que realmente ocurren. Es algo que vemos constantemente con cada mujer asesinada por violencia machista: la gran mayoría no había denunciado a su agresor, lo que permite inferir que casi todas las asesinadas por esta lacra eran un «dato en la sombra»; es decir, no estaban «registradas» en el sistema VioGén y, por tanto, ni siquiera entraban en el porcentaje arrojado cuando se ofrecía el dato de que había crecido la violencia de género.

En el caso de la violencia sexual ocurre algo parecido. Muchas no denuncian, por lo que cuando sube la cifra, como ha ocurrido ahora con el último balance de criminalidad publicado esta semana por el Ministerio del Interior (entre enero y septiembre aumentaron un 4,6% los delitos contra la libertad sexual con penetración) suelen fijarse en dos variables. Una son las atenciones en los hospitales y otra las agresiones sexuales grupales.

Si la primera aumenta es sinónimo de que ha habido mucha violencia durante el delito y la percepción de la víctima es que debe acudir inmediatamente a la Policía y desde aquí, siguiendo el protocolo, se deriva a un centro sanitario para una exploración médica así como recogida de posibles vestigios. La segunda es porque las violaciones grupales son, según los expertos, una muestra del grado de violencia que hay en una sociedad y de ellas se puede inferir si existen también otras «individuales» incluso en entornos de pareja o familiares, donde las reticencias y los miedos a denunciar son mayores.

Y es que según este balance, la criminalidad repuntó en España un 1% en el tercer trimestre de 2025, ya que entre enero y septiembre aumentaron un 4,6% los delitos contra la libertad sexual con penetración. Interior informó de que los delitos contra la libertad sexual crecieron un 3,7% sobre 2024 «pero en un porcentaje inferior al crecimiento interanual observado en años anteriores». Y sobre el «aumento sostenido» de los delitos con penetración, insisten en que el dato debe ponerse en relación con las «activas políticas de concienciación» y de «reducción de la tolerancia social»; es decir, que lo achacan a que se denuncia más, algo en lo que no coinciden las asociaciones de víctimas, aunque coinciden en que también está surtiendo cierto efecto la ardua tarea de convencer a las mujeres a que denuncien cualquier tipo de violencia.

Sin embargo, España sigue por debajo en este tipo de violencia. Según el último informe del Observatorio Demográfico del CEU-CEFAS, titulado «Demografía de la delincuencia en España», nuestro país continúa muy por debajo de las tasas de violaciones de países como Suecia o Francia. Cataluña, Baleares, País Vasco y Navarra encabezan las tasas por 100.000 habitantes de este tipo de delitos. La propensión a cometer delitos sexuales de los inmigrantes es muy superior a la de los españoles, como evidencian las tasas de condenados por 100.000 hombres en cualquier franja de edad.

Y es que los analistas insisten en que España sigue siendo uno de los países más seguros de Europa y del mundo en cuanto a los delitos graves contra las personas, aunque algunos indicadores de criminalidad muestran tendencias muy preocupantes. Según este informe, la tasa de homicidios sigue siendo muy baja (0,6–0,7 por cada 100.000 habitantes), gracias, en buena medida, a la rápida intervención policial y sanitaria, ya que las tentativas de asesinato se han duplicado en los últimos años.

En asesinatos por violencia de género, España es el país de Europa Occidental con menor incidencia. Las tasas de homicidios de este tipo de los extranjeros, y en concreto de los africanos, seguidos de los americanos y europeos, son muy superiores a las de los españoles. También incluye los hombres asesinados por sus parejas o exparejas (66 entre 2014 y 2023).