Investigación científica

La sombra de la luna, primera imagen del más moderno observatorio de rayos gamma

El observatorio High Altitude Water Cherenkov (HAWC), el mayor y más moderno observatorio de rayos gamma en el mundo, ha captado su primera imagen. Según han explicado los responsables de este estudio, durante la reunión anual de la Sociedad Americana de Física, se ha obtenido la imagen de la sombra proyectada por la Luna y HAWC tiene ahora el récord de la mayor energía lumínica jamás capturada.

El observatorio, que se espera que esté completamente terminado en 2014, ha contado con una inversión de 10 millones de dólares. El proyecto cuenta con la colaboración del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos y otras instituciones de ambas naciones.

HAWC ha sido instalado en el volcán Sierra Negra del Parque Nacional Pico de Orizaba (México), a 4.100 metros de altura sobre el nivel del mar. Según han informado los astrónomos, este observatorio podrá monitorear durante 24 horas al día las cascadas de partículas de los rayos gamma y cósmicos que provienen de cuásares (fuente astronómica de energía electromagnética como radiofrecuencia y luz visible), agujeros negros e, incluso, el Sol, que impactan la atmósfera de la Tierra.

Los rayos gamma son radiaciones electromagnéticas de muy altas energías que van desde decenas de millones de electronvoltios, hasta centenas de tera electronvoltios. Este tipo de radiación, la de mayor energía en el Universo, se produce cuando explota una bomba nuclear y en el espacio cuando un agujero negro se traga estrellas o nubes de polvo, cuando una estrella de neutrones gira a gran velocidad, o cuando se funden dos estrellas de neutrones, entre otros eventos.

Los expertos han aclarado que los rayos gamma no penetran la atmósfera, por eso solo se detectaban mediante satélites equipados con sensores capaces de ubicar estas energías a grandes alturas sobre la superficie de la Tierra.

Por ello, un observatorio de rayos gamma en Tierra no detecta directamente los rayos gamma, sino la radiación electromagnética de alta energía que impacta con las partículas de la atmósfera y se convierte en una lluvia de partículas llamada cascada atmosférica. Las partículas de la cascada van bajando poco a poco y se absorben en el aire.