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Alimentación

Comedores escolares: una herramienta clave para educar en salud y nutrición desde la infancia

Operations Coordinator de Hastings School

Preparación de las mesas en los comedores escolar EUROPAPRESS

Los comedores escolares tienen un enorme peso en la alimentación de los niños. Según datos del Ministerio de Educación, el 65,8% de los menores de 12 años en nuestro país hacen uso de este servicio (2021). Por este motivo, los menús que ofrecen y que consumen los más pequeños, tienen su influencia en sus hábitos alimentarios y su bienestar. Por supuesto, los colegios no son los únicos responsables y es esencial que las buenas prácticas estén presentes en el hogar. Pero desde los colegios tenemos la oportunidad de “educar” también en alimentación y enseñar a los niños que deben comer de todo y de manera saludable.

Además, los colegios tienen también la oportunidad de extender esa pedagogía a las familias, ofreciéndoles información práctica para que pueda complementar la alimentación que se les da en el colegio de manera saludable y equilibrada. También es muy importante que los menús que se envían a las familias tengan la suficiente información en cuanto a los ingredientes o la preparación de los platos. Así, tendrán los detalles nutricionales de cada alimento, información que podrán aplicar posteriormente para la alimentación en casa.

En este contexto, contar con un profesional en nutrición que elabore los menús es fundamental. Así, se habrá garantías de que las comidas que se proporcionan son equilibradas y contienen con una cantidad adecuada de nutrientes. Al hilo de ello, contar también con cocina propia dentro de los colegios será una garantía adicional para el colegio a la hora de asegurar que se cumplen con los procedimientos adecuados. En nuestro caso, hemos priorizado tener una cocina en cada uno de nuestros edificios por, en primer lugar, cumplir con lo mencionado anteriormente. En segundo lugar, nos da la oportunidad de cubrir las diversas necesidades de nuestra comunidad de alumnos. De este modo, podemos ofrecer menús vegetarianos, veganos, pescetarianos o halal, entre otros.

Otro aspecto fundamental es tener en cuenta las alergias e intolerancias alimentarias. La comunicación con las familias en estos casos es muy importante, para garantizar la seguridad de los alumnos y poder ofrecerles un menú adecuado y equilibrado, al igual que al resto de sus compañeros.

Y es que la variedad y el equilibrio de los menús es uno de los principales indicadores de calidad. Según el Informe sobre Comedores Escolares publicado por la OCU (2023), el 55% de los menús que se ofrecen en los colegios exceden las cantidades de hidratos de carbono totales. Solo el 21% cuenta con las cantidades adecuadas. Otros datos a destacar son que casi el 60% de los menús no llega al mínimo de las 1,5 raciones semanales de legumbres, mientras que el 47% no alcanza el mínimo de los 2,5 platos de verdura a la semana. Mejorar en estos datos debe ser una prioridad para centros escolares y administración.

Por otro lado, debe ser también educar a los más pequeños y enseñarles la importancia de su huella alimentaria. Desde los colegios también se les debe explicar por qué debemos elegir cultivos de origen local y de temporada, hablarles sobre el comercio de proximidad y trabajar en conjunto para reducir los desperdicios de alimentos.

Como conclusión, para ofrecer una alimentación óptima a niños y adolescentes, es necesario establecer un trabajo conjunto entre el centro educativo, los responsables del comedor y las familias. La claridad en la información, la presencia de un profesional de la nutrición, la variedad de menús, la manera de cocinar los alimentos y la reducción de productos procesados y ultraprocesados son claves para asegurar que nuestros hijos tengan una buena alimentación y obtengan hábitos saludables para toda su vida.