Belén Tobalina

Ana Julia, tan fría como en los 12 días de búsqueda de Gabriel

Hoy arranca el juicio. Tras la elección y constitución del jurado popular, declarará la acusada, que se enfrenta a la prisión permanente revisable. Los familiares del menor testificarán al día siguiente a puerta cerrada.

Ana Julia Quezada, a la salida de la Audiencia Provincial de Almería
Ana Julia Quezada, a la salida de la Audiencia Provincial de Almeríalarazon

Ana Julia Quezada condenada a prisión permanente revisable

Mucho ha cambiado Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte del pequeño Gabriel Cruz, desde que ingresó en prisión. Desde aquel famoso intento de suicidio que quedó después en meros cortes, pasando por aquella carta que escribió a un canal de televisión... Quezada, según informan fuentes penitenciarias, ha optado por tratar de pasar desapercibida. «Es una interna plana, como lo es ahora Bretón, que no llama la atención y que no monta líos porque sabe que la va mejor estando en un segundo plano».

«Está bastante entera para el juicio. Diría que fría. Y deseando que pase para que se olviden de ella», añaden. Una frialdad que también mostró durante los 12 días de búsqueda cuando, tal y como manifestó el juez Rafael Soriano, «dio una falsa apariencia de preocupación por la desaparición y suerte del niño». Lo que no quita que hoy pueda llorar, como simuló Bretón.

El tiempo en el Centro Penitenciario de Almería, más conocido como el Acebuche, transcurre lento y monótono. Desde que pidiera estar aislada del resto de internas porque temía que le pudiera pasar algo, Ana Julia se encuentra en un módulo de mujeres con la única compañía de una interna, que no es una presa sombra, insisten fuentes penitenciarias. Come, duerme y sale al patio únicamente con ella, y como todavía no ha sido juzgada no puede ir a talleres, algo a lo que tampoco podría ir dado que está separado del resto de presas.

«En su tiempo libre lee y juega a juegos de mesa con la otra interna». No es que tengan muchos para elegir: parchís, oca, ajedrez, damas... En su día, antes de que se quedara aislada del resto de internas, lo que hacía era jugar al parchís. Tienen televisión, pero como apuntan las mismas fuentes, «no es que la vea mucho. De hecho, ni siquiera lo hacía cuando ella salía». En cuanto a su comportamiento, el trato con los funcionarios y con esa interna es correcto, de ahí, que «no se le haya abierto ningún parte».

Hoy, lunes, Ana Julia llevará 543 días en prisión. Muy poco tiempo respecto a la condena a la que se enfrenta: prisión permanente revisable tal y como pide la Fiscalía, así como diez años más de cárcel por las lesiones psíquicas ocasionadas a los padres del pequeño «pescaíto». El abogado de los progenitores, Francisco Torres, reclama también prisión permanente revisable, así como tres años de cárcel por un delito de lesiones psíquicas a la madre Patricia Ramírez y otros cinco años por las de Ángel Cruz con el agravado por razón de género, así como dos penas de dos años de prisión por dos delitos contra la integridad moral. La Defensa de Quezada, ejercida por Esteban Hernández Thiel, baja la condena a un homicidio imprudente y en el peor de los casos un homicidio doloso.

Dos semanas

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería acoge desde hoy y hasta el 18 de septiembre el juicio contra ella. Poco antes de las 09:00, la asesina confesa de Gabriel Cruz entraba en la Audiencia donde extrañamente no había ni una pancarta en su contra. Con el pelo suelto, una americana azul y un pantalón blanco llegó antes de la hora marcada por el juez. A primera hora está previsto que se proceda a la elección del jurado popular. Tras su constitución está previsto que declare la acusada. Al día siguiente, declararán diez testigos, entre ellos los familiares del menor. Tal y como ha comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, la declaración de los padres, la abuela y una prima menor de Gabriel será a puerta cerrada, por petición expresa de la acusación. El miércoles, el jueves y el viernes será el turno de testigos, guardia civiles y testigos-peritos. En la segunda semana del juicio, la sesión del día 16 de septiembre, cuando acudan los médicos forenses y del Instituto Nacional de Toxicología, será también a puerta cerrada. Al día siguiente esta prevista la prueba documental y el 18 se entregará al jurado el objeto del veredicto.

Durante estas dos semanas se abordará la muerte del menor, así como los doce días de búsqueda en los que Ana Julia, entonces novia del padre del pequeño, no tuvo reparo en fingir un dolor por la pérdida del pequeño. Cabe recordar que el pasado 27 de febrero de 2018, el menor le dijo a su abuela y a la acusada que se marchaba a jugar a casa de sus primos que vivían a menos de 100 metros. Fue en ese camino en el que la acusada se subió en su vehículo e interceptó al niño pidiéndole que le acompañara a la finca en Rodalquilar, situado a unos cinco kilómetros de la casa de su abuela paterna.

Una vez allí, la acusada de forma súbita y repentina cogió al menor, le golpeó reiteradamente con violencia, y le asfixió tapándole la nariz y la boca con sus manos. Tras su muerte, Quezada cavó una pequeña fosa y enterró el cuerpo del menos, no sin antes asestarle varios golpes más.

Con el fin de desviar la atención, trató de inculpar a Sergio M., su ex novio, poniendo la camiseta blanca del pequeño cerca de su casa y llamando a una conocida suya y planteándola «tú crees que haya podido ser Sergio». Fue precisamente la acusada la que encontró la camiseta en una zona que había sido previamente batida. Y no solo, la prenda de ropa que estaba estirada y un poco húmeda, pese a que había hecho viento y había llovido. Los agentes sospechaban ya de ella, pero no fue hasta el 11 de marzo cuando fue detenida cuando intentaba trasladar el cuerpo del pequeño en el maletero de su coche.

Los padres no dan consentimiento para publicar la imagen de su hijo ni los informes forenses

Antes de que se celebre el juicio, Patricia Ramírez y Ángel Cruz (en la imagen) han pedido un pacto ético por la sonrisa de Gabriel, el pequeño de ocho años asesinado en Níjar. Han solicitado a los medios sensibilidad en la cobertura informativa del juicio de su hijo, así como en el caso de víctimas de otros delitos violentos y desapariciones. Solicitan que se articulen los mecanismos necesarios para la retirada de aquellos documentos que no son obtenidos de fuentes éticas y veraces, así como aquellos en los que se usa la imagen del menor de manera inapropiada, con fines diferentes a su búsqueda, y se repare el daño ocasionado. Piden a su vez, que se recopilen titulares, programas... que hayan ofrecido un tratamiento inadecuado y sensacionalista para articular la argumentación probatoria del daño y solicitan la rectificación y retirada por parte de sus autores. Demandan con especial interés que no se divulguen públicamente informaciones derivadas de cualquier documentación psicológica o forense tanto de los menores como de sus familiares, ya que además de atentar contra los derechos fundamentales relacionados con la imagen, honor y privacidad, pueden generar una revictimización causando un dolor tan gratuito como irreparablemente lesivo para la salud de sus seres queridos. Y recuerdan que la utilidad de los informes forenses se circunscribe exclusivamente al contesto judicial. Solicitan realizar un uso responsable y respetuoso de la imagen del menor recordando que «nosotros admitimos difundir su imagen para buscarlo; fuera de este fin, ya no tiene sentido seguir exponiéndolo y no hemos dado nuestro consentimiento». Piden la «no publicación de posibles filtraciones del juicio de nuestro hijo, así como depuración de responsabilidades tanto por parte de quien lo hubiese filtrado como por parte del medio que lo haga público».