Ecuador

Una antigua base naval de Puerto Rico, ¿plataforma de vuelos espaciales?

Una antigua base naval estadounidense situada al este de Puerto Rico podría ser elegida por Virgin Galactic para establecer la plataforma de lanzamiento de sus futuros vuelos espaciales comerciales, una opción que se baraja y ninguna de las partes desmiente.

La publicación esta semana de un artículo en el diario Caribbean Business sobre que el dueño de Virgin Galactic, el empresario británico Richard Branson, ha adquirido once hangares de la base naval Roosevelt Roads en Ceiba, en el extremo este de la isla caribeña, fue el detonante de rumores y conjeturas.

Construida en 1944 en la localidad de Ceiba, la base naval sirvió como tal para la Armada de EE.UU. desde 1957 hasta 2003. En la actualidad los terrenos se utilizan para operar un pequeño aeropuerto que conecta con dos pequeñas islas cercanas, Culebra y Vieques, también pertenecientes a Puerto Rico.

El secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio de Puerto Rico, Alberto Bacó Bagué, negó hoy a Efe que se haya cerrado acuerdo alguno con la compañía del multimillonario británico, que siempre ha dicho que su intención era comenzar a ofrecer vuelos comerciales al espacio durante este mismo año.

"No hay ninguna transacción en torno a los hangares con Virgin Galactic en el Aeropuerto de Ceiba", dijo por escrito, en declaraciones en las que reconoció que "Roosevelt Roads ha despertado mucho interés de potenciales compradores".

Consultado por la posibilidad de que Virgin Galactic sea uno de esos compradores potenciales, insistió en que "las negociaciones que puedan estar en proceso son privadas, por lo que no estamos en posición de divulgar otros detalles".

Por su parte, representantes de Virgin Galactic se han negado a confirmar los rumores.

Lo cierto es que el hecho de que Puerto Rico sea considerado a muchos efectos un territorio estadounidense y que se encuentre en una latitud baja (en torno a los 18 grados norte) suponen, combinados, dos importantes atractivos para las empresas aeroespaciales.

Hace un par de años la Sociedad de Astronomía del Caribe (SAC) adelantó que Space X, otra empresa aeroespacial, también había mostrado interés en establecerse en la zona este de Puerto Rico.

Según esa organización, la isla es interesante para este tipo de plataformas porque está más cerca del Ecuador y por lo tanto las aeronaves requieren menos combustible para ponerse en órbita.

Virgin Galactic probó recientemente su nave "SpaceShipTwo"para realizar turismo espacial, y aseguró que ya ha vendido más de 500 boletos (pasajes) a unos 250.000 dólares por persona.

La nave tiene capacidad para seis pasajeros y está diseñada para llevar a los turistas a 110 kilómetros de altura sobre la Tierra.

Durante la experiencia, se "podrá observar la Tierra en todo su esplendor ante la negrura del espacio", según lo describe el propio Branson. Además, los viajeros podrán experimentar la ausencia de gravedad durante unos minutos.

Fue en el desierto del estado de Nuevo México donde Branson inauguró en el 2011 el aeropuerto espacial Spaceport America, desde donde Virgin Galactic se esperaba que lanzara sus primeros vuelos comerciales al espacio.

En octubre del 2010, el multimillonario informó de que había ingresado cerca de 45 millones de dólares de 330 clientes que reservaron un asiento en la nave de seis plazas, pagando depósitos de entre 20.000 y 200.000 dólares.

Pero la fecha de oficial de los vuelos se ha pospuesto en varias ocasiones.

Virgin Galactic ha dicho que su primer vuelo se produciría este año, aunque no ha dado una fecha concreta.

No obstante, ese estreno se ve más cerca, pues se ha dado a conocer que Branson ha comenzado una serie de entrenamientos en gravedad cero para aclimatar el cuerpo a su estancia en el espacio.

Branson ha explicado su experiencia en una nueva entrada en su blog (www.virgin.com), en la que ha apuntado que se lo ha pasado "de maravilla"en su primer entrenamiento.

El multimillonario ya anunció que será el primer viajero de esta nueva aventura, junto con su hijo, Sam, que también participaba de este primer contacto con la falta de gravedad.

"Sin duda, esta experiencia me ha despertado el apetito de experimentar el espacio de verdad", ha señalado Branson sobre el viaje.