Opinión

Arte y religión

El pasado domingo el Papa dijo que el mundo "necesita a los artistas porque el arte reviste el estatuto de “ciudad refugio”"

El Papa pide a las universidades formar una sociedad cabal frente a los "estereotipos inalcanzables"
El Papa pide a las universidades formar una sociedad cabal frente a los "estereotipos inalcanzables"Europa Press

Alguien ha escrito recientemente que sin algunos conocimientos religiosos la mitad de las salas del Museo del Prado resultan incomprensibles. Fenómeno mucho más evidente cuando nos referimos a los Museos Vaticanos. Nadie puede poner en duda que desde sus orígenes el cristianismo comprendió el valor de las artes y utilizó sus múltiples formas de expresión para comunicar su mensaje. Hay, pues, una relación directa entre el arte y la religión.

Lo expresó muy bien Pablo VI cuando en 1964 celebró en la Capilla Sixtina una «misa de los artistas». «Nuestro ministerio –dijo– tiene necesidad de vuestra colaboración porque nuestro ministerio es el de predicar y hacer accesible y comprensible, más aún, emotivo, el mundo del espíritu, de lo invisible, de lo inefable, de Dios».

En ese mismo y grandioso escenario Benedicto XVI, en noviembre del 2009, se dirigía a los artistas: «La fe no quita nada a vuestro genio, a vuestro arte, más aún, los exalta y los alimenta».

En 2023, Francisco convocó de nuevo en la Sixtina a 200 artistas: «La amistad de la Iglesia con el arte es algo natural. Es una amistad especial sobre todo si pensamos en los muchos trazos de la historia recorridos juntos, que pertenecen al patrimonio de todos creyentes o no creyentes».

El pasado domingo el Pontífice visitó la Bienal de Arte de Venecia para inaugurar el pabellón vaticano instalado en la cárcel femenina de Giudecca. Desde allí quiso mandar este mensaje: «El mundo necesita a los artistas porque el arte reviste el estatuto de “ciudad refugio”, que desobedece al régimen de violencia o discriminación para crear formas de pertenencia humana capaces de reconocer, incluir, proteger y abrazar a todos».