
Educación
Un colegio reemplaza a docentes por la IA: las clases duran dos horas y no hay deberes
Pantallas en lugar de pizarras y robots como tutores, el experimento educativo que divide a padres y expertos

En una innovadora escuela privada ubicada en Austin, Texas, un grupo de estudiantes aprende cada día sin profesores, sin deberes y con apenas dos horas de clases académicas.
El proyecto se llama Alpha School y está transformando la forma de enseñar en Estados Unidos al sustituir a los docentes tradicionales por sistemas de inteligencia artificial capaces de adaptar el contenido a las necesidades de cada alumno.
Un aprendizaje guiado por algoritmos
En este modelo, la inteligencia artificial no es un complemento, sino el eje central de la enseñanza. Cada estudiante trabaja frente a una pantalla con programas que ajustan los ejercicios según su ritmo, comprensión y rendimiento.
Cuando el sistema detecta que un alumno domina un tema, lo hace avanzar, si nota dificultades, refuerza las áreas débiles con nuevas estrategias.
Los adultos que acompañan a los alumnos no son maestros en el sentido convencional. En Alpha los llaman "guías", y su función es más emocional que académica.
Ayudan a mantener la motivación, orientan la organización del trabajo y fomentan la curiosidad. Su papel se asemeja al de un entrenador que impulsa la autonomía y la autoconfianza, dejando que la tecnología se encargue de la enseñanza formal.
Dos horas de teoría y un día lleno de práctica
La jornada comienza con esas dos horas de aprendizaje personalizado, centradas en lectura, matemáticas y ciencias. Luego, las pantallas se apagan y los alumnos dedican el resto del día a actividades prácticas. Cocinan, emprenden pequeños negocios, practican deportes, debaten ideas o diseñan proyectos sociales.
La intención es que cada uno encuentre su motivación a través de la acción, no solo del estudio teórico.

Aprender haciendo, con la inteligencia artificial como herramienta y no como fin.
Éxitos, críticas y preguntas abiertas
Los responsables del colegio aseguran que sus alumnos superan los estándares nacionales en materias básicas y que varios graduados han continuado estudios en universidades de alto nivel. También afirman que el modelo fomenta la independencia, la creatividad y la autogestión.
No obstante, el proyecto ha generado debate en el ámbito educativo. Algunas autoridades estatales han cuestionado su validez académica y advierten que aún no existen pruebas suficientes de que un sistema basado en algoritmos pueda reemplazar por completo la presencia humana.
Otros expertos alertan sobre los riesgos sociales de una educación excesivamente individualizada, donde el contacto entre personas se reduce al mínimo.
Hacia una nueva definición de escuela
Más que una sustitución del profesor, Alpha School representa un experimento sobre cómo podría reinventarse la educación en la era digital. Sus fundadores sostienen que la clave está en combinar tecnología, autonomía y propósito personal.
Para sus críticos, el desafío está en no perder la dimensión humana del aprendizaje.
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