
Horario de invierno
La ciencia zanja el debate del cambio de hora y esta es su respuesta
El debate que ha despertado el cambio al horario de invierno este 2025

Con noviembre cada vez más cerca, España se prepara un año más para el cambio de hora que dará inicio al horario de invierno. El próximo domingo, 26 de octubre los relojes se retrasarán una hora y las tres pasarán a ser las dos siguiendo el muy discutido desfase horario.
La medida se aplica también en el resto de países de la Unión Europea, donde el debate sobre su eliminación lleva años estancado. Pese a que la Comisión Europea lo propuso en 2018, ningún Estado ha logrado un acuerdo común sobre qué horario mantener, si el de verano o el de invierno.
¿Por qué cambiamos la hora?
Esta medida nace en la Alemania de 1916 que decidió adelantar los relojes para aprovechar la luz solar y reducir el consumo de carbón durante la Primera Guerra Mundial.
En España, fue Franco en 1941 quién adoptó esta medida con el objetivo de alinear el huso horario español con el de Alemania y corregir el desajuste de relojes que llegó a haber durante la guerra civil española entre el bando nacional y el republicano.
Hoy en día, el cambio de hora se mantiene para aprovechar al máximo la luz solar y reducir el consumo de energía.
El cambio de hora: ¿Es necesario?
El paso al horario de invierno ha traído consigo una oleada de críticas y preguntas, y es que hay muchos que argumentan que ya no sirve para nada. Entre ellos, destaca el presidente de España Pedro Sánchez, que ha planteado en Luxemburgo que a partir de octubre de 2026 el reloj no se mueva más.
Pero, ¿acaso es esta una buena idea?
La cuestión energética
El objetivo principal del cambio de hora siempre ha sido aprovechar al máximo la luz solar para reducir el consumo de energía. En 2015, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía de España (IDAE) estimaba que el cambio de hora suponía un ahorro del 5% en el consumo de electricidad, lo que equivale a unos 300 millones de euros.
Sin embargo, en la actualidad, las mejoras en eficiencia, el uso de bombillas LED y los nuevos hábitos laborales han reducido ese impacto a cifras casi insignificantes. De acuerdo con IADE "no existen informes actualizados que aseguren que el cambio de hora vaya asociado a un ahorro energético."
El desajuste en el ciclo biológico
Pese a ser un tema muy debatido en la comunidad científica, varios expertos concuerdan en que el cambio de hora altera el ritmo circadiano de las personas.
Cuando la salida o bajada del sol se ajusta de forma artificial, el cerebro interpreta que se encuentra en un entorno distinto y tarda en aclimatarse a él, padeciendo síntomas de cansancio, dificultad para dormir, estrés o falta de concentración. Este desajuste resulta pero más notorios en niños, personas mayores o quienes ya arrastran un sueño irregular.
Esto se debe a que el cerebro, en función de los cambios horarios comienza a liberar melatonina (la hormona que regula el sueño) antes, provocando un sueño anticipado (que estemos más cansados a lo largo del día o un despertar más temprano de lo habitual (desvele).
De acuerdo con los especialistas, el organismo tarda una media de entre tres y siete días en volver ajustarse por completo al desfase y recuperar su ciclo de sueño habitual.
Científicos divididos sobre la eliminación del cambio de hora
Pese a que los efectos suelen ser leves, varios expertos recomiendan la eliminación del cambio horario. Desde la Sociedad Española del Sueño, han respaldado la propuesta del presidente a un horario fijo argumentando que mantener de forma permanente el horario de invierno "promueve un ritmo biológico más estable, algo que contribuye a mejorar el rendimiento intelectual y ayuda a disminuir la aparición de enfermedades como las cardiovasculares, la obesidad, el insomnio y la depresión".
A su vez, organizaciones como la Time Use Initiative (TUI) y la Alianza Internacional para un Horario Natural (IANT) llevan años pidiendo que se corrija el desajuste entre el reloj social y el horario natural llegando incluso a redactar una propuesta para la Comisión Europea con el fin de eliminar el cambio de hora y que todos los países se queden con el horario de invierno.
Sin embargo otros académicos, como Jorge Mira, catedrático del departamento de Física Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela afirman que: "Es una aberración, es tratar de convertir a España en un país tropical - que no necesitan hacer un cambio de estación porque el sol sale prácticamente a la misma hora todo el año -, cuando no lo es, porque aquí mantener el reloj a piñón fijo fuerza a las personas a someterse a un desfase de tres horas entre verano e invierno".
De acuerdo con el profesor José María Martín Olalla de la universidad de Sevilla aunque el cambio de hora resulte ligeramente engorroso este es necesario para acompasar la actividad con la luz ambiental en cada estación del año.
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