Informe
Canarias y Cataluña, los líderes en gasto sanitario
Respecto a protección social, España invierte bastante menos de la mitad que la media de los Veintisiete miembros de la UE
El gasto total, sin transferencias entre Administraciones Públicas, relacionado con el estado de bienestar ha aumentado en España en un 33,2% en términos nominales entre 2015 y 2022, según la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), un «think tank» español con sede en Madrid cuyo principal cometido es la investigación sobre cuestiones económicas y sociales.
El incremento antes mencionado se ha repartido de la manera siguiente: el gasto en sanidad ha aumentado en un 40,6%, en educación un 30,7% y en protección social, el 53,8%. En términos reales, debido a las elevadas tasas de inflación registradas en los últimos años, los incrementos han sido menores. El gasto total, descontada la inflación, ha aumentado en un 14,8%, el gasto en sanidad en un 21,2%, en educación el 12,6% y en protección social el 32,5%.
Por comunidades, el gasto se ha incrementado en todas las regiones, siendo los crecimientos más elevados los de Canarias, Navarra y Comunidad Valenciana. Con menores crecimientos en el gasto están las regiones de Extremadura, Asturias y Cantabria. Además, cabe destacar que el gasto en el estado de bienestar en términos reales ha crecido con respecto a 2011, tanto en el conjunto del país, como en la mayor parte de las regiones. Por tanto, y salvo en Castilla-La Mancha y en Asturias, se han recuperado con creces los recortes en el estado de bienestar iniciados en el primer lustro de la década pasada.
Una pregunta que se recoge en el informe de Fedea es: ¿hemos ido demasiado lejos con este aumento? Comparando los gastos en sanidad, educación y protección social con la UE-27, en 2022 el gasto de España es menor en unos 2,3 puntos de PIB (49,6% PIB de la UE27 frente a 47,4 % PIB de España). Es importante señalar que esta diferencia se ha reducido a la mitad desde 2015.
Entre 2015 y 2022, la media de la UE-27 ha aumentado el gasto en sanidad en torno a 0,6 puntos de PIB. España lo ha hecho en términos muy parecidos, 0,7 puntos de PIB. Como España estaba gastando menos en sanidad en 2015 (6,2% versus 7,1% de la UE-27), dicha diferencia se mantiene en 2022 (6,9% versus 7,7%).
La evolución observada en la partida de educación ha sido diferente. Entre 2015 y 2022, la media de la UE-27 ha reducido el gasto en educación en torno a 0,1% de PIB mientras que España lo ha aumentado en 0,3% de PIB. No obstante, el gasto educativo en España continuaba por debajo de la UE-27 en 2022 (4,7% de la UE-27 versus 4,4% del PIB de España).
Respecto a la protección social, España gastaba bastante menos de la mitad que la media de la UE-27 en 2015 (1,2% del PIB frente al 3,2%). En 2022, esta distancia se ha reducido dado que mientras la UE-27 ha aumentado estos gastos en 0,4% del PIB entre 2015 y 2022, en España el incremento ha sido del 0,7% del PIB. Para hacer esta comparación en protección social se han excluido pensiones, desempleo y los gastos de incapacidad temporal y de discapacidad porque estos gastos no son realizados por las CC AA. De esta comparación con la UE-27 se puede afirmar que el aumento del gasto en el estado de bienestar entre 2015 y 2022 está justificado porque España gasta por debajo de la media de la UE. Sin embargo, hay que interpretar estos resultados con cautela porque más gasto no significa mejor servicio público. También hay que considerar la eficiencia y la buena gestión de los gobiernos.
Fedea destaca que esta mejora en el estado del bienestar en las regiones no se podría haber materializado sin el apoyo de la Administración Central con los recursos extraordinarios aportados debido a la covid.
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